Mi último latido

Capitulo 3

La puerta se abrió lentamente y ahí pude verla a lo lejos. Estaba sentada de espaldas a nosotros viendo por el enorme ventanal que contenía la habitación, dejando una vista hermosa de la ciudad la cual estaba tiñéndose de un color naranja debido a que el sol se estaba empezando a ocultar para darle paso a la noche.

Me limité a observarla a detalle, su cabello era de un color negro que le llegaba hasta más abajo de la cintura, como tenía puesta la bata del hospital pude ver sus delgados brazos de un color tan pálido casi como la nieve y el mismo color que tenía mi compañera de trabajo, aunque su tono de piel era aún más claro y supe enseguida que debido a su enfermedad este la estaba palideciendo más de lo normal. Toda su contextura era delgada, y entendí que esto también era debido a que no estaba alimentándose lo suficiente.

Esto más su enfermedad, la estaba destruyendo poco a poco.

El doctor rompió el silencio luego de unos minutos de haber entrado a la habitación-Señorita Lawson, quería presentarle a la enfermera que la cuidara mientras se encuentre internada.-Dejó de hablar seguro esperando a que la pelinegra dijera algo al respecto, pero esta no se inmutó. Ni siquiera hizo el intento de darse la vuelta y mirarnos. Él al ver que ella no hablaría, volvió a tomar la palabra-Quiero que sepa que estamos aquí para cuidarla señorita Lawson, haremos lo posible para que se sienta cómoda y mejore poco a po-Se vio interrumpido por la baja voz de la muchacha frente nuestro la cual todavía nos daba la espalda.

-Como si fuera posible que mejore.-Soltó con un tono amargo que hizo que una mala vibra inundara el lugar.

Y lo que más dolía de la situación era que decía la verdad, y ni nosotros siendo unos profesionales podíamos decir algo en contra a aquello.

-Capaz tenga razón, pero puede mejorar su estilo de vida. Mirese, no le hace para nada bien que se obligue a no comer y mantenerse en este estado.-Hablo por primera vez desde que entramos a la habitación, pude notar cierta tensión en su cuerpo al escuchar mis palabras-Si se propone mejorar y no ponerse en esta situación, podría estar haciendo muchísimas cosas ahora mismo, poder disfrutar el tiempo que le queda y no malgastarlo estando de esta forma.-

-La señorita Hamilton tiene razón, por eso esperamos un poco de colaboración de su parte para que pueda irse de aquí cuanto antes. Usted más que nadie sabe de su condición señorita Lawson.-Ambos mirábamos en su dirección esperando alguna respuesta o acción por parte de ella, pero de nuevo volvió a quedarse callada sin decir ni una palabra. Nos miramos entre sí y no pude evitar soltar un pequeño pero pesado suspiro.

Luego de unos segundos en silencio, el señor Bernard volvió a hablar-Ya se está haciendo de noche, así que la enfermera Hamilton le traerá su comida dentro de unos minutos, por favor haga su esfuerzo para comer si desea mejorar.-Y por consecutiva vez, solo lo que obtuvo fue un largo y sombrío silencio.

Se giró de nuevo en mi dirección soltando también un suspiro y habló dirigiéndose a mí ahora-Enfermera.-Yo asentí sabiendo de inmediato que quería que hiciera y me di media vuelta caminando directo a la puerta. Una vez llego a esta salgo de la habitación cerrando la puerta detrás mío dándole una última mirada a la pelinegra.

Esto sería un largo y duro trabajo.

***

-Con permiso, vengo a traerle su comida.-Hablo mientras abría la puerta entrando junto con un carrito.

Había entregado la cena a todos los pacientes de los que me encargaba y había dejado por último a la pelinegra ya que quería quedarme con ella para corroborar que comiera su comida. Una vez cierro la puerta pongo mi mirada sobre ella, ahora se encontraba acostada en la camilla mientras seguía mirando en dirección a la enorme ventana. Podía observar la mitad de su rostro, este estaba tan pálido como sus brazos, sus labios estaban resecos y habían perdido un poco el color dejándolos en un morado claro. Mantenía unas pequeñas ojeras debajo de sus llamativos ojos color avellana, los cuales destilaban cansancio y tristeza absoluta.