Acto II: Capitulo II

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El Abismo


Midoriya despertó confundido en el sótano de la iglesia abandonada, era de esperarse ya que, si bien todo salió normal excepto por la única parte en qué se desmayo TRES veces, su cuerpo habia sanado bien  solo se habia despertado en pequeño momento, pero tan rapido como desperto con la misma velocidad se fue.

Miro a su alrededor buscando a los integrantes de su familia solo para darse cuenta que no había nadie a su familia en el lugar. Probablemente habían salido a hacer sus cosas, solo había estado durmiendo 1 día ¿No es así?
No sabía lo equivocado que estaba

Sintió que algo lo miraba desde atrás, mirándolo justo en su dirección, directamente en su alma. Midoriya se giro rápidamente solo para descubrir que no había nadie, absolutamente nadie a sus espaldas. Se limpio el sudor frío que le pasaba por la cara y sintio algo estraño en las sombras de la esquina de la habitacion

"¡¿Q-que demonios acaba de ocurrir?!" Midoriya se golpeó la cara con las palmas ligeramente tratando de calmar su creciente pánico, cuando sintió la mirada que penetró en su alma su garganta se cerró sin razón alguna, su piel tornando a pálida y eso no era lo peor, el cántico de sirenas distorsionadas si a lo que escucho podría decirse un cántico  no una canción que profetizaba el fin de la existencia misma y que nunca debia ser cantada o escuchada, la melodía agonizante de un universo siendo pulverizado y que convocaba la muerte en su último aliento, malgamas de perros y vacas muertas que se quejaban en un lenguaje que no podia enteder, los chillidos de agonia de criaturas grotescas y sin ninguna limitacion a la imaginacion de un psicopata, las voces llenaban su mente y los Dioses muertos gritaban de agonia mientras luchaban por el dominio que alguna vez tuvieron y-y-y...

¡SMACK!

Midoriya se abofeteó la cara con fuerza sacándolo de su neblina, su visión se aclaró casi de inmediato pero aún  estaba borrosa por sus propias lágrimas, se seco las lágrimas y se levantó de la cama donde estaba

"C-creo que solo fue una alucinación, ¡Si! Eso fue lo que ocurrió" Midoriya se relajo tratando de tragarse su propia mentira, aún podía sentir el escalofrío que se filtraba a sus huesos y alma como un tornado.

Respira hondo, relájate y sigue
"De todos modos donde están esos dos? Hestia-Sama debería estar en su trabajo en ese puesto de Papas y Bella quizás esté entrenando con su novia ent-" Midoriya fue interrumpido abruptamente por un estruendo justo sobre el y antes
se le diera la oportunidad de reaccionar todo se vino abajo, el techo encima de el estalló, las paredes colapsaron y se derrumbaron como arena y todo lo que pudo hacer fue cerrar los ojos y dejar que sus instintos lo guiarán mientras que al pasar los segundos se activaba su poder.

1 Día antes de la confrontación

"¡Alto ahí Wallen lo que sea deja a mi Bell!, Hermes sueltame!!!"

"¡Aiz porque están con el conejo de está enana! Hermes déjame ir, me las pagarás!"

"Asfí salvameee"

La razón de todo el alboroto era debido a dos personas, que si bien no se llevaban muy bien, tenían un objetivo claro, Separar a sus niños uno del otro o para ser más específicos, evitar que se besaran como amantes, sin embargo un aplauso reverbero alojando la gran sala en silencio

''Estan disfrutando la fiesta?!'' Una voz serena rugio desde las grandes escales en el centro del gran salon revelando al Dios Apholo en todo su espledor vistiendo sus prendas extravagantes una corona adornado su cabeza

Los focos de piedra magica se apagaron  alojando el salon en oscuridad no pasaron unos pocos segundos y las luces enfocaron a dos personas en expecifico, La princesa De la Espada y El Destello blanco para ser exactos.

Dungeon - HeroicsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora