Capítulo dedicado a GnesisNuez, gracias por tus lindas palabras ♥
Contestando a tu pregunta "¿En que te inspiras para escribir novelas?" realmente me inspiro en cosas cotidianas de la vida, me gusta observar y muchas veces escribo lo que veo y entonces vienen más cosas a mi cabeza y así. Pero lo que más me inspira es saber que a algunas personas les gusta lo que hago.
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No me interesas
Cuándo nos separamos por segunda vez abrí mis ojos lentamente y me encontré con los suyos, sus hermosos ojos verdes brillaban por la luz del sol que cada vez se veía mas tenue, su sonrisa no se hizo esperar y entonces me congelé... ¿Qué acababa de pasar? Abrí los ojos a tope alejándome de él rápidamente. No puede ser, no puede ser, no puede ser. Había besado a Christian, al maldito idiota y mujeriego Christian Darrell.
—¿Becky? —preguntó confundido— ¿Estás bien? Yo, lo lamento, se que fue todo muy... —antes de que terminara de hablar mi mano voló a su mejilla y el estruendoso ruido se escuchó en el silencio lago— ¿Qué demonios? —entonces habló y me miró con enojo brillando en su mirada.
Pasé una de mis manos por mi cabello y tiré de él por un segundo—¡No vuelvas a besarme sin mi permiso! —grité alterada con mis mejillas arreboladas. Eso estaba mal, estaba muy mal.
—Pero si tu... —nuevamente no lo dejé acabar con su frase porque lo empujé a un lado y corrí hacia Mina que por suerte se encontraba cerca, me subí lo más rápido que pude, lo oí bufar—. La próxima vez hago un contrato para pedirte permiso señorita te beso como una mujer necesitada —gritó con una mezcla entre ironía y enfado salpicando de su voz.
Abrí mi boca totalmente ofendida.
—Eres un idiota —respondí en un grito mientras me ponía en marcha, mientras más rápido me fuera mejor.
—¡Y tú una necia! —escuché algo distorsionada su voz por los pasos de Mina resonando con fuerza contra el suelo, apreté mis dientes con fuerza e insté a mi yegua a que fuera mas veloz.
Maldito Christian.
Malditas hormonas.
Y mil veces maldito Christian y sus labios besables.
...
—No le cuentes a Alina —imploré a Jane que se hallaba del otro lado de la línea telefónica.
Al llegar del paseo, después de dejar a mi yegua en su lugar, corrí hacia mi habitación para llamar a Jane y contarle lo sucedido, a pesar de que estaba enojada aún conmigo sabía que podía contar con ella en ese momento. Me hubiera gustado poder contarle al mismo a tiempo a Alina, pero no podía.
—Sabes que se enterará tarde o temprano, es mejor que se lo digas tú —respondió con franqueza y sabía que era verdad.
Alina era una especie de imán para los chismes y secretos, aunque así como entraban por sus oídos salían por su boca porque si había algo que ella no podía hacer era estarse callada por mas de cinco minutos. Aunque sabía que si le hacía jurar que no dijera nada ella no lo haría, al igual que su hermano sabía cumplir sus promesas.
—Lo sé, pero voy a esperar hasta mañana para decirle porque de otra forma ella acosará a Christian a preguntas esta noche —dije un tanto melancólica.
—Que tierna, compadeciéndote de tu chico —murmuró Jane con exagerada ternura.
—No es mi chico —contesté a la defensiva— y no me compadezco de él... solo no quiero que Ali hable demasiado —mi pobre excusa hizo reír a Jane.
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La chica virgen (LCV Libro #1)
Teen FictionAclaración: Si buscas una novela erótica este no es el lugar correcto. | Novela juvenil | Romance | Humor | #1 (primer libro) Becky Torne ha sido calificada como "la chica virgen" en el Blog de chismes de su Instituto, en él hablan de ello c...