Toc, toc, toc!! Ese ruido, de alguien golpeando mi puerta me despertó.
- Mar!! Abre la puerta- ash... mi padre gritando, hizo que me levantara de un salto de mi cama para abrir la puerta
- Dime pa?- dije bostezando y supongo que con mi cabello desarreglado.
- Dime pa?- pregunta levantando una ceja- buenos días para ti también hija, esta bien que seas mi niña, mi princesa consentida, pero debes hablarme de forma educada.
- Espera que??- escuché la voz de mi hermano atrás de mi padre - que ella es tu niña, princesa consentida?- dijo haciendo muecas raras y moviendo las manos.
- Que esperabas?, soy su hija pequeña, inocente palomita- dije sacándole burla.
- Mira mocosa- no alcanzo a terminar de hablar, porque mi padre lo interrumpió.
- Como que mocosa?, así tratas a tu hermana?- pregunta mi padre cruzando sus brazos.
- Si, si papa el me trata así e incluso peor- dije haciendo un poco de drama, es lo mio...- si supieras lo que me dice, lo que me hará cuando el sea rey- dije llorando, pero obvio no era verdad, solo quería que lo retasen.
- Que yo que?-
- Eso mismo quiero saber, que tu que?, que es lo que le dices a tu hermana?- dijo mi papá pegándole a mi hermano en la nuca - vamos a mi despacho, vamos tenemos que hablar de tu comportamiento- dijo mi padre empujando a mi hermano.
- Que? Pero papa..- reclamó mi hermano
- Padre, para ti, estoy un poco molesto...tu comportamiento es mucho peor que el de tu hermana.
Peor? JÁ, es mucho más que peor, yo que tengo arto a mi padre por mis travesuras y rebeldías, imaginen a Martin, el es el maestro y yo solo la aprendiz...pero el aprendiz supera al maestro no? Pues eso haré superar a mi hermano es sus locuras.
Me acosté en mi cama, y recordé al chico extraño, sus ojos, su boca, su cuerpo. Como será ese cuerpo debajo de ese traje y su rostro debajo de ese antifaz, si su cuerpo ya se veía bastante bien y sexy con ropa, imaginen a ese cuerpo tallado por los dioses sin esa molesta ropa...ash mierda, mi mente pervertida.
- Princesa Mar esta ahí?- mi príncipe vino a mi...Peter toca la puerta, y bueno tiene que hablarme así para no ser descubiertos.
- Pase, mi príncipe- dije arreglando mi cabello.
- Hola amor, como estas? Que tal el baile?- me dice Peter un poco raro- no te encontré por ninguna parte, me preocupaste- dice tomando mi rostro con sus manos y deja un beso casto.
- Lo siento, es que yo no te encontré por ningún lado, me aburrí y como no era de mi agrado, vine a mi habitación.
- Por que no se me ocurrió venir acá?- dice Peter maldiciendo- si hubiera venido a tu habitación, no nos hubiéramos aburrido- dice Peter acercándose.
- Peter?- pregunto levantando una ceja y con una sonrisa de lado.
- Mar?- me responde con el mismo tono, pero con una sonrisa algo pícara, me toma de la cintura y me atrae a el.- no sabes cuanto te extrañe princesa.
- Y yo a ti, guardián- dije rompiendo la distancia y besándolo apasionadamente
Me tiro a la cama quedando el encima de mi, separo nuestras bocas, haciendo besando mi mejilla y haciendo así un camino a mi cuello. Apretó mi ceno, haciendo que yo gima, luego la bajo a mis piernas, metiendo su mano dentro de mi camisón para dormir, dirigió su mano a mi trasero, lo cual hizo que yo le mordiera el labio, luego su mano se dirigió a mi zona v, haciendo que yo volviera a gemir. Dejo de besarme para mirarme a los ojos y decirme que me ama. Pero en ese momento, el rostro de Peter cambió, me refiero a que vi al chico extraño, ya no veía los ojos verdes de Peter, si no los ojos azules profundo de ese sujeto que me causaba escalofríos de tan solo recordarlo.
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Amor Obligado
RomanceEn en siglo XIX es algo muy normal arreglar matrimonios, sobre todo si es para un objetivo común entre dos reinos. Es por eso que el padre de Mar a conseguido llegar a un arreglo para que su reino se pudiera fortalecer y llevar ventajas para así exp...