↠ Moonlight Melody - TaeJin

↠ Dieciocho

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4 de Abril.

2:36 pm.

Aquél día nublado no le parecía de gran ayuda a TaeHyung por más que le trajera buenos recuerdos.

No había dormido nada, el dolor de cabeza aún persistía y luchaba consigo mismo para dejar ir el desesperante dolor de su pecho y corazón.

Ese día no había llevado paraguas, porque a duras penas podía mantener en mano su celular y la mochila en su espalda.

Realmente no tenía ganas de nada.

Caminó con lentitud, pensando en todo y a la vez en nada.

Para las personas que lo veían de esa forma, solo sentían las ganas de abrazarlo y decirle que todo estará bien, pues alguien como él, tenía la tristeza, molestia y confusión plasmada en su rostro, pero que con solo un abrazo, podía llegar a consolarlo y que su corazón sanara por unos minutos.

A medida que iba a caminando, pequeñas gotas empezaron a mojar todo el cuerpo del chico, haciendo que una risa irónica saliera por su parte.

Los recuerdos bajo la lluvia ya no permanecían con su magnífica racha de las más bonitas y significantes, ahora se iba agregando las difíciles.

Para consolarse, pensó que en un futuro, esos momentos servirán para evitar pasar por lo mismo, donde un TaeHyung renovado podía ser feliz y estar con alguien que también lo fuera.

Pero lo veía lejano, quería que ese futuro fuera ahora mismo y le inquietaba no saber como llegar a eso.

Su corazón se partía en varios pedazos y en cada uno predominaba algo.

Era un rompecabezas difícil de armar.

La lluvia se había hecho más fuerte, por lo que TaeHyung ya estaba empapado y fácilmente podía dejar que sus lágrimas silenciosas salieran con tranquilidad.

Se paró en el semáforo y su alma cayó al piso.

Sus ojos se encontraron y corazón de ambos empezó a latir con fuerza.

Estando en minutos, sumados en un mar de emociones e impulsos.

La luz verde apareció y empezaron a caminar.

No sigas de largo...

TaeHyung quería abrazarlo.

Por favor, haz que pare...

Cada vez más roto.

Jin, por favor...

Sus hombros rozaron pero no hubo más que eso.

No lo paró.

No hizo nada.

Solo siguió su camino.

Y TaeHyung al llegar a la otra cera, se detuvo, esta vez colocando sus manos para ocultar su rostro lloroso.

Estaba temblando no solo por el frío, sino porque su cuerpo suplicaba ir tras de el y buscar el refugio que tanto le había reconfortado cuando estaba así.

Extrañaba su calor.

Extrañaba su compañía.

Y también se extrañaba así mismo.

Alguien terminó rodeando al pobre chico, aferrándose al cuerpo de quien lo había hecho, dejando que su corazón soltara todo lo que había retenido en cuestión de segundos.

—Tete... Estarás bien, capaz y tomes un resfriado, pero JiMin y yo cuidaremos de ti... Es momento de que realmente empieces a sanar.

La voz dulce JungKook hizo sentir mejor el atormentado corazón de Tae, sin embargo, no pudo responder debido a su llanto.

Al peliazul le dolía verlo de aquella manera y al igual que JiMin, estaban viendo e intentando que su pequeño volviera a sonreír y que al menos, sus recuerdos les hiciera sentir afortunado de haberlos vivido.

Pero después de meses, se hacía difícil.

—Vamos a casa, ¿Si? Te estuvimos esperando, prometo dejarte ganar si quieres jugar, compraré lo que quieras, pero por hoy, ya haz derramado muchas lágrimas... Sonríe para nosotros y para ti.

El llanto de Tae ya se iba calmando un poco, ahora solo buscaba calmar su respiración.

Al menos tenía la suerte de que Kook y JiMin aparecían en el momento más oportuno.

JungKook soltó al castaño y tomó de su mano, haciendo que ambos pudieran caber debajo del paraguas.

—JiMin tiene preparado tu comida favorita... Te diré algo, Hyung. Aunque dije que sonrías, no significa que no puedas desahogarte... Puedes romperte, caerte o quedarte en cama durante semanas, pero si no puedes levantarte solo, te ayudaremos a hacerlo.

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