𝙲𝚊𝚝 𝚍𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚎𝚍-𝐘𝐮𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨.

10.

Una semana ya había pasado, un largo tiempo lleno sentimientos. Sentimientos que algún momento ganaran.

-¿Yun?.-Mark había llegado a la puerta de su hijo, se encontraba cerrada cosa que lo extraño. Siempre debía tenerla abierta... No quería sacar conclusiones rápidos.-Amol, es hola de comel.-Siguió golpeando un poco más fuerte.

Llamó la atención de su esposo, el se acercó rápidamente al ver su cara de preocupación. Se alejo un poco agarrando su pecho, respirando agitado. Marcus comenzo a golpear la puerta más fuerte, a no recibir respuesta con su cuerpo intento abrir la puerta. Tras varios intentos pudo abrirla, ahí pudieron visualizar a Nandado levantando su cabeza alerta y a Yun acostado en la cama. Rápidamente se acercaron a punto de entrar en crisis.

-¿Yun? ¡¿Yun?! ¡Despierta!.-Movieron el cuerpo con fuerza, ahí vieron al menor intentando abrir sus ojos con su ceño fruncido.

-¿Que pasa?.-Fue fuertemente abrazado por su padre, miro a su papá, estaba llorando. Ahí se preocupó- ¿Que pasó?.-Esta vez pregunto más alterado.

-¡¿Que te hemos dicho de la puerta?!.-Salto en su lugar por la alzada de voz tan repentina.

-Pelo... Pelo yo solo la deje entle abielta para que no se e'cuchala tanto ruido.....-Explicó teniendo sus ojos agudos por las emociones de los demás.

-¿Entonces porque estaba cerrada y con seguro?.-Marcus se separó un poco de el, arreglandole el cabello confundido.

Lo miro por unos segundos y luego dirigió su mirada al gato. Su padre también lo miro y el solo giro su cabeza haciéndose el tonto.

-Lo julo, no la he celado yo....-Respondió con voz baja, agarrando sus sabanas con fuerza. Acto que no pasó desapercibido por su padre. Suspiro, dejándole un beso en la frente a su pequeño.

-Te creo, realmente nos has asustado.... ¿No has escuchado los golpes?. Fueron muy fuertes.-Comentó con un tono gracioso, queriendo cortar un poco la tensión. Su esposo se sentó a su lado más tranquilo.

-No.....

-Ya sabíamos que tenías el sueño pesado pelo no cleimos que ela tanto.-Ríe despacio, causando un sonrisa en su hijo.

-Las pastillas me dan mucho sueño....-Comentó suspirando. Nadando se acercó a el, exigiendo cariño. Muy raro, siempre era el que daba el primer paso para acariciarle. Miro a sus padres buscando respuestas pero ellos no le tomaron mucha importancia. Le dejó un pequeño beso en su cabecita para luego ignorarlo.

Era tiempo de comer y tenía mucha hambre. Nadando comenzo a llorar desde su habitación, interrumpiendo la conversión sobre las pastillas. Esta vez miro nuevamente a sus padres pero asustado. Estaba actuando muy raro.

-Creo que debes ir y pasar tiempo con el. Si quieres puedes llevarte la comida a tu cuarto.-Asintió, pidiendo permiso, tomando las cosas y llendo hacia su cuarto.

-La otro vez me encontré con Armando.-Mark comentó, una vez asegurado que su hijo estuviera lejos.-Fue aquel día en el cual salimos a comprar...

-¿Ese día de la crisis?.-Se sorprendió ante la respuesta afirmativa de su esposo.-Yun cada vez esta peor.... Las pastillas le están haciendo daño.... No podemos simplemente obligarlo a que acepte estar con el....

-El se veía tan... Tan amable... Me fue difícil que fuela el lesponsable del suflimiento de mi hijo....-Suspiro, ignorando las palabras del mayor.-Solo un milaglo podlá acelcal'los.

(...)

Ahora le tocaba a Marcus pasar tiempo con su hijo. Ya paso una semana y media desde que su hijo no iba a clases. Le habían citado para una reunión, algo ridículo porque.... Los chicos ya estaban grandes para citarlos a ellos. Asi que, dejando a su hijo acompañado con Isa y varios amigos (a pedido de el), fue a recojer a su esposo y así ir a la reunión. Pedían la presencia de ambos padres.

Se supone que los alumnos ya se habían ido, o al menos los de la primera clase. Cuando se bajaron del auto y comenzaron a caminar, notaron a varios grupos seguir ahí. No le tomaron importancia. Caminaron por los pasillos, debían de recorrer muchos pasillos para llegar a la Oficina, aunque esta estubiera en el primer piso.

Escucharon unas voces. Mark con dificultad reconoció la voz de Armando. En un susurro le comentó ese detalle, se asomaron un poco en aquella esquina notando a ambos jóvenes conversar de algo importante. Ambos estaban de lado, así que podían reconocerlos. No estaba bien escuchar conversaciones ajenas, pero eran personas importantes en su historia.

-¿Para donde vas tan solo?.-Comentó acorralando al castaño entre los lockers. Armando lo miraba serio, sin ninguna emoción, viendo atentamente la sonrisa coqueta que tenía el otro.

-Al baño.-Contestó frío, apartando con brusquedad el brazo de Freddy y comenzar a caminar nuevamente.

-¿No nesecitas ayuda?.

-No gracias, mi madre me enseño muy bien.-Apresuró su paso, perdiendo la paciencia. Pocas veces pasaba pero ya estaba harto de el.

-Armando, por favor....-Agarro el brazo del castaño impidiendo que siguiera caminando.

-¿Por favor que? ¡Tu hazme un favor y dejame en paz!. ¡Ten dignidad! ¡¿Bien?!.-Los gritos asustaron a los presentes que escuchaban eso. Marcus paso desapercibido pero si le asusto un poco.

-¡Es que no entiendes mi situación!.-También alzo la voz alterado.

-¡Claro que si! ¡Un sujeto egoísta que no deja en paz a su ex! ¡El mismo que le ha dicho millones de veces que quiere a alguien más y considera un error lo que paso entre ellos dos! Freddy....-Suspiro, desordenándose un poco el cabello, intentando desestresarse.- Ya basta ¿Si? Estoy demaciado cansado con todo esto, me comienzas a dar lastima con las insistencias. La Universidad, tus drama, la constante negación de mi destinado y muchas mierdas más me consumen la cabeza. Se un poco maduro y acepta que ya todo acabo, en algún momento estaré con Yun y tu con tu gato. Ya no me hables más, deja esa farsa de que seguimos siendo novios. Y dejame de seguirme que de verdad quiero privacidad en el baño.

Término de expresarse para darle una mirada de tristeza a su ex pareja. Comenzó a caminar moviendo sus hombros. Freddy seguía ahí, procesando toda la información.

-Eres un hijo de perra Yun Kalahari....-Apretó sus puños con fuerza, sintiendo las ganas de golpear algo. Se da la vuelta y sale por otro camino.

Los mayores salieron de si escondite, el mismo que se escondieron cuando vieron que Freddy iba para donde ellos. Se miraron preocupados, notaron el desagrado en la voz de Armando mientras hablaba con el pelinegro. Podían asegurar que efectivamente Freddy era el que seguía detrás de el, que Armando ha comenzaba a sentir sentimientos verdaderos a su hijo. Debían de pensar en un plan, pero primero debían de ir a la reunión.