Signos, la vida secreta

1 : MAÑANA TRANQUILA

Los primeros rayos del sol se filtraban a través de la ventana, atravesando la tela que inútilmente intentaba frenar su ingreso, acompañado de un viento helado una espesa neblina se esparcía por el piso, las dos personas que dormían en aquella habitación empezaron a buscar de manera inconsciente algo para cubrirse y dejar esa sensación de frío.

Ambos saltaron de la cama mirando a su alrededor sorprendidos, habían escuchado algo parecido a una pequeña explosión, ¿Qué había sido eso? Se preguntaban mirándose entre si.

Aunque no tenían telepatía con tan solo verse a los ojos sabían lo que se querían decir.

Libra ve tu primero como el buen amigo que eres – pensó Géminis señalando la puerta con la cabeza.

-¿Me estás jodiendo? – contestó Libra en un susurro entendiendo perfectamente lo que su amigo le había transmitido con esa acción – a la cuenta de tres, uno... , dos... , tres

-Zafo – dijo Géminis en acto reflejo evitando ser quien iría a averiguar qué era lo que pasaba.

Entre reproches el menor en la habitación tomó una pantufla que había en el piso y cual fuera un arma se aferró a ella abriendo la puerta para después dirigirse al lugar del cual provino el estridente sonido, por su parte Géminis seguía a su amigo unos pasos atrás usando su sabana como si fuera una capa, sin importarle que la estaba arrastrando y ya no tenían detergente para lavarla después.

Y ahí iba Libra yendo con su calzado en las manos como si fuera el objeto más letal que existiera, mientras que Géminis entre la tela le rezaba a quien sabe quién.

-¡Oh! gran Géminis, poderoso Géminis ,increíblemente guapo Géminis, no dejes que nada me pase- Libra al escucharlo volteo a mirarlo fingiendo indignación, su amigo se estaba rezando a él mismo y no lo había mencionado.

Igual cualquier cosa que pase te dejaré como ofrenda y me iré corriendo – pensó para regresar su mirada al camino.

Libra caminaba sigilosamente, cual ninja, o al menos eso creía él, a los ojos de su amigo un elefante en tacones haría menos ruido, Libra andaba haciendo bulla hasta con la más mínima cosita que hubiera en el camino y no es como que tuvieran muchas cosas, pareciera que a propósito chocaba con ellas, grande Libra.

- ¿Quieres dejar de hacer tanta bulla? - le reclamó Géminis en un susurro a su amigo – si nos va a descubrir y nos matan será tu culpa - le reprochó.

- Entonces ven tú a fijarte maldito cobarde , además , eso no pasará - dijo deteniéndose de golpe mirando a Géminis por encima de su hombro.

- Vamos Libra lo estás haciendo bien, sigue así - lo animó Géminis para cambiar el tema dándole una sonrisa mostrando todos sus dientes mientras Libra rodaba los ojos.

- Cobarde - susurro el castaño mientras caminaba apretando más fuerte la pantufla de conejo.

Libra se iba adentrando un poco más en la oscuridad de la casa mientras Géminis estaba mordiéndose las uñas de los nervios sin querer salir de aquellas mantas "protectoras" según él.

Mientras el menor bajaba las escaleras pudo escuchar con más fuerza e intensidad aquel sonido y supo que venía de la sala, cuanto más se acercaba más lograba oir, pero ahora no eran solo cosas moviéndose, también eran susurros ,no era solo una persona ,eran dos.

"Debí traer la otra pantufla" pensó el castaño con una gota de sudor pasando por su frente, temiendo de quien fuera a estar en su casa.

Con mucho valor y decisión, Libra entró a la sala prendiendo la luz y dando pantufladas en el aire con los ojos cerrados y gritando.

- ¡FUERA DE MI CASA LADRONES O ENFRENTARAN LA FURIA DEL GRAN LIBRA! – gritó aún con los ojos cerrados y con la pantufla en mano moviéndose cual espada.

- ¿En serio Daniel? – le preguntó aquella voz que Libra pudo reconocer al instante– ¿ibas a enfrentarte a ladrones con una pantufla? – volvió a cuestionarlo Leo con los brazos cruzados viéndolo divertido.

