Dungeon - Heroics

Acto I: Capitulo IV

SUEÑOS PREMORITORIOS Y PROMESA INDOMABLE

Perspectiva Desconocida

El miedo, la frustración y la nostalgia es algo que sienten los humanos ¿Verdad? pero que paso con nosotros los ''monstruos'' o así es como nos llaman los humanos. Cuando mi madre me engendro desde sus entrañas en los mas profundo de su cuerpo nunca dejaba de susurrarme en mi cabeza ~mátalos~ ~mátalos~

Fue lo que siempre escuchaba aunque desde que mate a esos humanos y comi las piedras mágicas que traían consigo esa voz que me parecía irritante fue desapareciendo lentamente de mi cabeza.

Ahora podía pensar por mi cuenta y no era controlado por mi madre, los monstruos me atacaban sin razón alguna todos a excepción de los de mi misma raza, me veneraban con sus ojos sedientos de sed de sangre interminable pensaban que era un ''dios'' aunque no sepa que sea ese termino solo surgió en cabeza. Comí todas la piedras de los que alguna vez fueron mis hermanos y también asesine a esos humanos que se atravian a molestarme cada vez que me los topaba y por lo general eran grupos pequeños, robre el equipo que llevaban puesto y todo era sorprendentemente muy resistente y se ajustaba a mi cuerpo. y hablando de mi cuerpo se hizo mas pequeño a comparacion de los de mi misma raza pero la fuerza que optuve aumento considerablemente. Era como uno de esos humanos a los que llamaban ''primeras clases''

En mis ultimas semanas de vida mate a docenas de aventureros que me cazaban con la intencion clara de reclamar una recompensa por mi cabeza, los mataba y recogía lo que veia util  y que podia utilizar para mi propio beneficio como aquellas hachas de gran tamaño y esa espada grande con diseño extraño.

En los dias previos a mi muerte logre apreciar como uno de mi hermanos era ''entrenado'' pero solo parecia una paliza, los golpes por el  otro humano impactaban en mi hermano minotauro sin que yo pudiera hacer algo este humano no era como los demás. Mis instintos me indicaban que este humano podría asesinarme sin esfuerzo y en un abrir y cerrar de ojos. Me acerque cautelosamente para mirar a mi compañero ser entrenado pero el humano termino percatándose de mi presencia junto a mi hermano minotauro no obstante este no dijo nada solo me fulmino con su mirada dandome un mensaje claro ''quedate quieto en tu lugar'' o eso logre deducir. Mi hermano finalizo su entrenamiento y evoluciono cambiando de apariencia abruptamente su piel se torno rojiza y su masa muscular incremento asentuandose mucho mas por encima que un minotauro promedio, el humano se retiro sin decirme una palabra al igual que yo, iugalmente era irónico porque yo no podía hablar.

Esos dias me la pase fortaleciéndome continuamente comiendo las piedras que soltaban mis antiguos hermanos al morir, ahora me sentia fuerte lo suficientemente fuerte como para derrotar a aquel humano que entreno a mi camarada. Dispuesto a buscarlo regrese con cautela a los pisos donde lo habia visto la ultima vez. Quizas sea fuerte pero no estupido, si habian mas personas similares a ese humano seria estupido pelear contra todos ellos a la vez. Solo queria pelear contra ese humano...

Y aqui estoy en medio de un cielo azul mientras esa luz que parece provenir del cielo me ilumina en todo el cuerpo mientras peleo a muerte contra un humano capaz de darme una digna pelea, si no recuerdo mal lo llamaron ''Midoriya'' solo su aparencia se le asemejaba a aquellos arboles del piso 18° sin embrago es un buen nombre para mi oponente, me corto el brazo  no obstante yo por mi parte le habia proporcionado casi el mismo daño con todos los cortes de mi hacha de doble filo<<Labrys>>, el no podia ver de un ojo debido a la sangre que bajaba de su frente y empapaba su vista en el proceso.