Prólogo

20 2 0
                                    

Todo comienza en algún momento en el futuro, la humanidad había avanzado bastante tecnológicamente, pero con el costo de dejar muy desolado al planeta Tierra. Tanto que la tecnología estaba presente incluso en sus cuerpos, hubo personas que no estuvieron de acuerdo con ese uso de la tecnología; las cuales consideraban que debía existir un límite -que aquello era antinatural- mezclarse con una máquina sin sentimientos, fría y artificial de tal forma.

Esto en principio se quedó en un simple, pero palpable rechazo hacia los que aborrecían "combinarse" con máquinas, por desgracia, poco a poco comenzaron a perseguir y asesinar quienes tenían ésta creencia. Aquellos que creían en que la Naturaleza era mejor opción que las máquinas, eran llamados herejes, terroristas y un largo etcétera. Estes se sentían muy afligidos por ello, aunque irónicamente pronto conocerían una fuente de poder que haría que tales afirmaciones estuvieran bastante más cerca de la realidad de lo que nadie jamás habría imaginado.

Aquel poder siempre estuvo ahí, sólo que fue ignorado. Se trataba de la magia, la cual, estaba directamente relacionada con la Naturaleza que parecía estar deseando que la magia fuese utilizada como un último esfuerzo para prevalecer... como si estuviera diciendo:

"Es momento de usar la magia para vengar a la Tierra".

A partir de ese momento los creyentes en la Naturaleza se convirtieron en Magos y comenzaron a unirse para luchar contra los opresores de la misma. Así fue como se formó el Clan Naturae. Había 2 líderes dentro del Clan, eran un matrimonio cuyos nombres eran Grifa y Josephus; su familia contaba con magia de diferentes elementos. La mujer era portadora de magia de fuego: uno de los tipos de magia más comunes pero a la vez más versátiles, la cual parecía tener algún tipo de conexión con el Infierno, aunque nadie tenía claro el cómo exactamente; por su parte el hombre poseía magia de hielo la cual según se creyó tenía relación con seres de hielo que habitaron en la antigüedad. Ambos podían combinar armas blancas como las katanas con sus poderes -haciendo que adquiriesen propiedades más destructivas, llegando a rivalizar con la potencia de tanques o incluso más allá- ellos eran de los más fuertes del Clan, o al menos en principio...

Un día la desgracia vino al hogar del Clan -una cantidad ingente de arackpiones atacaron y comenzó una masacre- tan solo unos pocos sobrevivieron. Los líderes llevaron a los pocos que quedaban a un escondite subterráneo para evitar un nuevo ataque. Acto seguido tuvieron que adoptar un nuevo plan, no podían permitirse muchas más muertes, ya de por sí tenían pocos miembros en comparación a sus enemigos. Decidieron mandar a un lugar alejado a los más jóvenes y hacer que los adultos se sacrificasen para permitirles sobrevivir en un futuro. Esto sólo lo sabían los líderes y uno de sus hijos, Josh, al resto de miembros les dijeron que harían eso para atacar por dos frentes y de esa forma coger desprevenidos a sus enemigos.

Oh, ¿no había mencionado que los líderes tenían hijos? No hay problema, ahora lo explicaré:

El hermano mayor se llamaba Josh y el menor John -él era algo agresivo pero de buen corazón- y aunque se peleaba con su hermano a menudo, en el fondo lo quería de verdad y estaría dispuesto a morir para protegerle -es el hermano mayor-.

El menor, John, era bastante pervertido y bromista, siempre hacía cosas que no debía, además de que era algo estúpido pero por alguna razón -tenía tanta suerte que se acabase librando de los problemas en los que se metía- nadie sabe como lo logra, se dice que tiene un don; también quiere mucho a su hermano y siempre está ahí para él cuándo lo necesita.

Y es aquí dónde comienza una historia llena de miseria, dolor, guerra ¿y... entretenimiento? Bueno no soy yo el que decidió leer esto en primer lugar, juzga tu mismo si disfrutar del sufrimiento ajeno es algo divertido; yo no soy quién para decir nada sobre eso -ya que disfruto más que nadie con el mismo...-

Gran BucleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora