↠ Veintiséis

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20 de Julio.
2:34 pm.

El castaño se despertó, sintiendo como su cabeza amenazaba con querer explotar y como sus ojos pesaban y se segaban a causa de la luz que provenía de su ventana.

Tomar tanto vino fue en definitiva, una muy mala idea.

—No pensé que ibas a despertar, ya iba a llamar una ambulancia.

La voz del chico hizo que TaeHyung se asustara, logrando que este cayera al piso y quejándose por esto.

— ¿Cómo entraste aquí?

—No debiste darme la copia de la llave de tu casa.

El castaño soltó un quejido y se sentó en el sofá, cosas que su amigo también hizo.

—Pasaste una mal noche, tuve el presentimiento así que vine. — JungKook señaló la bandeja de comida que estaba al frente de ellos. —Te hice sopa, te va a mejorar la existencia.

—Justo lo que necesito.

Esbozó una sonrisa, se acercó para poder agarrar la bandeja y la dejo sobre sus piernas.

El chico veía con orgullo como es que el mayor disfrutaba de la sopa que había preparado.

Le gustaba ver como podía hacerle sentir bien por una cantidad de tiempo y en realidad, deseaba hacerlo durante todo el día, toda la vida.

Sabía que el proceso al que Tae se estaba sometiendo no era nada fácil, pero a su vez, creía firmemente en que algún momento, aquél chico débil, tomaría fuerzas y volvería a deslumbrar.

Pero eso no sucedería, hasta obtener lo que el realmente quiere.

¿Como podía ayudarlo a curar por completo su corazón?

Más que corazón, era curar su alma.

Tanto él como JiMin, habían intentado diferentes formas para que el mayor se diera cuenta que sus sentimientos iba primero ante todo, un error que cometieron, porque TaeHyung sabía eso.

El sabía muchas cosas y eso lo complicaba más.

—Si no fuera por JiMin, me casaría contigo.

—La vida sería mucha más fácil, hyung.

El mencionado dejó nuevamente la bandeja en la mesa y se acomodó en su lugar para quedar frente a su amigo.

—Sé lo que piensas, Goo... ¿Qué haces aquí exactamente?

Hubo un silencio que le hizo entender su razón y eso le bastó.

—Vine porque de verdad quería saber como estabas y el resto ya es historia repetida.

—Estoy bien y estaré mejor.

— ¿Cuando sucederá eso?

—No lo sé, pero espero que sea pronto.

JungKook suspiró.

Era difícil decir la verdad cuando se trataba de alguien que no ha superado a un amor, sobre todo si es tu mejor amigo.

Volvieron a quedarse en silencio, pero sus ojos se decían las cosas que no pronunciaban.

—En algún momento debes dejar de escribirle cartas.

—Me ayuda a sobrellevar esto.

—Es una tortura, Tae.

— ¿Por qué estás tan seguro de lo que siento?

El tono de su voz hizo que JungKook reaccionara y antes de jalar más el hilo, optó por dejar las cosas como estaban.

— ¿Qué harás en tus vacaciones? Deberías ir a otro lado, te hce falta.

—Primero págame el viaje y luego la estadía.

—Te hago sopa todos los días, tómalo o déjalo.

—Me convence.

Ambos sueltan una pequeña risa.

Y se formó por segunda, el silencio.

Había mucho que decir y pocas ganas de hacerlo.

Antes de que esas palabras se ahogaran en la mente del castaño, tomó aire y su mirad se fijó en los ojos oscuros del menor.

—También quisiera poder entender el por qué no he podido dejarlo atrás y verlo solo como algo que pasó, pero escribir eso hace que mi corazón pierda peso, me hace sentir más tranquilo, sé que en algún punto podré cerrar este ciclo, pero así como puedo darte miles de razones por las que no termino de olvidarlo, puedo darte otras miles del porqué quiero hacerlo. — Suspiró y se puso cabizbajo. —Si pudiera hacer las cosas más fáciles con solo un chasquido, lo haría, pero no es así y tampoco pienso obligarme a forzar algo que no se me da. Agradezco que estés aquí, pero por favor, solo espera a que termine de sanar.

—Hyung, estoy seguro de que tu amor por el va a seguir, lo supe desde hace mucho tiempo, yo no te pido eso, solo quiero verte feliz y tranquilo, estando con el o no, tal vez me rehusaba a pensar que lo que haces no está bien, pero si hace que tu corazón se calme, lo aceptaré.

El chico se levantó del sofá y caminó hasta la salida, volteando a ver al castaño con su expresión seria.

—Pero si realmente quieres seguir dando pasos hacía tu mejora, busca las respuestas a tus dudas... Iré a comprar algo de dulce, es tiempo del postre.

Y salió de la casa.

Dejando al chico pensando en lo último que había dicho JungKook.

Eso sería un trabajo difícil, pero tenía mucho sentido.

Anhelaba tener la suerte de poder mejorar, en el poco tiempo que decidió tomar.

Suspiró y cerró sus ojos.

—Kim...

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Lloro internamente

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