3. Nuestro Proceso.

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Me había decidido por una pequeña chompa cerrada color celeste, una falda a cuadros y unas botas negras con pasadores adelante. Estaba tan emocionada que había cepillado mi cabello unas diez veces intentando elegir en qué lado se veía mejor, al final simplemente me decidí por el peinado que llevo a diario. Había estado pasando por toda la casa bailando la misma canción de Mariah Carey una y otra vez por la emoción que sentía al recordar que Harry pasaría noche de brujas conmigo.

 Había estado pasando por toda la casa bailando la misma canción de Mariah Carey una y otra vez por la emoción que sentía al recordar que Harry pasaría noche de brujas conmigo

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-          Talking sweet and looking fine. –canté meneando mi cabeza.

Me aseguré de poner todo tipo de dulces en la mesa para mí y para Harry. Además, había pasado una hora en la cocina preparando palomitas de maíz dulces y saldas. Cuando por fin la mesa estaba repleta con dulces y bocaditos decidí apagar la radio para que la fabulosa voz de Mariah ya no estuviera resonando por toda la casa.

Todo estaba listo y me iba a encargar de que todo saliera a la perfección. No arruinaría esta oportunidad de oro.

Me senté por un momento en mi cómodo sillón, pero no podía de dejar de mover mis pies y revisar mi celular cada tres minutos para ver la hora. Ya eran las siete de la noche y Harry aún no estaba aquí.

Mi corazón se paralizó por un momento cuando mi celular comenzó a sonar. Lo volteé en la palma de mi mano y la imagen de Niall junto a mí se visualizó en la pantalla "Horancito" llamando.

Mierda.

-          ¿Ho...la? –mi voz sonó temblorosa y... culpable ¡Soy culpable de mentirle!

-          Hey, Anna banana. –él lo dice con tanta emoción que hace mi corazón apretujarse. Sin embargo, no ignoro la música alta del ambiente en el que está.- Mierda, al final si vine a la fiesta del imbécil de Michael con Rosie.

-          Me alegro que te estés divirtiendo. –digo suavemente.

-          ¿Y tú? ¿No estas acompañando a los pequeños demonios a pedir dulces?

-          S...Sí, aquí estoy con ellos.

-          ¿Y por qué no escucho bulla alrededor?

Mordí mi labio inferior intentando no gritar por la desesperación que mi cuerpo sentía. ¡Por todos los santos! ¿Por qué mentir tiene que ser tan complicado para mí?

-          Oh, es porque...

Piensa Anna ¡Piensa!

-          El vecindario Conix... –susurro para mí misma.

-          ¿Qué dijiste? –inquiere al otro lado de la línea.

El vecindario Conix es el más tranquilo de todos los vecindarios. Además de ser uno de los vecindarios más arreglados de todos y el más conocido por dar los mejores dulces de la ciudad. Bueno, eso es porque todos los que viven allí son ricos. Niall y yo le llamamos el vecindario de gente estirada.

Té para dos |H.S. & N.H.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora