Gritaba, corría, lloraba ... que más podía hacer cuando frente a él todo lo que juró proteger había desaparecido.
Se maldecía... los maldecía a todos... el único lugar al que pudo llamar hogar, donde encontró aquel amor que nunca imaginó tener o me...
Oculto entre los matorrales respiraba de manera agitada mientras que con ambas manos tapaba su boca para que su llanto no fuera escuchado, vio cómo se alejaron y cuando el silencio reinó se puso de pie, el ardor y dolor que le provocaban los raspones obtenidos tras la caída le dificultaron caminar de manera correcta.
¿A dónde tengo que ir? - si bien había escuchado que todos se dirigían a la montaña ir solo lo aterraba, quería estar entre los brazos de sus padres como si estuviera a punto de despertar y todo fuera una pesadilla.
Yendo en contra de lo que le dijeron regresó a su hogar, guiado por las inmensas llamaradas de fuego que provenían de esta, sus padres lo ayudarían, lo refugiarían hasta que todo estuviera bien.
Por su parte Morgan peleaba hombro a hombro con su familia, tras una ráfaga de sangre el cuerpo de su padre terminó en el suelo, inerte y con la mirada perdida.
Es el fin... su hermano ya sin fuerzas lo único que podía hacer era e intentar esquivar los golpes o esperar que el impacto no le causara mucho daño.
-Papá Mamá - el grito de su hijo hizo que ambos padres al instante lo buscaran con la mirada.
Cuando la mirada de Morgan y Nayet se cruzaron aquel sueño ya casi olvidado de hace tantos años apareció en su mente tan nítido y detallado como si lo hubiera vivido en carne propia, quería llorar, gritar, maldecir, ¿Acaso todo eso le iba a pasar a su pequeño?
-¡Ruslan!
-Yo te cubro hermano - no le importó que sus piernas temblaran de cansancio, la expresión que vio en el rostro de su hermano le hizo darse cuenta de lo importante de la situación, quizá aún más importante de la muerte inminente que se acercaba.
- ¿Qué haces aquí? - le preguntó su madre apenas lo abrazó, estaba feliz por ver a su hijo, pero lo que menos quería era que muriera en ese instante - debes irte
- Pero mamá - el pequeño estaba asustado - a...abuelo - pudo reconocer su cuerpo no muy lejos de donde estaba
- Nayet , escúchanos , ahora debes esconderte y cuando veas que todo es seguro ir a la montaña
- No, no quiero, no quiero - se aferraba aún más a progenitora quien aún después de lo dicho no aflojaba su abrazo.
- ¡Escúchame! - Morgan ya estaba preocupado por sobre su hombro veía como su hermano cedía al cansancio , era cuestión de escasos minutos que llegaran a ellos , sería su fin, ni él ni su amada se encontraban en condiciones para si quiera correr - Tendrás que aprender a controlar tus impulsos , piensa antes de hablar - apartando bruscamente a su esposa e hijo y teniendo la total atención de este último prosiguió , debía evitar aquel horrible futuro para él - no entregues tu mente y tu corazón a- el fuerte dolor que se formó repentinamente a su costado hizo que parara , el grito de su amada y de su hijo se hicieron presentes.
- Suéltalo - ella haciendo lo que podía en su estado empezó a luchar con la persona que había herido de gravedad a su marido.
- Nayet... - su voz poco a poco se volvía un susurro - Uzziel no creas en ese leo no te entregues a nadie que no lo merezca, no seas soberbio, se constante, no seas indeciso, no seas muy curioso, se tranquilo y paciente, no seas un Géminis, recuérdanos y quiérenos, pero no cometas nuestros errores, así podrás ser feliz mi pequeño - la sangre salía de su boca sin control.
En la cabeza de Nayet se intentaba procesar todo lo dicho, era tan solo un niño y lo que más llamaba su atención eran los cuerpos repartidos por lo que antes era una enorme "mansión" , las llamaradas de fuego consumiendo su antiguo hogar , a su madre siendo arrojada con suma violencia hacia el piso, en una situación así era de esperarse el poco entendimiento de lo que le estaban diciendo .
Le gritaron que corriera, que se alejara y viviera, llorando tuvo que obedecer, antes de perderlos de vista los tres se dijeron cuanto se amaban ...
Sumando había sido destruido en cuestión de horas, ya nada sería igual.
De tanto correr y llorar su cuerpo no aguantó, viendo el atardecer de ese mismo día se escondió entre los arbustos antes de perderse en sus sueños, ahí era feliz, ahí todo estaba bien y su familia no estaba destruida, amargas lágrimas corrían por sus mejillas mientras dormía.
No tuvo que dormir... si no lo hubiera hecho no lo habrían capturado y lo último que recordara no sería aquel dolor en su hombro y mitad de su rostro.
El gruñido de su estómago hizo que despertara, ¿Cuánto había estado inconsciente?
Al intentar abrir los ojos el ardor regresó, subió sus manos lo más rápido que pudo a al ojo afectado dándose cuenta que se encontraba vendado en sus dos más graves heridas.
-En su estado es lo máximo que te darán, acepta
-Si tan solo ese imbécil no hubiera ...
-Ya está hecho, dámelo a mi
-Bien, pero resérvamelo para cuando empiece a trabajar
-Si puedes pagarlo serás bienvenido
Como si fuera un objeto más fue vendido a quien sabe quién, ¿Su destino sería solo de miseria?
-¿No lo has visto? Te haría un favor
-Por eso nunca llegarás a mi posición, es un diamante en bruto, es... un arma que disfrutaré utilizar...
Después de esa corta conversación las voces se fueron alejando , en un par de días iba a ser llevado por su "comprador"
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-Tú solo bailarás, no quiero que otra persona muera por no resistirlo - el menor solo temblaba tras las palabras del señor que se encontraba mostrándole el lugar - hasta los quince no tienes nada que temer - fueron llegando a una amplia habitación en la cual se encontraban libreros y un ostentoso escritorio - ahora ... preséntate, ¿Cuál que tu nombre? - preguntó sentándose detrás del mueble examinándolo de pies a cabeza, al ver que su nerviosismo no disminuía intentó aligerar el ambiente.
- Pero que mal educado soy, yo me llamo Aldair Kozlov ¿y tú?
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Es un capítulo corto pero más que nada fue para explicar lo que le pasó a Nayet , en los próximos capítulos se va a hablar más de los otros signos y sus orígenes.
Kou 🎭
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