Libra abrió los ojos sorprendido, puesto que no esperaban ninguna visita y menos de él, aquel hombre de cabelloz dorados y ojos miel se encontraba en su delante , era hasta chistoso ver el como con su aspecto no encajaba en el lugar.

Hace tiempo que el sol no baja y nos acompaña – pensó Libra y rio ante su propio comentario ya que sabía la razón por la cual ya no convivían.

- Leo, que sorpresa – dijo Libra soltando su calzado.

- Que horrible cuchitril tienen aquí Daniel – se quejó Sagitario saliendo de la cocina con una manzana en mano, como indignado por todo lo que veía – hasta donde sabía ustedes tenían los fondos suficientes como para una vida

Esa manzana iba a ser el almuerzo – pensó como si no hubiera escuchado el resto .

- Oh gracias Sagi, un amor como siempre - le dijo el castaño con los ojos entrecerrados – y lo del dinero... pues ya no hay tanto como antes , pero no estamos tan mal , y díganme chicos, ¿Qué hacen aquí? – cuestionó invitándolos a sentar en el gran sofá que había, pero una vez vio la sala lo recordó, semanas atrás habían apostado el sillón y para variar habían perdido, ahora lo que amueblaba la sala eran cinco sillas de plástico que se trajeron de una actividad que hubo en el parque hace cuatro días .

Leo y Sagitario se miraron, uno de ellos se preguntaba, ¿Esto es un chiste verdad? Y él otro, ¿De verdad esperaba más de estos dos?

- ¿Está Géminis? – le preguntó Leo, ignorando su pregunta y simplemente quedando en pie mirando hacía las escaleras, lo cual hizo que Libra rodara los ojos, suponía las intenciones del león.

- Sí está, pero es un miedoso que no quiso bajar – le respondió lo más tranquilo y serio posible.

Géminis baja, quiero verte – pensó el de melena dorada sin cambiar de expresión.

Mientras que, por el lado de Géminis, este se encontraba preocupado puesto que no había escuchado más ruidos además del grito de su amigo.

Ya habían pasado alrededor de 5 minutos de eso y no se escuchaba nada por parte del castaño que había salido antes que él.

- ¡Daniel! – llamó su amigo, pero nadie contestaba- ¿Eres un asesino que ha matado a Daniel? – otra vez sin respuesta- si aún sigue con vida tampoco puedo pagar un rescate así que te lo puedes quedar – bromeo intentando ocultar su nerviosismo – Daniel si esto es una broma ya no da risa y eso que eres un payaso profesional

Esperó un par de minutos más, pero todo se mantenía en silencio, envuelto entre sus sabanas caminó despacio a ver él mismo lo que estaba pasando.

-¿Será que bajo? - se cuestionó el chico para si mismo - ¿Pero y si ya me mataron a Libra y ahora vienen por mí? - seguía preguntándose un poco asustado - Oh vamos, tú eres Géminis, el mejor signo de todos, no debes temerle a nada, bueno , a las cucarachas pero eso no importa ahora, a menos que el secuestrador sea una cucaracha gigante- se distrajo con sus propios pensamientos - sal de estas sabanas y ve a averiguar lo que pasa ahí abajo - se alentó para después seguir con su camino.

Mientras bajaba las escaleras vio una sombra que estaba sentada en el sofá, con todo el miedo del mundo se acercó más para ver quién era y vio a un Libra sentado con el semblante algo serio, moviendo nerviosamente sus dedos, Géminis soltó un suspiro aliviado de saber que su amigo estaba bien pero le extrañó verlo algo nervioso.

-Oye Libra - lo llamó el chico para que el antes mencionado volteara a verlo con las cejas levantadas - ¿Estas bien? Pareciera que has visto al imbécil de E...- no lo dejó terminar.

Libra se levantó de donde estaba sentado y camino hasta donde Géminis.

- Géminis, tenemos visita – sonrió el chico algo nervioso llevando a Géminis de los hombros hasta la sala donde pudo ver quiénes eran aquella visita.

Hubiera preferido no bajar, hubiera preferido que fueran ladrones o secuestradores ... hasta la cucaracha gigante iba a ser mejor que lo que se avecinaba ... - pensó Géminis forzando una sonrisa .