Segunda Temporada de "Hijo de la Luna"
Después de la muerte de ______ Basteri las cosas cambiaron demasiado.
Tal vez el destino le tenia preparada una sorpresa a Aidan, una sorpresa que nadie esperaba.
¿Sera posible que ahora Aidan tenga su final fe...
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¿Qué les puedo decir?, mi día era aburrido, escuela, compañeros idiotas y tareas inútiles.
Cuando salir de clases decidí irme caminando sin tomar transporte, era una forma de relajarme y olvidar por un momento del estrés , que es lo único que te causa la Universidad, el día estaba nublado agradecía que estuviera así, podría caminar mas tranquila.
La gente caminaba muy alegre por la calle, familias comprando helado, niños haciendo berrinche, todo lo típico de una ciudad.
Solté un suspiro y no se por que recordé aquellos esos ojos verdes, debo de admitir que eran hermosos y poco inusuales, aun no termino de entender como es que la fotografía llego a mi cámara.
Tenía mucha curiosidad, lo que aquel chico me había dicho era muy raro, ¿Cómo conocía a mi papá?, ¿Por que creyó que yo era esa tal _____ Basteri?, no me había quedado a pensar tan detenidamente eso hasta ahora.
¿Por que Aidan sigue en ese pueblo? Se supone que esta abandonado.
Hay muchas preguntas que involucran a mi padre y a mi de alguna forma.
El aire frío choco contra mi rostro, pero no era algo común, era algo que me erizo la piel, como si alguien hubiera pasado a un lado de mi.
Desde que estaba en la escuela había sentido una sensación igual.
No le di importancia y seguí mi camino a casa.
Al llegar encontré a mis padre muy apurados, mire mi reloj de mano y marcaban las 5:35 de la tarde, mi madre corrió a la cocina, el horno sonaba indicando que algún alimento esta listo, mi padre estaba sentado en la mesa haciendo algunos cálculos, me acerque a el y le di un beso en la mejilla.
-Hola- lo salude y me senté junto a él.
Mi padre me miro levantando una ceja, mire lo que tenía enfrente, unos planos de casa, seguro mandara a hacer una casa y tenía que hacer el presupuesto.
-¡Que milagro, ______! Estas de buenas eh- dijo con una sonrisa.
-Algo así- quería preguntarle acerca de Aidan, pero s mencionaba algo temía a que sospechara que fui al pueblo- ¿Qué haces?
- Un presupuesto- señalo- ¿Te gusta?- dijo enseñándome los planos de la casa, los tome y sonreí.
-¡Es enorme!- comente ¿Para quien es?
-Es para un empresario- hablo- sabes estoy muy nervioso, es un trabajo que nos dejara un buen dinero, por eso esto0y muy preocupado, tiene que salir bien- curve la comisura de mi labio y mire el perfil de mi padre, lo que siempre me había gustado de mi padre eran sus pestañas, las tenía incluso más largas que yo, y obviamente su sentido del humor.
-Eres el mejor arquitecto del estado papá, por eso ese hombre tan impórtate acudió a ti- dije.
Hace mucho que no hablaba de mis padre sin discutir, creo que había extrañado esto.
-¡Gracias, cariño!- dijo besando mi frente.
De pronto se escucho un ruido de la cocina, papá soltó una carcajada y me miro.
-Ve a ayudar a mamá, creó que tiene problemas.
Asentí y fui a la cocina, mi madre estaba levantando los traste que estaban en el suelo.
-¿Qué sucedió?- pregunte y se acerque a ella, mi madre se enderezo y me miro sorprendida.
-¡Hija, has llegado!- dijo con un tono apresurado- lo lamento no me había percatado- le di un beso en la mejilla.
-No te preocupes, vi que estabas muy apurada- dije ayudándole a levantar los trastes- ¿Qué haces?
-Un platillo para llevarlo con tu tía Fernanda, sabes que hoy es el cumpleaños de tu primo y me gustaría cooperar en algo- dijo con un sonrisa.
Acomode los traste en su logar y mi madre soltó un suspiro.
-Te esfuerzas mucho mamá, sabes que mi tía te aprecia mucho.
-Lo se, pero sabes que me nace hacerlo con cariño- dijo- bueno ¿a ti como te fue?
-Como siempre- conteste- Oye mamá- dije tomando una manzana de la cocina.
-¿Dime?- pensaba en preguntarle por Aidan, tal vez ella sabía algo, mi mamá siempre guardaba mis secretos si le contaba que fui al pueblo seguro ella se iba a enojar, pero le le pedía que no le dijera a mi papá, estoy segura que no le diría nada.
-Tu.. ¿Conoces a todos los amigos de mi papá?- cuestione.
Mi mamá giro a verme.
-Eso creo, hija, hace mucho tiempo que no los veo, pero si ¿por que la pregunta?- dijo frunciendo el ceño.+
-Bueno es que...- jugaba con la manzana que tenía en mis manos, solté un suspiro de rendición y conteste- Ayer, no fui a la Universidad por que fui a tomar fotos al Beso del Diablo- mi mamá abrió los ojos a mas no poder- claro que esas fotos para un proyecto, pero si les pedía permiso no me iban a dejar ir, por eso fui sin decirles.
Mi madre soltó un suspiro, cerro los ojos y apretó los parpados, sabía que estaba tratando de tranquilizar, sabía que ya no tenía caso que me regañara total ya lo había hecho.
Cuando abrió los ojos me vio con reproche.
-Por favor no le digas a mi padre- suplique.
-De acuerdo. No le diré, pero sabes muy bien que ese pueblo es peligroso- dijo de forma tranquila- estaba abandonado, pudiste encontrarte un loco que pudo hacerte daño.
-Mamá tenia curiosidad, mi papá hablaba mucho de ese pueblo cuando era pequeña nunca nos quiso llevar, y como lo describía era hermoso, hasta que lo comprobé, es verdad es hermoso y tranquilo- solté un suspiro- sabes, hubo algo que me hizo sentir que estaba como en casa...- dije con una sonrisa- no entiendo por que la gente lo deshabitó.
Mi madre se cruzo de brazos y me miro con una ceja levantada.
-Cuentan muchas cosas de ese lugar cariño, ya tendremos tiempo para hablar de eso- me dijo- pero... ¿Qué tiene que ver con los amigos de tu padre?
-Bueno, es que... ahí me encontré un chico mas o menos de mi edad, que decía que conocía a mi papá y que había sido un gran amigo suyo- observe la cara de confusión de mi mamá.
-¿Así?- cuestiono- ¿Te dijo su nombre?
-Mi dijo que se llamaba Aidan, no recuerdo mu bien su apellido es muy poco común, creo que era Galla...- me quede pensando en el apellido- Gallagher- confirme.
-¿Aidan Gallagher?- mi madre frunció el ceño y asentí- Me suena creo que una vez escuche a tu papá hablando de el con tu padrino Noah, pero ya no más.
-Me intriga mucho eso mamá.
-Igual a mi... - se quedo pensando- Tratare de hablar de con tu padre de eso.
-Ni le menciones que yo se algo- dije rápidamente.
