𝙲𝚊𝚝 𝚍𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚎𝚍-𝐘𝐮𝐧𝐚𝐧𝐝𝐨.

01.

Uno cuando pasa tiempo con su gato, las ganas de conocer a su destinado se ampliaban más. Pero sabían que no era el momento indicado para hacerlo porque sus gatitos actuaban tranquilos.

Habían casos en que casualmente te lo encuentras por la calle y se conocen. Pero la mayoría de las veces los gatos son los que te avisan, sorprendiéndote.

Yun pasaba mucho tiempo con Nadando aunque a este no le agrade mucho las muestras de cariño del pelirrojo..... Aunque bueno.... Son un poco especiales.

–Si, a vece' me la'guña pelo lo quielo.–Hablaba animadamente con su amiga Isa, mientras acariciaba el mentón del gatito negro.

–Me imagino que hace eso porque te lo quieres comer.–Comentó entre risas, tomando otra galleta.

–¡Oye! Bueno.... Razón si tiene'.–Sonrió algo nervioso.

–¿¡COMOOOO?!.–Pregunto alterada, observando con terror a su amigo. ¿En serio se comería a su destinado versión gato? ¡Que terrible!.

–¡No, no! ¡De esa folma no!.–Intento arreglar el malentendido. Tomando en brazos a Nadando.–Así mila.

Puso al gato de frente, se quedó mirando con una sonrisa. Acercándose a su hocico, abrió su boca metiéndose este adentró apartándola enseguida para comenzar a reír.

–¡Es que eres un asqueroso! ¡Pobre Nadando!.–Llamo la atención al pelirrojo, pero de todas formas riendo por las estupideces que hacía.

–Lo peol e' que a vece' saca la lengua.–Ríe limpiándose la boca.

–La verdadera pregunta ¿Sentirá era tu destinado?.

–Ni idea.

Por otra parte se encontraba alguien riendo mientras se limpiaba la boca. Le causaba mucha risa cuando Ramen lamia sus labios de repente, tomándolo de sorpresa ¿Qué travesuras hará su pareja?

–Lastima que no me digan Ramen.–Sintió el peso de alguien más a su lado. Miro cansado a Freddy, para suspirar y comenzar a acariciar al gatito en su regazo.

–Ya lo hemos hablado.... Te dije que cuando llegará el gato todo nuestra historia se acabaría.–Volvió a recordar algo triste. Si, le daba mucha tristeza terminar todo con Freddy, pero quería darse una oportunidad de tener algo con alguien mientras aquel gato no llegará. Nunca pensó que se tardaría un año, y eso le causó falsas ilusiones a su ex novio.

–El problema es eso neno.... No quiero que se acabé....–Se enderezó para mirar fijamente al castaño. Comenzó a acariciar su mejilla con algo de nostalgia para besar aquellos labios. Armando siguió aquel beso por mera costumbre, aunque fueran ex de vez en cuando pasaban estas cosas. Causando aún más dolor al pensar en la separación, pero debía de ser así, porque ninguno sentía un sabor característico del otro.

–Al menos.... Sigamos escribiendo historia hasta que la encuentres.–Se separó unos centímetros, mirando con tristeza aquellos ojos que tanto quería.

–O lo encuentre.–Se separó un poco, suspirando.–No lo sé, necesito pensarlo.

–Esta bien. Adiós.–Se levantó de aquella cama que le hacia tener muchos recuerdos de abrazos y locuras. Se despidió en la puerta con una señal, la cual fue correspondida con algo de pereza.

–¿Ramen?.–Llamo al gatito que se encontraba en la punta de la cama con sus orejitas bajas.–¿Gatito? ¿Qué sucede?.–Pregunto preocupado, notando la mirada llena de lágrimas de Ramen. Inmediatamente se acercó para brindarle su apoyo, pero este se alejó de su tacto, yéndose de la habitación.

–Ramen..... Chinito....–Isa miro preocupada a su amigo. Quien había dejado de hablar de un momento para otro, agarrándose su pecho. Justo donde estaba su corazón.–¿Qué sucede, cariño?.

Se abrazaron, sintiendo como rompía en llantos, mojando su hombro. ¿Qué había pasado? No lo sabe, pero sospecha que Nadando si, al ver que miraba el suelo sereno.