Capítulo trece.

823 68 8
                                    

Narra Carl

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra Carl.

Estaba malditamente preocupado, no sabia que hacer en este momento, los caminantes se han comenzado a acumular en las rejas con hambre, sus gruñidos perturbaba mi paz, extrañaba a Brilleth aquí a mi lado, Hana no sobrevivió fue algo impactante al principio pero luego ya esa sensación de tristeza cuando pierdes a alguien se acaba con tantas muertes, tanta lucha para proteger tu vida cuando no se sabe si existe la cura para esto o si en algún lado habrá gente que este viva.

- Carl. -Escuche esa voz algo débil.
Gire mi cabeza rápidamente y juro que me mareé.

- ¿Brilleth? -La mire con asombró acercándome a ella lentamente mientras esta me entregaba una sonrisa que más bien parecía una mueca.

- ¿Qué esta sucediendo? -Susurró débil, caminó un paso hacia mi, antes de que caiga la agarro en mis brazos.

- No deberías estar aquí, estas muy débil. -Susurre cerca de sus labios, gracias a la posición.

- ¿Dónde esta Rick? -Preguntó girando su cabeza.

- Buscando a Hershel y a Michonne. -La mire mientras la cargaba a la celda, su frente estaba empañada en una leve capa de sudor, supongo que tendrá calentura, fue una herida profunda.

- ¿Buscando? -Dijo confundida.-¿Dónde están? -Dios, sus preguntas me estaban narrando.

- No lo sé, creemos que el gobernador los tiene como rehenes, no lo sé Brilleth, cálmate. -Tome un paño mojado que se encontraba allí en ese momento y lo coloque en su frente.

- Gracias. -Murmuró.

- De nada, promete que no te levantarás, tengo que ir a matar a los caminantes, hay demasiados en las rejas, aveces siento que esta apunto de caer. -Arreglo mi cabello.- No he dormido nada, papá me dejo a cargo y es difícil la verdad.

- Carl. -La miré esperando a que diga algo más.- ¿Por qué no duermes algo? Te vez cansado. -Sus ojos me miraban suplicante, asiento rendido, me iba a levantar de la cama, pero una pequeña mano me detuvo.- A mi lado Carl, duerme aquí conmigo. -¿Qué? La miro confundido, pero asiento.
Me acosté a su lado suspirando por la comodidad de la cama, bueno no era cómoda pero estaba derrotado.

- Me despiertas cualquier cosa, por favor. -Le ruego, se gira hacía mi con su ceño fruncido indicando que aún le duele, baje mi mano sin que ella se diera cuenta y acaricie su herida por encima de las vendas, ella miraba mis ojos y yo los de ella, sus ojos eran muy bonitos la verdad, eran dos piscinas en las cuales te hundes y no quieres salir, cerré mis ojos cansados alejando mi mano de su estómago y queriendo dormir.

Escuche un tarareo y mire a la preciosa chica que se encontraba a mi lado, estaba cantándome, me acerque más a ella, su pequeña y delicada mano saco mi sombrero dejando mi cabello libre, sin dejar de tararear la suave canción cerré mis ojos mientras dejaba que su voz entrara en mi mente y las leves caricias que comenzó a propinar en mi cabello me relajarán, de un momento caí en el sueño, pensado en que me estaba sucediendo con aquella preciosa chica de cabello ondulado y preciosa voz.

— Capítulo trece; finalizado.

Corazón de piedra. || Carl Grimes. [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora