𝗧𝗵𝗲 𝗖𝗶𝘁𝘆 𝗼𝗳 𝗣𝗮𝗶𝗻 - 𝗡𝘂𝗺𝗲𝗿𝗼 𝗖𝗶𝗻𝗰𝗼

Capitulo 32: ¿Quien es el ideal?

Carrie

Cinco no dejaba de verme serio, su mirada al cruzarse con la mia solo hacia el momento más tenso, yo miraba la puerta de los Hargreeves, esos Hargreeves.

— Pensándolo mejor, creo que nadie es el correcto para entrar ahí —dije después de ver a Dolores mirandome mal

— Yo iré —Soltó Dolores y yo la tomé del hombro y negué, estabamos perdiendo el tiempo. Cinco solo estaba recargado sobre in auto, suspiré y toqué. Si en verdad quiero a Dolores, puedo enfrentar esto bien con tal de que ella esté bien.

— Carrie —Musitó Pogo al abrir la puerta, sigo sin entender como es que un simio puede ser un mayordomo que habla

— Sé lo que hice, pero mi amiga está herida y usted y Grace son los unicos que pueden hacer algo al respecto —Es la primera vez que menciono a Dolores como una amiga, y estoy segura que Cinco tampoco lo esperaba.

— ¿No cree usted que es algo hipócrita de su parte? —asentí culpable

— Hagalo por ella y no por mí, aunque tengamos diferencias, ambos tenemos el mismo enemigo y este fué quien la hirió. —Se quedó analizando la situación y solo dejó pasar a Dolores, suspiré aliviada y miré a Cinco que me seguía mirando inexpresivo

— ¿Desde cuando eres amiga de Dolores?

— Desde que tus hermanos me empezaron a tratar bien extrañamente —alzó la ceja y se giró para verme a la cara

— ¿Por que lo mataste?

— Fué un accidente, te lo prometo, fué un gesto de desconfianza, solo quería alejarme de tu papá pero sin querer lo hice

— ajá, ¿Que hago? ¿Creerte? —asentí— Todo este tiempo llevabas planeando su muerte, ¿Por que no intentarías hacerle daño para que pareciera un accidente?

— En serio lo fué, él me aclaró demasiadas cosas sobre mi vida y adolescencia y tan solo unos minutos, cosas que mis propios padres me ocultaron, abusos, traumas que ellos mismos se aseguraron de que olvidara mediante una prueba que habian creado, una máquina capaz de olvidar los malos días. Reginald nunca estuvo de acuerdo con la prueba y por eso quizo llevarme con él para estar a salvo.

— ¿Que te hizo mi papá para que te defendieras?

— Quizo hacerme pruebas, como yo vivo a base de su creación, creyó que seguía teniendo el derecho de usarme cuando quisiera, aunque entiendo bien a lo que quería llegar, yo no queria verme envuelta en un proyecto donde sabía que si un día mi madre se enterara, ella se encararía de matarme. Me negué pero el insistía demasiado y yo soy muy desconfiada, he estado con muchos hombres en toda mi vida y no me sentia a gusto en ese ambiente de presión.

— Mira... —dijo con los ojos cerrados y suspiró, me observó tomando mis hombros en forma de apoyo— me duele la muerte de mi padre, sin él no sabria muchas cosas de mis poderes y me crió a mi y a mis hermanos, todo este tiempo me he preocupado por él porque mis hermanos aún lo estiman aún hubiera hecho lo que hubiera hecho, porque sabemos que él tiene lo que necesitamos, pero yo en realidad no me siento tan apegado a él, quizá porque ya tenía cuarenta y cinco años sin verlo, pero yo no me siento molesto, si, no me esperaba recibir esa noticia tan repentina y duramente como tu lo hiciste pero lo entiendo. Tu también tienes cosas de las cuales preocuparte. —apretó sus labios y yo suspiré

— Gracias Cinco —asintió y lo abracé— te quiero —el soltó una risa nasal y negó

— no lo haces —sentí aquel deja vu, solo que esta vez yo le estaba diciendo lo que siento

— Lo hago, sé que yo he sido dura e incluso indiferente pero durante este tiempo donde trabajamos juntos para salvar a tu familia y salvar mi trabajo solo ha hecho que me acerque más a ti, y en serio tengo miedo, porque te quiero, y no me gusta solo ser tu socia y compañera, viajaría las veces necesarias al pasado con tal de decirte bien y a detalle lo que siento, he roto las reglas por tí, he hecho muchas cosas por ti, no tengo idea que otra pruebas quieres para demostrarte que te quiero. —Se quedó callado y solo estaba pensando

— No sé que decir —me decepcione al saber que realmente no va a pasar lo que pasó antes de que decidiera viajar al pasado para salvar a Dolores.— me hubiera gustado ser yo quien te dijera esto, pensé que solo estaba Henry en tu corazón

— después de saber muchas cosas de él, supe que me traicionó pero también fué un amigo y no me agradó como terminaron con él y con mi vida. Me refiero a como terminé a ser una adolescente de nuevo.

— También te quiero Carrie pero creo que ahora no es el momento —ya lo presentía de todas formas— hablemos mañana de esto, ¿quieres? tomalo cómo una cita —no podia salir otra palabra de mi boca— también necesito aclarar cosas contigo sobre nosotros.

— ¿De que hablas?

— Sobre si realmente puedo ser el hombre ideal para tí. Ambos tenemos muchas cosas que aclarar en nuestras vidas que puede afectar a lo que sea que sintamos mutuamente. Te quiero tanto como quiero a mi familia y no quisiera que ninguno de los dos nos veamos afectados.

— Estás hablando de algo muy a futuro Cinco

— Quiero hacer las cosas bien, en mis cincuenta y ocho años que tengo de vida es la primera vez que quiero tener algo serio con alguien. —Volví a sentirme como la Carrie de 48 años, no sé porque me veia junto a Cinco con nuestras edades concientes en el lugar donde estamos... Cerré los ojos queriendo evadir la imagen mental de ver a Cinco pasar por lo mismo que Henry.

Se que debo dejar ir pero no quiero perderlo, perderlo a él. Cinco ha hecho que sea otra persona.

— Haremos las cosas bien, Cinco —puse mi mano en su hombro y lo volví a abrazar.— He hecho lo imposible para que esto pueda salir bien.

— ¿Qué?

— Me refiero a que he planeado decirte lo que siento con tal de que saliera bien, y sé que la desicion que tomemos sobre nosotros sera buena.

— Mamá, papá, ¿ya acabaron? —Soltó Dolores hablandonos burlona. Cinco rompió el abrazo y carraspeó incómodo.

— ¿Ya estás bien? ¿Te duele algo? —dije viendo su brazo vendado

— Estoy bien, y creo que ustedes dos también —sonreí forzadamente, olvidaba que se mete en cosas que no le incumben fácilmente.

— Tengo que ir con mis hermanos —Dijo Cinco, nos miró y sonrió— ¿Las dejo en casa? —no pude decir nada porque nos tomó y nos transportó a nuestro hogar, bufé

— Gracias Cinco —dije más relajada

— Mañana iré por ti a las tres, estás avisada —sonrió y se fué dejandome con Dolores quién estaba mirandome con burla

— ¿Perdón? pero, ¿acaso la persona que dijo que no iba a intentar nada con Don Hargreeves está a punto de tener una cita con él mañana?

— Shh —dije riendo y me detuve en seco al ya no ver el cuerpo de Pitts en el suelo— Mierda.