↠ Moonlight Melody - TaeJin

↠ Veintitrés

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20 de Octubre del 2018.

TaeHyung leía su libro favorito como solía hacer cada año, bajo la suave luz que la lampara irradiaba.

Era uno de los pocos momentos en el que lograba estar en paz tras unas fuertes semanas, pues, la tensión entre él y SeokJin había crecido.

Y lo detestaba.

Era la primera vez en un buen tiempo en que algo así sucedía y el no saber como afrontarlo, le causaba tanto terror como desesperación y frustración.

Pensar en ello no le hacía bien, solo lograba alimentar aquel lado oscuro del que tanto se esforzaba en alejar y aún cuando tenían tiempo a solas, solo sentía como su pecho ardía y se volvía cada vez más pequeño.

No quería perder a su chico.

No le gustaba pensar que SeokJin salía de su vida.

Todos podían afrontar malos ratos, pero ¿por por qué parecía que aquello podía más que su esfuerzo por mantenerse juntos?

¿Será que estaba dejando pasar cosas por alto?

¿SeokJin realmente quería seguir?

¿Que quería?

¿Que podía hacer?

¿Algo hizo mal?

Cerró el libro de un golpe y suspiró.

No otra vez...

El día estaba por oscurecerse y las calles pintaban un color azul en la que se sentía parte.

Observó con cuidado cada detalle que habían colocado en su hogar, repasando las historias de cada objeto y sintió como sus ojos se humedecían.

No tendría fuerza para separarse.

O al menos no de alguien a quien amaba con todo su ser.

¿Por qué ese sentimiento parecía inundar más sus cuatro paredes?

—TaeHyung.

La repentina voz de SeokJin hizo que se sobresaltara e intentó ocultar su expresión de cansancio y tristeza.

—No escuché cuando llegaste. — Sonrió a duras penas. — ¿Que tal te fue?

Y no respondió, sólo siguió de largo hasta entrar a la habitación.

La comunicación se había vuelto casi nula y el no saber el por qué, se había convertido en un incógnita dificil de despejar.

Estaba dando todo de él, pero parecía que no inmutaba aquel muro que el mayor estaba creando entre ellos.

—SeokJin. — TaeHyung miró al castaño como acomodaba su ropa en el armario, sin hacer caso a su llamado.

Tenía tantas ganas de correr a abrazarlo como no lo había hecho antes.

Quería besarlo para sentir que no lo perdía cada minuto que pasaba.

Quería sentirlo para saber que aún existía esa llama que alguna vez hubo entre ambos.

Pero también sólo quería decir lo mucho que lo extrañaba.

SeokJin dejó a un lado su camisa y miró con una muy pequeña sonrisa al chico que no paraba de mirarlo desde la puerta, acercándose con lentitud.

—Me fue bien.

—Me alegro... — Susurró.

Y volvió el silencio.