Capítulo 18

5.4K 265 15
                                    

Lo prometido es deuda, ahora ahí os dejo el cap 18 espero que les guste.

*NARRA SUMMER*

Estaba esperando a que Yaiza volviera con Sunny que se había tumbado a tomar el Sol, yo había pensado en hacer lo mismo, de hecho, ya me había quitado los shorts pero cuando he ido a quitarme la parte de arriba recordé el moratón, y justo en ese momento llegó Yaiza con una tabla de surf junto a Ally.

Yaiza: ¡Hola! -dijo con una sonrisa-¿Sabéis? Ally tiene novio.

Sunny: ¿Pero qué dices?

Yaiza: Lo que oyes.

Ally: Es verdad... Luego os lo presentaré -dijo con una sonrisa forzada-

Yaiza: Bueno ¡vamos a surfear! -dijo muy feliz-

Yo: Yaiza...¿Puedo hablar un momento contigo?

Yaiza: Sí, ¿qué pasa?

Sunny: Cuéntanos. -dijo con una sonrisa-

Yo: Absolas -dije fulminando con la mirada a Sunny-

Yaiza: Está bien.

Nos separamos un poco de allí y cuando ya estamos suficientemente lejos decidí hablar.

Yo: Se me había olvidado el moratón... -dije bajo-

Yaiza: No te preocupes ya verás cómo no pasa nada -dijo sonriéndome-

Yo: ¿Ne vas a dejar sola con Sunny? ¡Alomejor me viola! -dije riéndome-

Yaiza: No seas tonta, en realidad es maja -dijo riéndose con esa risa que me parecía taaan... mona-

No aguanté más y la besé.

Yaiza: Están ahí mis amigas -dijo contra mis labios-

Yo: A mí eso no me importa-dije volviéndola a besar-

Notaba qué iba a volver a hablar así que la cogí por la cintura la pegué contra mí y la mordí el labio inferior haciendo que soltara un gemido y abriera más la boca haciendo que mi lengua pudiera pasar. Ella pareció rendirse y subió sus brazos para rodear mi cuello y su lengua empezó a jugar con la mía. En ese momento olvidé todo lo demás, tenía mis ojos cerrados, estaba disfrutando el beso al máximo, hasta se me olvidó que no éramos las únicas en la playa.

X: Ejem, ejem, odio interrumpir porque parece que os lo estais pasando realmente bien, pero tenía que enseñar a alguien a surfear...

De repente Yaiza se separó de mí.

Yaiza: Per... dón... Ally -dijo sin aliento-

Yo solo podía sonreir.

Ally: ¿Me la prestas un poco? -dijo riéndose-

Yo: Claro, cuídamela -dije riéndome con ella-

Yaiza estaba roja pero no dejaba de ser mona. Yo me quedé contemplando a Yaiza y Ally quitándose la ropa donde estaba Sunny, era una bonita imagen. Me quede unos instantes mirando cómo se metian en el agua y volví a la realidad.

Sunny: ¡Eh! ¡Summer! ¡Ven! -dijo gritando dulcemente-

Empecé a caminar, creo que estos días me he pasado un poco con ella, quizás en el fondo no sea como me la imagino y en cierto modo se podría decir que es mona.

Yo: Hola Sunny -dije sonriéndole mientras me sentaba en la toalla que había a su lado-

Sunny: No me creo que me hayas sonreído -dijo riendo-

Yo: Bueno... no pareces...

Sunny: No hace falta que me des explicaciones, todo está bien -dijo amablemente-

Yo: Vale -dije tumbándome en la toalla y cerrando los ojos-

Pues al final es maja, quizás ella también haya sufrido con el esto, después de todo, Yaiza parece ser el amor de su vida.

-sin tener conciencia de ello me quedé dormida-

*SUEÑO*

¡Otra vez aquí no! Mi pulso se aceleraba por segundos. Mi corazón no para de galopar en mi pecho y de repente irrumpieron en la habitación.

X: Estupida niñata.

Después de sus palabras golpeó fuertemente mi mejilla, ya no aguantaba las lágrimas, empezaron a caer por mi rostro como si fuera un río. Sabía que no había salida, tenía manos y pies atados a una silla.

Otro golpe me hizo chillar del dolor, del golpe la silla se cayó.

Yo: Por favor... ¡PARA! ¡PARA YA! -dije gritando-

Él agarró mi cabello y tirando de él me levantó y puso la silla en pie de nuevo, yo sólo podía chillar. Me sentía débil, no podía hacer nada, no podía luchar y aunque pudiera se que no tendría fuerzas, se que luchar ya no sirve de nada. Él volvió a golpearme más fuerte que la vez anterior tirándome de nuevo al suelo con la silla.

Yo: ¡BRIAN! -dije gritando hasta quedarme sin voz-

Él empezó a pegar patadas a mi estómago, el dolor se me hacía insoportable. De nuevo me puso en pie y cogió mi rostro entre sus manos.

Todo por su sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora