Dangerous - Alejandro Rosario (Terminada)

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El guardia no hablo más en el camino, no tenía ganas de simpatizar con el, quería silencio y tranquilidad, yo solo quería enterrar a mi mamá en su tierra como ella siempre lo quiso, al hacer eso me iba a sentir en paz, y la iba a dejar irse lo más pronto posible, necesitaba llorar pero no quería que nadie supiera que tan rota estaba por adentró

- Ya llegamos niña - soltó, se estacionó en un espacio libre, antes de que pudiera abrir la puerta el la abrió

- Gracias - le agradecí, baje de la camioneta de un brinco

Me adentró al centro comercial con el chico detrás de mí todo el tiempo, estando alerta de cualquier cosa que estuviste alrededor de mi, podía sentir al mirada de la gente chismosa que también se encontraban en el centro comercial, murmurós se escuchaban cuando pasaba al lado de la gente

Entré a una tienda, para comprar ropa negra y decente, había dejado la ropa del funeral de mi papá en México, no creo que hubiera tiempo de ir a mi casa a cambiarme

Miraba ropa, sin que nada me llamase la atención

- Niña, mira te gusta - hablo Adrián a mis espaldas, gire sobre mis talones y lo miré

En sus manos tenía un lindo y sencillo vestido negro, muy elegante, sonreí al verlo, era justo que estaba buscando

- Me encanta - lo tome en mis manos

- Anda ve y pruébate lo - habló, asentí de nuevo camino atrás de mi y se quedó afuera de mi probador

Me quite la ropa que tenía puesta y me puse el vestido desde los pies, no alcanzaba a cerrar el ziper, abrí la puerta del probador y Adrián giró sobre sus talones para verme

- Me ayudas con el ziper - le dije este asintió

Me di media vuelta y tome mi pelo para que pudiera cerrarlo, se quedó viendo mi espalda baja, lo mire por el espejo

- Ándale - lo apuré

- Está en tu... tu trasero - soltó

- Y eso que, anda súbelo - le dije

Tomo el ziper con sus dedos con delicadeza de no tocar más de lo que debía, lo subió por completó, dio un paso atrás y me miraba por el espejo, deja caer mi pelo, tragué saliva, mis ojos expresaron a ver borroso, parpadeaba para contener las lágrimas, me parecía tanto a ella, sentí un tacto cálido en mi hombro, volteo y me solté a llorar en el pecho de Adrián

- Está bien, todo va a estar bien - hablo, trate de dejar de llorar - está bien que llores niña, puedo estar así todo el día si quieres, necesitas desahogarte - me digo

- Me parezco tanto a ella, que me duele verme al espejo...