Desperté lentamente con el sonido de la música que entraba suave por mis oídos, y cómo aún estaba un poco dormida no me di cuenta de inmediato en qué lugar había pasado la noche. Me giré hacia mi derecha y de inmediato vi la foto que estaba sobre la mesita, era la que Alex había tomado de nosotros dos afuera del bar la noche anterior, la volteé y me sorprendí por el hecho de que tenía mi numero escrito al reverso. –Vaya, con que terminaste dándole tú numero- dije para mí, sonriendo por la situación. Ahí fue cuando terminé de darme cuenta en qué lugar estaba, nada más y nada menos que en la casa del señor Turner.
Me senté rápidamente sobre la cama, mi cabeza dolía bastante, tanto que sentía que iba a explotar, tenía puesta una camisa que tapaba mi trasero, la cual no me había dado cuenta que llevaba. Al dejar la fotografía en su lugar noté que había un pequeño papel blanco puesto intencionalmente para ser visto. Lo tomé y lo leí.
-“Hermosa, he salido a hacer algunas compras, por favor no te vayas, vuelvo pronto. Alex.”
Me sonrojé al ver la palabra “hermosa” escrita ahí y sentí además una especie de ternura por aquel gesto de Alex.
Busqué mi ropa pero no pude encontrarla por ningún lugar, ya me estaba sintiendo avergonzada por el hecho de estar vestida así y ni siquiera poder recordar que es lo que había pasado la noche anterior, sobre todo porque además me había despertado en la cama de Alex y muchas de sus cosas estaban repartidas por toda la habitación. Mi cabeza estaba llena de dudas, las cuales me moría por resolver.
Después de tomar una ducha y sentirme un poco más despierta, salí del baño y me dediqué a buscar nuevamente mi ropa, esperando tener más suerte esta vez, pero nada. Bajé las escaleras y la música aún seguía sonando.
…Then I fall asleep to dream my dreams of you.
In dreams I walk with you. In dreams I talk to you.
In dreams you're mine. All of the time we're together
In dreams, In dreams.
Reí al darme cuenta de que escuchaba a Roy Orbison, siempre pensé que era la única persona bajo los treinta años que seguía escuchando ese tipo de música, pero no, Alex también lo hacía. Otro factor en común.
Su casa era preciosa, lo suficiente como para que siguiera notándose aun con todo el desastre que había dejado la fiesta hace unas cuantas horas atrás. Busqué por la cocina para ver si se encontraba allí pero nada, no había rastro de Alex por toda la casa. Tomé mi cabello en una coleta improvisada y volví hacia el living para ordenar un poco el lugar antes de que llegara y sorprenderlo con el lugar limpio.
Justo hacia la derecha de la gran chimenea que adornaba la sala, en un pequeño rincón había un estante lleno de libros, CD’s, DVD’s y vinilos, una gran colección para alguien tan joven como Alex. Sus gustos musicales variaban desde el rock más clásico de los años 50 hasta unos cuantos discos de Hip-hop inglés y americano. Busqué algo que pudiese despejar mi mente y relajarme. Oasis apareció frente a mí, la discografía completa. Elegí el (What’s the story) Morning glory? Ya que era mi favorito, ese tipo de disco que contenía canciones que podían acompañar cualquier estado de ánimo, y como no sabía exactamente que sentir o que pensar esa mañana, ese era el disco perfecto.
Sentí su voz y su aroma cerca de mi oído
-Pequeña, despierta- dijo casi en un susurro mientras acompañaba esas palabras con una suave caricia en mi cabello.
Me había dormido sobre el sofá de la sala, en una posición fetal y sólo con esa gran camisa cubriendo mi cuerpo y Alex estaba sentado a mi lado mirándome, quien sabe desde hace cuánto. Sólo pude darme cuenta en ese momento del brillo de sus ojos, esos de un café casi verdoso y de su cabello desordenado cayendo sobre su frente, su cara completa trataba de comunicarse conmigo pero su boca no decía nada, supongo que ninguno de los dos pensaba que intentaría comunicar todo eso con suave beso sobre mi mejilla. Alex se inclinó lentamente hacia mí y lo hizo, de una manera cálida y tímida y casi como un reflejo, en ese momento lo único que hice fue tomar su cara entre mis dos manos y besarlo tiernamente en los labios en un beso que se prolongó mucho más de lo que yo esperaba. A diferencia del primer beso de la noche anterior afuera del bar, este ya no contenía esa energía sexual y llena de deseo. No, este beso decía todo lo contrario.
-Alex, yo, yo de verdad lo siento, no debí hacerlo- dije en cuanto dejamos de besarnos
-No tienes que disculparte. Creo que si no lo hacías tú, lo hubiese hecho yo de todos modos- dijo mientras se separaba de mí. Me puse de pie rápidamente y tomé a Alex de la muñeca para que se volteara. Podía ver en su cara cierto tono de culpa, mezclado con vergüenza. Las cosas se veían muy distintas ahora que estábamos fuera del contexto de bares y alcohol.
-Alex, necesito que hablemos.
-Sobre lo de anoche…-dijo, pero lo interrumpí
-Quiero saber si dormimos juntos, ya sabes, tu y yo…-Dije llena de vergüenza
-Amanda si quieres saber si tuvimos sexo tú y yo, no pasó nada. Cuando llegamos acá bebimos demasiado, tú sobre todo, realmente bebiste demasiado, compartiste con los demás chicos y otros invitados, pero me di cuenta de que estabas mal cuando te vi llorando afuera de la azotea. Salí a verte y me abrazaste pero no dijiste nada y sólo seguiste llorando, y te besé, en serio discúlpame por eso, pero te veías tan triste y no pude evitarlo- dijo agachando la mirada- Te llevé a mi habitación y te quitaste la ropa frente a mí, es por eso que tienes puesta esa camisa ahora. Nunca me hubiese atrevido a tocarte en ese estado. Te acosté en mi cama y me fui a la sala para decirles a todos que la fiesta estaba terminada, los chicos entendieron y se largaron, eso fue lo que pasó.
-Gracias Alex, de verdad, gracias por hacer todo eso por mí, por aguantar mi borrachera y mi ataque nudista y respetarme.- dije sonriendo con la mirada hacia abajo. La verdad es que me estaba muriendo de vergüenza. ¿Cómo pude haberme desnudado frente a Alex?, que idiota soy.
-No fue nada, sólo espero que algún día puedas traerme a casa cuando esté tirado en el piso de algún bar- dijo riendo tiernamente.
-Por supuesto que así va a ser- le dije y lo abracé con mucha fuerza- Después de todo no eras tan idiota.
-Tu ropa está limpia, la llevé a la lavandería en la mañana- dijo señalando una bolsa encima de la mesa del comedor- Ve a mi cuarto a cambiarte si quieres y luego bajas a desayunar.
-Gracias Turner- le dije mientras subía la escalera.
-Antes que se me olvide, gracias por dejar mi casa convertida en un palacio y con buena música de fondo- rió y luego desapareció a través de la puerta de la cocina.
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Nuevo capítulo, al fin!! Disculpen la demora, estaba de vacaciones, muy alejada de todo. Intentaré actualizar lo más seguido posible desde ahora antes de comenzar las clases en la universidad. Gracias a los que me leen y aquellas chicas que me han dado recomendaciones. Besos :*
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Love's a risk (Alex Turner)
FanficHay personas que pueden cambiar el sentido de tu vida. No todo lo negativo que nos sucede a lo largo de la vida tiene que derrotarnos, también tiene la capacidad de transformarse en algo positivo y depende de nosotros. El amor es complejo, puede tra...