Capítulo cuatro.

1.4K 94 3
                                    

Narra Brilleth

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra Brilleth.

Abrí mis ojos, estaba cansada, el cansancio nunca se va así que estoy acostumbrada. Tome mi mochila y entre al baño hice mis necesidades e higiene, decidí colocarme una playera larga color melocotón, unos jeans negros y por último mis botas militares negras.
Salí de el baño y entre a la habitación donde dormía Carl para avisarle que me marcho, lo vi descansar tan plácidamente. Sinceramente este chico es hermoso pero lo que tenía de hermoso lo tenía de idiota. Algo me sucedía, algo me estaba impidiendo que me valla aún que este despierta, me encantaba su largó pelo castaño por alguna razón, tenia una obsesión por los chicos con cabello largo, sus finos labios color rosa pálido me llamaban de sobre manera la atención, tenia unas pestañas largas y perfectas. Finalmente sus ojos, esos ojos azul cielo, son como dos piscinas en las cuales te gustaría hundirte y no salir jamás, te hundes en ellos y te olvidas completamente de este jodido mundo. Mis pensamientos fueron interrumpido por unos ruidos en la parte baja de la casa, me alarme y rápidamente desperté a Carl.

- Carl, Carl despierta. -Susurré cerrando la puerta de la habitación lentamente, escuche los pasos más y más cerca, me acerque a Carl y lo removí esta vez fuertemente él asustado se levantó.

- ¿Qué te ocurre? -Susurró soñoliento, mientras se fregaba uno de sus ojos, adorable gesto, ¡Deja de pensar idioteces! reclamó mi conciencia. Me acerqué a él y me puse a su lado, vimos la perilla girando. Al abrirse un hombre barbudo entro y Carl salto abrazándolo, aw que asco, los vi cruzar un par de palabras, hasta que Carl me miro incómodo. ¿Qué rayos? ¿Quien es él?

" Capítulo corto, falta de imaginación. "

— Capítulo cuatro; finalizado.

Corazón de piedra. || Carl Grimes. [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora