¿Quién eres realmente?

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Hanzo se quedó mirando al horizonte, hacía la dirección a donde los shinobis escaparon. El Señor de la guerra con cara de pocos amigos trató de avanzar pero sentía su cuerpo pesado, la espada Ryusei seguía clavada en el suelo emanando chakra y el hombre no soporto más cayendo al suelo pero el guerrero no iba a dejarse vencer por los efectos colaterales.

"¡Poderoso Khan!" Uno de sus más cercanos soldados vio a su líder levantándose y dejando un charco de sangre, inmediatamente ayudándolo.-

"¿Han encontrado los bunkers?" Preguntó Hanzo cojeando un poco y ver como se acercaba la espada Ryusei a su mano lentamente.

"Aún faltan algunos...Hanzo ¿Qué mierda te pasó?"El Soldado preguntó de forma más personal sin soltarle para nada, el señor de la guerra le miró.

"Nada de lo que te debas preocupar Izane" Contestó de forma agresiva Hanzo observando un caballo que lo esperaba.

"Me preocupo por mi hermano...has usado esa espada mucho, nunca la usas contra enemigos pequeños" Izane ayudó a su Hanzo a subir al caballo con cuidado.

"Ellos no son enemigos pequeños Izane, ellos son los pilares de un mundo shinobi lleno de mentiras y engaños, si no estoy muerto es por algo" Contesto el líder de los jinetes escupiendo sangre al suelo.

"Lo sé. La división de Suna hará contacto con nosotros así que será un día muy largo" El caballo avanzó a trote lento. "¿A quién enfrentaste allá hermano? Te enfrentaste al Hokage y al último Uchiha pero esto es nuevo"

Hanzo solo se quedó pensando en aquella cabellera rosada y esos ojos verdes, llenos de fuego y de voluntad de hierro.

"Enfrente a una mujer dispuesta a morir por su nación, una patriota como nosotros" Hanzo se reincorporó un poco sintiendo algo en la espalda. "Izane, muy pronto liberaremos este mundo de los shinobis y de sus mentiras que han azotado a los inocentes"

"Dalo por hecho...Poderoso Khan"

El caballo apretó el paso para ir hacía las puertas principales de la aldea, la búsqueda de los bunkers pararía por ahora, siendo un arma de doble filo para ellos. Que las tropas descansen y de que los shinobis pudieran realizar o un ataque más o morir en el intento.


-A lo lejos-


Shinachiku con una Sakura en sus brazos inconsciente seguía a Kakashi a toda velocidad, el albino había notado que el peligro habría porque no escuchaba ya más explosiones o escuchando el galope de los caballos a toda prisa, todo se convirtió silencio tras las batalla.

Los dos shinobis se detuvieron en el camino, observando a su alrededor que no hubiera nadie y metiéndose en unos matorrales grandes, donde estaba el equipo de Sakura con Hima, Hanabi y Moegi cuidando a Konohamaru y al Hokage, aún en un estado crítico.

"¡Mamá! ¡¿Qué la paso?!" Sarada fue con Shina al ver a su mamá en un estado crítico al borde del llanto.

"No grites Sarada, mejor ayúdame con un botiquín" Comentó Shina dejando a la pelirrosa en el suelo y tomando agua y alcohol con unos vendajes mientras Sarada estaba que le comía la angustia.

"Mamá...Por favor háblame" Decía la Uchiha aguantándose las lágrimas y con sus manos temblando.

"¡No debí dejarla sola, Sakura-san debió venir con nosotros!" Se culpaba Hanabi apretando el puño con fuerza.

"Lo hizo para que ustedes pudieran escapar, además de que fue un alivio encontrarlos, esos jinetes son implacables, saben cómo presionarnos, al borde de la desesperación" Comentó Kakashi sintiendo impotencia por cómo había quedado su antigua alumna. "Escuchen, no es seguro mantenernos aquí, puede que hayan parado los ataques pero volverán así que hay que ir a la frontera y ahí los perderemos"

Naruto Mirai No Kage (Segunda Temporada) (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora