Discordia

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En el camino de regreso, Lisa, giraba cada cinco minutos hacia su esposa, quien se mantuvo en silencio todo el trayecto, con la mirada fija en la ventana del coche, y eso, a la tailandesa empezaba a resultarle extraño

-¿Que pasa Jen? Has estado muy callada

Jennie la miró por un momento y soltó un suspiro

-Estaba pensando en Jeon y Yire... Jisoo y Rose son muy afortunadas

La tailandesa soltó una risita irónica y negó, sin apartar la mirada del camino

-¿Afortunadas? ¡Esas niñas son la versión coreana del demonio de tasmania!- se burló Lisa rodando los ojos- Esa Jeon es la copia viva de Jisoo

-¡No digas eso, son un amor!

-Mi Rosie parece una anciana por culpa de ese trio

-¿Trio?

-Claro, tu hermana es la principal causa del mal estado de Chae- aclaró Lisa un poco disgustada-Ni siquiera entiendo como unas niñas de 3 años siguen mamantando

-Aun están pequeñas, recuerda que son mitad gatas Lisa

-Pensé que los gatos se independizaban más rápido- comentó la tailandesa en desapruebo

Hubo silencio, las respuestas de Lisa sin duda no eran lo que quería escuchar la coreana.

Al llegar Jennie bajó del coche y se adentró en el departamento sin siquiera esperarla

⭐⭐⭐

-¡Jeon, ve a ponerte la pijama!- Rose se dio media vuelta- Y tu igual Jisoo

-¡¡Jamas!!- madre e hija gritaron al unísono antes de correr hacia la cocina.

Rose bufó. La vida marital no estaba fluyendo como esperaba. En esos años había aprendido a amar a la pelinegra y su experiencia como psicóloga la ayudaba a tener paciencia, sin embargo con las pequeñas cada vez más grandes, y más parecidas a su madre de sangre, la paciencia de Rose empezaba a terminarse

-Cuenta has cinco y exhala. Es solo una etapa, es solo una etapa- se aconsejó así misma frotando su sien con impaciencia

-Te ves destruida Chaeyong

La australiana no necesitó alzar la mirada para reconocer la voz de su progenitora

-Ahora no madre

-Te dije que debías casarte con Sehun, y no querías escucharme por andar con esta... ¡Esta mujer tan vulgar!- se quejó su madre

-Madre, Sehun es un enfermo sexual, verlo olfatear las bragas de Lisa fue traumático para mi- aclaró con el vivo recuerdo de ese día- y no puedes juzgar a Jisoo, no le has dado una oportunidad para...

-¡Ardilla, ven rápido, el pollo no deja que Yire se lo coma!

Rose fruncido el ceño confundida y caminó hasta la cocina, seguida por su madre

-¿Chu, de qué demonios estás hablan...?¡Joder Jisoo, se esta ahogando!- la australiana corrió hacia su pequeña quien ya empezaba a palidecer mientras intentaba recobrar el aliento

-¡No es culpa de mami que el pollo no se deje comer!!

-¡ Jeongyeon para!- Rose agarró a su segunda hija desde la espalda, y comenzó a presionar su pecho- vamos mi vida, botalo- su voz era suave pero autoritaria, mientras seguía bombeando para ayudarla

-¡¡Oh dios mio, Chaeyong, está morada!!!

-¡Callate madre!- gruñó Rose sin dejar de socorrer a la menor. Finalmente la alita de pollo fue expulsada por la pequeña y de inmediato la rubia la apretó entre sus brazos, suspirando aliviada- eso es mi amor, respira, lo hiciste excelente

-¡Es toda una gata Kim!- Jisoo exclamó alzando los brazos victoriosa

-¡Oh dios santo, esa mujer está desnuda!

Solo entonces Rose se atrevió a ver a su mujer, y en efecto, la coreana estaba totalmente en pelotas y no solo eso, sino que sus hijas estaban igual

La rubia tomó una bocanada de aire y giró a mirar a su progenitora con semblante sereno

-Madre, ve a la habitación que acomodamos para ti, y por favor, llevate a las niñas contigo

-Chaeyong Park que...

-¡Ve a la jodida habitación, necesitó hablar con mi mujer!

La mayor enmudeció y se alejó sin rechistar seguida por las dos pequeñas

Una vez solas, los ojos de Rose fulminaron a la coreana desde su lugar en la cocina, y Jisoo sintió morir

¡Santa gata bendita, me va a matar!

-¡Juralo Kim Jisoo, hoy te mato!- afirmó Rose, roja de ira.

⭐⭐⭐

Por otra parte Lisa seguía en la entrada de su habitación con una bandeja con comida en las manos, decidiendo si debía entrar o no

-Vamos, tu puedes... ¿qué es lo peor que podría pasar?- tomó una bocanada de aire y se dispuso a entrar al cuarto que compartía con la coreana. Sin embargo se vio obligada a volver a salir rápidamente cuando un zapato casi impacta su cara- ¿¡pero qué diablos!?

-¡Ni se te ocurra entrar Manoban!

Lisa tragó con fuerza. Desde la discusión en el coche Jennie había estado alerta, y la tailandesa seguía sin comprender la razón

-Vamos Jen, estás exagerando

La puerta se abrió de un jalón, sobresaltando a la tailandesa que volvía a estar fuera de la habitación

-¿¡Exagerando Lalisa!? ¿¡Estoy exagerando!?- los ojos de la chica felina podían cautivar e intimida a la más alta, y en ese momento era la segunda opción

-Pero Jen, no dije nada malo- se defendió, dejando la bandeja en la mesa y caminando dudosa hacia su esposa- cariño, sólo hablamos de las hijas de Jisoo y...

-De Jisoo y Rose - aclaró Jennie con voz amenazante- las hijas de Jisoo y Rose

-Si fueran de sangre...

-¿Estas insinuando que no son hijas de Rose?

-Oh no, solo que si fueran niñas normales...

Y ese fue el detonante para Jennie

-¿Niñas normales? ¿te refieres a si no fueran mitad felinas?

Lisa notó el cambio en la castaña, no solo estaba enojada sino también sonaba dolida

-No me refería a...

-¡Lalisa Manoban, si no duermes tú en el sofá lo haré yo, pero no pienso dormir está noche contigo!

-¿Por qué?

-Porque voy a terminar estrangulándote a mitad de la noche y no quiero quedar viuda antes de tiempo

Me enamoré de mi gata 2 (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora