Dolores Newman
Fuí a la cocina confiando en que Cinco está haciendo lo correcto, en un instante sentí la presencia de alguien quien intentaba ser silencioso. Sin dudar tomé el cuchillo que estaba colgado en la cocina y voltee pero mi rostro se ablandó al ver a Dylan.
- ¿Que haces aquí? -Lo sustuve con más fuerza desconfiando de él.
- Solo quise verte, ¿No puedo? -bajé el cuchillo lentamente y lo miré con detalle.- ¿Sabes algo más de Carrie?
- Sigue utilizando a Cinco -aparté la mirada y me senté en la mesa del comedor- Y me está estresando demasiado querer detenerla y vivir amenazada
- ¿Que vas a hacer? -se acercó y tomó un mechón de mi cabello, pero quité su mano y lo miré seria
- no me toques -dije firme- y... No lo sé, los hermanos de Cinco estan volviendo a confiar en Carrie, ¿¡No ven que nos quiere utilizar!?
- Deberias ir a decirles -asentí pero me daba mala espina que Dylan estuviera conmigo, no desconfío de él, es decir... Él me está ayudando a exponer a Carrie, pero ha estado actuando muy extraño- Pero antes, ¿Puedes darme un vaso con agua? -sonrió y bufé, me bajé de la mesa y fuí a la cocina a darle lo que pidió- Debes cuidar mas en a quien le pides favores, señorita Newman -sentí sus manos enrollarme con delicadeza y después apretó con fuerza poniendo un trapo sospechoso en mi cara. No fué cuestión de minutos cuando perdí la conciencia.
Carrie Scott
- Ehm, debemos regresar a casa -repitió Cinco y yo asentí alejandome de él.
- Quiero dejar de pensar en el apocalipsis un rato -dije y lo miré seria- ¿Podemos quedarnos otro rato? -sonrió pero negó lentamente
- Tenemos que volver Carrie... El tiempo se va acabando -Lo miré a los ojos y recordé las veces que él me ha escuchado sin ninguna queja, y la verdad es que no tengo idea de como es que ha logrado hacer que le abriera mis emociones de una manera involuntaria, pero eso le daba el derecho de saber algo más de mi.
- __________ -solté
- ¿Perdón?
- __________ Scott, ese es mi verdadero nombre... Utilizo Carrie principalmente porque mis papás dijeron que la comisión no era muy confiable como para dar tus datos, especialmente para el tipo de persona que soy... Espero no te moleste saber esto despues de un buen tiempo de habernos conocido mejor...
- _______... -amplió su sonrisa- la verdad es que nunca te vi cara de Carrie -soltó una risa- pero me alegra saber que la confianza entre nosotros se va ampliando -me miró sincero y tomó mi hombro
- Tambien quiero conocerte más, Cinco -nos miramos y el asintió suavemente
- Lo mismo digo... Pero el tiempo se agota, se que me estoy obsesionando demasiado con este tema pero en serio quiero que todos estén a salvo y quiza los dos podamos ser buenos amigos.
- Pero... Somos amigos, ¿No? -contesté desentendida, creí que ya habiamos avanzado algo...
- Somos socios, claro
- Esa no fué mi pregunta
- Carrie, tu misma me dijiste que esto solo era un trato, un trabajo, yo soy tu cliente y tu ibas a darme lo que te pedí, salvarnos el trasero, quizá despues de esto, cuando todo se haya arreglado podamos ahora vernos de manera informal -apreté mis labios y di media vuelta
- a casa -tomé el maletín y me adelanté. Corrió a mi para tomarme el hombro pero lo alejé- Ve por tu cuenta, tu tienes poderes para eso. Yo iré a MI casa. Con permiso señor Hargreeves. -Lo miré mal y fuí a la comisión.
Me insultaba mentalmente al creer que en serio ibamos aunque sea llegar a ser amigos... Y, bueno, para tener en mis planes tener que enamorar al señor Hargreeves es porque quizá haya algun que otro sentimiento hacia él, y bueno, quizá si, pero no el suficiente para no utilizarlo a mi favor. En serio necesito que el tenga algun sentimiento.
Lo he analizado y se que es un completo vulnerable cuando está enamorado. Depende emocionalmente de la persona y a veces llega a ser un rehen del amor. Solo es cuestión de una pequeña jugada y listo.
Una estafa al amor
- Señorita Scott -Betty Friedan, una de las integrantes de la comisión, demasiado lista y respetable, pero todo su trabajo se fue por un caño cuando un idiota la humilló solo por decirles la verdad en la cara.- ¿Podemos hablar?
- ¿Que sucede? -dije sentandome en mi lugar. Le permití sentarse notando como ella se sentia incomoda por la manera tan correcta de sentarse mientras que yo estaba en el asiento con un pie recargandose en el escrito. Bufé y la miré serena reincorporando mi postura- Señorita Betty, AJ se ha ido, ya no está, se esfumó. Ahora yo soy la jefa aquí y no permitiré que su codigo de vestimenta y formalidad la haga sentir incomoda ademas de que se perfectamente el valor que usted merece.- me agaché para abrir un cajón lleno de archivos, saqué uno nuevo apuntando su nombre
- Lo siento -golpee el escritorio
- No se disculpe -solté molesta- nunca se disculpe si sabe que no ha hecho nada malo. -iba a contestar pero la interrumpí- es una nueva regla aquí. Ustedes no merecen ser secretarias de los sicarios. -saqué un arma nueva de otro cajón y la puse sobre su archivo nuevo
- ¿Que es eso?
- Su nuevo archivo. Completamente limpio y con un puesto mayor. Hará exactamente mi mismo trabajo -le tendí el arma
- Pero... Ese no es nuestro trabajo
- De ahora en adelante si, estamos en los sesenta señorita Betty, vengo del maldito futuro y esta es la decada con mas evolucion social dentro de este siglo. No me va a defraudar y va a mostrarles a todos el verdadero valor que tiene. -le di un bolígrafo, ella me miró confundida. Alejé los papeles y la miré soltando un suspiro pesado- Tu llegaste a esta comisión como una ama de casa con estudios universitarios de psicología, y terminaste siendo una secretaria de un sicario, por lo tanto eres una mujer insatisfecha porque aun así para todos su único propósito en la vida como mujer es ser una esposa y madre pero no señorita Friedan, usted me ha mostrado potencial. Así que decidase Señorita Betty, ¿tomará mi puesto o va a alzar la maldita voz y ayudará a otras mujeres como usted a mostrar su potencial?
Por supuesto que sabia quien era Betty Friedan. Una mujer que tomó la iniciativa para crear una Fundación y ayudar a las mujeres con titulos universitarios para tener un mejor desempeño.
Solo le quise dar un empujoncito para que lo hiciera mas pronto.
(Exacto, tambien incluiré personas que han tomado un buen papel en la historia dentro de los sesenta <3 aclaro que lo que he escrito no tiene nada que ver a la historia real de Betty Friedan, puedes ver la historia real en internet)
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𝗧𝗵𝗲 𝗖𝗶𝘁𝘆 𝗼𝗳 𝗣𝗮𝗶𝗻 - 𝗡𝘂𝗺𝗲𝗿𝗼 𝗖𝗶𝗻𝗰𝗼
FanfictionCOP || La capacidad del poder sobre ciertas cosas, a veces puede llegar a hacerte creer que tienes el derecho de sobrepasar los limites, ¿Pero quien lo entendería, si lo haces por amor? Donde Carrie Scott tiene que supervisar que Cinco Hargreeves ha...