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La oscuridad cubrió la aldea como un manto que alejaba a las personas de los secretos que rodeaban Konoha, algunos más oscuros que otros pero los candados no servirían de mucho si uno se llegará a romper.

- Sé que quieres quedarte en casa y descansar pero esta misión es urgente. -

- Si, mi Lady. -

No sé cómo y no sé por qué a cada paso que daba un calor reconfortante rodeaba el cuerpo de aquella mujer que se mantenía saltando por los árboles para cumplir su misión, no sabía cuánto tardaría o si regresaría en condiciones pero eso no era una preocupación cuando tienes en tus manos la oportunidad de salvar tu aldea aunque sea con un poco información.

*Inserte voz de Shizune

- ¿Está segura de que enviar a __ por información de Akatsuki es una buena idea, Mi Lady? -

- Conozco su pasado con aquel chico pero ella no lo conoce y estoy segura que él no la recuerda. -

*Vuelve la narradora.

Ya habían pasado unas horas desde que había salido de la aldea sin avisarle a nadie, basados en su entrenamiento no se le dificultaba pasar desapercibida pero ahora no podía dejar de pensar en que Naruto se preocuparía por su repentina desaparición, la pelirroja suspiro deteniéndose en una rama al oír unos quejidos, sin pensarlo dos veces corrió en dirección a los sonidos encontrándose con un chico sentado al borde de un pequeño lago, oía su respiración agitada y también vio unas gotas de sangre en sus manos pero eso no lo detuvo al momento de lanzarle un kunai a la pelirroja.

- Muestrate - ordenó con su áspera voz.

– ¿Por qué debería? –

– Sería mejor que lo hagas por propia voluntad – camino tranquilamente.

- ¿Es grave? - hablo mientras el azabache se volvía a sentar en la orilla del lago - Soy ninja médico puedo... -

- Solo vete - se mantuvo sin mirarla.

- Solo trato de ayudarte –

- ¿Quien eres? - Volteo serio pero pronto esa expresión cambiaría por una de sorpresa.

– ¿Te sientes bien? –

La expresión del azabache reflejaba algo que no podía ocultar, por años había sentido un vacío inexplicable luego de perder a su familia y a la chica de la cual estaba enamorado a manos de el asesino que también se encargó de llevarlo a la organización a la cual pertenecía actualmente pero ahora en su frente se encontraba ella, su voz, su rostro, sus mejillas rosadas y esos ojos azules brillantes pero algo era diferente.

- ¿Me dirás tú nombre? -

- Uzumaki ___ -


¡Zaz! Sus ojos se posaron en los de ella quien se mantenía tranquila, el azabache sin decir nada levantó un poco su prenda superior dejando ver un corte en su abdomen mirando a la chica frente a él, su rostro aún serio buscaba desestabilizar a la pelirroja pero ella se sentó a su lado confiando en aquella sensación en su pecho que le gritaba que él no le haría daño, poso sus manos liberando su energía cerrando de a poco la herida del azabache.

- Uchiha Itachi - ella lo miro - mi nombre, es Uchiha Itachi. - intento no cambiar su expresión.

___ sonrió de una manera amable para luego volver a tratar la herida pero un repentino dolor apareció como un golpe en su cabeza del lado derecho, no detuvo el tratamiento aunque su vista comenzará a nublarse »Gracias por ayudarme« la voz de una niña apareció como un rayo atravesando su cerebro haciendo más intenso el dolor »Eres una gran hermana.« su corazón comenzó a agitarse de una manera peligrosa mientras la energía en su palma iba desvaneciéndose de a poco, tomo una bocanada de aire para luego caer mareada frente al azabache quien solo acomodo un mechón del rojo cabello para luego levantarse y comenzar a caminar.

- Aqui está tu capa, Itachi - apareció de las sombras el compañero del azabache. - ¿Quien es ella?

- No lo sé - se colocó la prenda - quería sanar mi herida.

Ambos colegas retomaron su camino mientras dejaban a su suerte a la muchacha, Itachi creía la Hokage no sería tan descuidada de enviar a un Shinobi solo, "seguramente su equipo llegará pronto" pensaba mientras caminaba tranquilamente sin desviar su mirada del camino, por otro lado la muchacha quien ya estaba en sus casillas se mantuvo recostada en el suelo, inmovilizada por el dolor en su pecho y por los pensamientos que la invadían, pensaba en el azabache que la había abandonado ¿Quien era él? Aún sentía su presencia abrumadora como si aún estuviera sentado frente a ella esperando que su herida sanara, luego de unos minutos pudo levantarse para continuar con su camino pero se detuvo al oír ramas crujir cerca de ella, como por reflejo tomo algunas shuriken entre sus dedos esperando algún ataque pero lo único que recibió fue el placer de ser derribada por Maito Gai quien se ganó una mirada de irritación por la pelirroja y dos de pupilos de él.

– ¿___-sensei? – ella saludo con la mano.

– ¿Tienen una misión? – los cuatro asintieron.

– Somos refuerzos para el equipo Kakashi – hablo Lee.

– ¿El equipo Kakashi? Entonces los acompaño –

Mientras Gai explicaba todo a detalle con la energía que lo carácteriza, ___ se puso sería atando su cabello en una coleta y ajustando la banda ninja que se encontraba en su muslo derecho, TenTen quien deseaba llegar a ser una gran Kunoichi no pudo evitar sentirse maravillada por la seguridad que desprendía su mayor, la pequeña castaña no hubiera elegido mejor sensei que Gai pero ahora viendo a la mujer frente a ella le hacía desear ser su pupila pero ___ había abandonado hace tiempo la idea de guiar a un equipo de niños pero le hacía feliz la idea de que algunos quisieran aprender de ella por eso al notar la extraña expresión de TenTen, ___ le regaló una sonrisa y le acaricio el cabello antes de dirigirse al mayor del grupo.

– ¿Entonces? – miró a los niños cansados excepto a la mini copia del sensei. –

– hay que correr al triple de potencia – grito él pero ___ le tapo la boca.

– Si la información exacta deberíamos esperar a Pakkun, ir a ciegas le costaría algo importante al equipo 7 – sonrió la pelirroja – esperemos unos minutos aquí y si el condenado cachorro no llega tendremos que ir de igual manera.

Roses •Itachi Uchiha x tú• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora