𝙲𝚊𝚝 𝚍𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚎𝚍-𝐘𝐮𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨.

12.

1,2,3 los sentimientos van ganando. 4,5,6 los gatos se van alistando. 7,8,9 vete preparando. 10,11,12 el reencuentro se va acercando.

Aquel día, se sentía muy extraño. Debían de ir al veterinario a ver que le pasaba a nadando. Le puso su arnés, de algún modo el gatito no quería ir ahí, si no a otro lugar. Fueron al carro, se sentó en el asiento trasero con nadando en brazos, sus padres se prepararon y comenzaron a andar.

(...)

Ramen se había escapado, con su hermano fueron a buscarlo y habían llegado a la plaza. Lo vieron olfatear el aire, así que aprovecharon y se acercaron más a el. Pero lo asustaron y salió corriendo nuevamente, se separaron para hacerlo más rápido.

(...)

Estaban esperando cuando lo llamaron, se levantaron dejando a Nadando que caminara pero quería irse de ahí, con la correa no podía escapar. Lo tomaron en brazo para hacerloas fácil.

(...)

Lo vio en unos arbustos. Se acercó lentamente y lo pudo agarrar.

Se volvió histérico en sus brazos, estaba muy nervioso. Recibió más de unos rasguños para que lo soltase.

(...)

Nadando salió corriendo luego de rasguñar al médico. Yun no alcanzó a agarrar la correa. Fue detrás de el, gritándole al gato. La gente de ahí no le ayudaba para nada.

Llegaron hacia el parque que había a la vuelta. No lo conocía pero parece que nadando si. Cruzó la calle asegurándose que no viniera ningún carro.

Lo agrarro finalmente, tomando un poco de aire. Hace tiempo que no corría y estaba en muy mala forma. Mantenía su mirada hacia el suelo, y ahí pudo ver a otro gato acercarse al suyo. Lo reconoció, era el mismo que le habló aquella vez. Abrió un poco los ojos sorprendido, se daban ¿besos?. No podia decirlo pero de que se daban amor se lo daban.

Levantó su mirada cuando escucho unos paso acercarse. Ahí lo vio, con unas cuantas heridas en su rostro. Su mirada mostraba incomodidad y felicidad. Su respiración comenzo a acelerarse mientra que el se acercaba más.

Una vez ya bastante cerca, ambos se iban a ignorar y tomar a sus gatos para irse ya de aquella incómoda situación. Más no pudieron, los gatos se negaban a ir, y juraron escuchar sus voces diciendo "¡Aprovecha!".

Armando entendía aquel mensaje, se acercó lentamente al rostro del pelirrojo. El lo miraba asustado, pidió permiso para agarrarlo de las mejillas y así, juntar sus labios por primera vez.

Movio sus labios, no teniendo esperanzas de que Yun correspondiera pero tras largos segundos lo sintió moverse. Ahí, se sumaron a un beso que estaban esperando hace tiempo. Pudieron descubrir que efectivamente eran destinados. Armando tenía sabor a capuchino ¿Raro? Si, ¿Delicioso? También si. Yun a caramelo ¿Cuales? No sabe, ¿Lo conocía? Quizás solo de aroma ¿Le gusta? Joder, claro que si.

El tiempo al rededor de ellos se detuvo, solo se concentraban en saborearse a cada uno, con dificultad por la diferencia de estatura. Se separaron para tomar aire y así volver a besarse. Armando agarro de la cintura al pelirrojo, mientras que este enredada su brazos en el cuello del otro. Pero.... Hay algo mal. ¿Por qué le gustaba y aún así se sentía mal?. Se separó rápidamente, tapándose la boca sorprendido. Miro aquellos ojos verdes con sus mejillas sonrojadas, su respiración volvió a volverse agitada. Tomó a Nadando en sus brazos rápidamente, y se fue de ahí rápidamente. No, no, no, no, no lo aceptaba.

Armando mirada sorprendido el lugar por donde había huido su amado. Aun seguía con sus manos al aire, donde anteriormente estaba la cintura de Yun. Juanjo llegó a su lado, tomando a ramen en brazos.

-¡Lo encontré!.-Dijo con alegría, miro a su hermano y la sonrisa se borro, estaba comenzando a estar un poco pálido.-Hermano, siéntate, te ves mal.

Asintió con algo de difícil, con ayuda de Juanjo llegó hacia una banca. Suspiro pesadamente, sintiendo unas ganas de vomitar.

-¿Que sucedió? Estabas bien cuando nos separamos ¿Debo llamar a mamá? Voy a llamar a mamá, ten.-Agarro a ramen en sus brazos, mirándolo atentamente. No le había dado importancia los sentimientos de su gatito, ni aquel brillo en sus ojitos. Ahora debía de sufrir todo aquello por ser un idiota, en estos momentos ramen lo miraba con aquel brillo que no veía hace mucho, supuso que era por haber echo caso a su instinto. Le sonrió acariciando su pelaje ¿Siempre había sido tan suave o simplemente no se había dado el tiempo de disfrutar?.

-Oye, no te duermas. Mamá viene en camino.-Asintió nuevamente, las ganas de vomitar se estaban volviendo ganas de llorar. Es que de verdad se preguntaba si todo esto era real ¿Y si solo es algo que el mismo se provoca por la culpa que tiene? Ni sus profesores les han enseñado este lado....

-¿Viene en auto?.-Habló con dificultad, su voz había salido algo distorsionada por el nudo en su garganta. Respiraba profundo para no llorar ahí, le debía de demostrar a su hermano que era fuerte, si no, se decepcionaria de el.... Pero... Lo ha rechazado en su propia cara, después de probar sus labios, solo.... Jugó con su mente y era demasiado para el. A la mierda todo.

-¿Q-que sucede ahora? ¿Estas bien?.-La preocupada voz de Juanjo hacia que aumentarán las lágrimas. Tapó su rostro negando las palabras de su hermano, obvio no estaba bien. Era un completo imbécil.

-¡Juanjo! ¡Armando!.-La voz de su madre se escucho. Juanjo se aparto de su lado para ir corriendo hacia ella y decirlo lo que tanto le preocupaba.- Ven mi amor, vamos al auto.

Se levanto de la banca con dificultad, juanjo tomo a ramen en sus brazos para que su madre tenga la tarea mas fácil de llevar al mayor al auto.

-Solo debemos llegar al auto.... Vamos, falta poco.-Miro al frente, el auto esta solo a unos cortos metros pero ya no podia. Sus piernas le fallaron cuando iba a entrar al auto, las nauseas volvieron. Ya no podia.