Capítulo 1

3.2K 185 8
                                    


/Hinata pov/

Kageyama estaba actuando raro. Hace varias semanas estaba evitándome sin razón aparente. Por lo menos, no recuerdo haber hecho nada para enojarlo. Y tampoco era igual todo el tiempo...su comportamiento parecía una montaña rusa que, en lugar de dejarme el estómago revuelto, me tenía confundido y algo mareado.

Por momentos estaba normal hasta que súbitamente se ponía tenso y se alejaba, o apartaba su mirada. La mayoría del tiempo estaba gruñón, cosa ya habitual en él. Pero lo que me terminó de desconcertar era la mirada que tenía a veces... una mirada que me daba escalofríos (pero no de miedo, como cuando intentó sonreír una vez); esos escalofríos me llenaban de calor porque su mirada era..... dulce.

Podría jurar que sus ojos brillaban. Y lo hacían casi tanto como cuando su colocación de la pelota nos sumaba un punto ganador en un partido. Pero, ¿por qué? ¿qué era lo que lo hacía verse tan... feliz y preocupado a la vez?...

-Shoyooo! Acaso estas ignorando a tu senpai favorito??- bufó Nishinoya. Aparentemente, había estado hablandome mientras yo me perdía en mis pensamientos... Si, me distraje cuando note que su mirada estaba fija en mí, a pesar de estar a más de 3 metros el uno del otro. Estábamos saliendo del entrenamiento, y él estaba con Asahi, Suga y Daichi, mientras yo caminaba al lado de Noya y Tanaka.

-¡AHH, NISHINOYA SENPAI!!! PERDON PERDON..... ¿q-qué era lo que estabas diciendo? Me distraje por un momento...- contesté nervioso. El grito repentino hizo que Kageyama se volteara a verme. DIOSSS, POR QUÉ PONE ESA CARA OTRA VEZ??! Qué demonios le pasa?. No pude evitar apretar el manubrio de mi bicicleta.

-Oh, tranquilo Shoyo. Solo te hablaba de mi super plan con Tanaka para que Kiyoko nos admire...- se calló por un momento y me miró fijamente, algo confundido- Te sucede algo? Pareces tener algo en mente.

Era tan obvio? Maldito Kageyama. Cuando al fin todo estaba bien, nos habíamos amigado después de una gran pelea, habíamos encontrado y mejorado nuestra forma de jugar juntos... a él se le tenía que ocurrir actuar como un imbécil. Tenía que solucionar esto de una vez por todas, ¿pero cómo?

-Oh, ehhh... esta todo bien, Noya-senpai. Es solo el tonto de Bakayama. Está actuando raro y me preguntaba que habré hecho para molestarlo... NO! ¡NO HICE NADA! ¿POR QUÉ DEBE PONERSE ASI¡?! ¡ME DESESPERAA! AHGGGH! - solté de repente esa sarta de palabras con frustración. Gracias Kageyama.

Noya y Tanaka se miraron, algo divertidos por mi insoportable situación. -Quizás, la mejor opción sea hablarlo de frente con él y preguntarle que le pasa, no creés? - dijo Tanaka con un tono serio (una de las pocas veces que lo vi actuar calmado)... debía admitirlo, había momentos en los que actuaba como un verdadero senpai de 2do año.

-Guau.. creo que era la respuesta más obvia.. y la única que no se me cruzó por la mente... -dije resoplando un poco. Había estado ahogándome en un vaso con agua, en lugar de pensar lógicamente. - ¡Gracias por tu gran consejo, Tanaka senpai! - dije emocionado.

Orgulloso, Tanaka contestó -Es mi deber ayudar a un Kouhai en apuros, Hinata. Si lo necesitas, solo llámame, siempre puedes contar con tu Senpai.- dijo con un tono solemne, que me sacó una pequeña risa.

-Claro, lo haré, Tanaka senpai.

No me gustaba estar de malas con nadie. Y menos con Kags, a quien le había ganado aprecio, a pesar de nuestra amistad había tenido un inicio bastante agridulce. Él ahora era mi compañero, y quien me ayudó a sacar mi potencial en la cancha. Ahora tenía un equipo con el que contar, que era más como una familia. Y las disputas entre familia, deben solucionarse. Me despedí rápidamente de Tanaka y Noya y salí disparado hacia donde estaba Kageyama.

-KAGEYAMA-KUUNNN !!! ESPERAME KAGEYAMAAAA!!! - grité mientras me acercaba a toda velocidad - CUANTO A QUE LLEGO PRIMERO A AQUEL ÁRBOL, KAGEYAMAAA!! - dije mientras soltaba mi bicicleta, dejándola caer al costado de la vereda, en el verde pasto. Sabía que retar a Kageyama era la mejor forma de que me siguiera. Tenía hablar esto con él y quería hacerlo a solas.

-Ahhh?? EN TUS SUEÑOS, IDIOTA! -respondió, primero sorprendido y luego determinado a no dejarme ganar. Corrimos a todo lo que nos daban las piernas, cabeza a cabeza. Siempre disfrutaba esta sensación. El viento en mi rostro, el calor recorriendo mis piernas, la adrenalina y la urgencia de llegar que me empujaba a seguir, la cercanía de Kageyama y su presencia como motivación para no frenar. Era una mezcla maravillosa.

Finalmente llegamos, hechos un desastre, transpirados y respirando a duras penas. -Idiota! la próxima vez avísame antes de salir corriendo como un loco -dijo, mientras se sentaba a la sombra de nuestra meta improvisada, un viejo sauce llorón, que desprendía hojas llenando el suelo de manchitas doradas y anaranjadas. Al apoyarse, las hojas crujieron debajo del trasero de Kags, lo cual me hizo reir. Y eso le sacó una pequeña sonrisita a Kageyama, su labio torciendose más de un lado que del otro. Me desplomé a su lado, mirándolo de reojo. Pareció relajarse un poco, por lo que decidí enfrentarlo.

-Oye, Kageyama. Últimamente has estado un poco extraño.- fruncí el ceño - un poco más gruñón y... raro. - inspire, y luego de una pausa, giré para mirarlo a los ojos- Hice algo para enojarte?

Su mirada se mantuvo fija en la mía unos segundos, causandome un leve escalofrío que recorrió toda mi espalda. Hasta que evitó mi mirada, rascándose un poco el cuello y contestó -No, claro que no boke. Que podrías haber hecho. - me sorprendió, pensé que me insultaría, se burlaria de mi o diría que lo había enojado mi mal manejo de la pelota, o que era un desastre recibiendo, o cualquier cosa, menos esa mirada agridulce. Él suspiró antes de seguir -.. yo solo... tengo ciertas cosas que descifrar en mí. - Inesperadamente, su mano se acercó a mi cabello y me palmeó la cabeza. Se ve que no lo hizo intencionalmente, sino más como un reflejo, pues inmediatamente retiró la mano con una cara de sorpresa. Entonces, se puso de pie y se alejó. - N-noss vemos mañana - dijo sin voltearse a verme, sacudiendo la mano sobre su hombro.

Me quedé ahí un buen rato, pensando, tratando de entender que acababa de pasar. Aún sintiendo el cosquilleo que dejaron sus menos en mi pelo, me levanté y me encamine hacia el lugar donde había dejado mi bicicleta. El viaje de vuelta me daría tiempo más que suficiente para meditar qué había sucedido. Además, no podría solucionar nada con el estómago vacío. Mañana lo vería y terminaría de descifrar este asunto.

.......................................................

♥ Al estar juntos ♥ (Kagehina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora