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ㅡ ¡Oh! Jungkook.

Al tocar la puerta, una mujer lo recibió.
ㅡ Jungkook, lamentamos mucho lo de tu madre. ㅡ prosiguió la mujer después de un saludo.

ㅡ Sí, igual yo... ㅡ o quizás no.

Ambos se quedaron viendo un momento, algo incómodos, hasta que la mujer volvió a hablar ㅡ ¿Gustas pasar? ¿Necesitas algo? Pide lo que sea.

Al ser vecinos, Jungkook recordaba haber pasado mucho tiempo en la casa de la mujer en su infancia y adolescencia; por eso no fue raro el ofrecimiento.

ㅡ Sí.
De hecho, pasé por algo específico.
Con permiso.

Ingresó cuando la mujer se movió de la entrada.
Lo guió hasta la sala.
ㅡ Ponte cómodo, prepararé un poco de té.

Jungkook asintió, pero no se sentó todavía. Comenzó a recorrer la sala, mirado los cuadros en las paredes y muebles. Él estaba ahí en todas.
A penas logró tocar uno de ellos cuando oyó una voz grave.

ㅡ ¿Jeon? Así que eras tú.

Jungkook dio un pequeño salto, encontrándose con el hombre de la casa al darse la vuelta.

ㅡ Señor Kim, buenos días ㅡ saludó.

ㅡ Igualmente. Uhm, lamento lo de tu madre.
Debes sentirte mal.

Negó ㅡ No se preocupe. Gracias.

ㅡ ¿Por qué no nos sentamos? ㅡ ofreció, señalando los sillones. Jungkook asintió y fue hacia allí.
El hombre miró el cuadro fuera de lugar y lo acomodó, sintiendo un poco de fastidio al ver al joven tocando eso.

ㅡ Ha pasado un tiempo, ¿eh? ㅡ Continuó el mayor, sentadose frente a Jungkook.

ㅡ Sí.

El señor Kim sabía que Jungkook nunca fue de muchas palabras, pero ahora mismo, él sentía el ambiente un poco incómodo; aunque eso no pareciera afectarle al peliazul.

ㅡ Traje el té. ㅡ la mujer apareció, trayendo las tazas.

ㅡ Le agradezco mucho ㅡ dijo Jungkook una vez la señora se sentó ㅡ Pero no se hubiera molestado, sólo vine porque necesitaba preguntarles algo.

Los señores se miraron dudosos, pero ella volvió a verlo con una sonrisa.
ㅡ Lo que necesites, pídelo.

Jungkook guardó silencio por un segundo. Su lengua humectó sus labios secos antes de volver a hablar.
ㅡ El número de Taehyung.

Eso pareció sorprenderlos. Volvieron a mirarse y la mujer dudó.
ㅡ Creo que lo tengo por aquí. Espera... ㅡ ella se levantó y fue en busca de su celular.
Al volver, estaba tecleando ㅡ Disculpame, lo estoy buscando, pero no logro encontrarlo ㅡ se rió con nerviosismo ㅡ Estoy algo vieja para estas tecnologías.

ㅡ No tanto.
¿Necesita que lo busque por usted?

La mujer lo miró, tragando saliva, para después mirar a su esposo.
ㅡ Eh, no... Aquí está. Anotalo. ㅡ avisó, comenzando a dictar. Jungkook sacó con rapidez su celular, anotando el número para agendarlo.

Sonrió sin querer ㅡ Eso está muy bien ㅡ se levantó ㅡ Debo volver a casa ahora. En serio les agradezco su hospitalidad.

Ellos no alcanzaron a saludar, que Jungkook ya se había marchado.

El hombre se levantó.
ㅡ No debiste darle el número ㅡ casi reclamó.

ㅡ ¿Y qué querías que hiciera?

ㅡ Debimos preguntar a Taehyung primero si quería que se lo demos.

ㅡ Eso hice. Envié un mensaje, pero no llegó a contestar. ㅡ mordió su labio. ㅡ ¿Crees que sea malo para Tae?

Él la miró como su hubiera hecho la pregunta más tonta de todas.
ㅡ Él rompió su corazón, ¿tú qué crees?












ㅁㅁㅁㅁㅁㅁ

El pelinegro escuchó su celular sonar y corrió a tomarlo.
Se arrojó al sillón, recostandose en él.
La emoción le llegó cuando vio que era de su mamá. Pero le duró poco al leer el mensaje.

ㅡ Diablos.
¡Jiminie, ven rápido!

Su amigo llegó corriendo desde la otra habitación ㅡ ¡¿Qué pasa?!

Taehyung volteó el celular hacia él.
ㅡ Parece que ganaste la apuesta.








"Jungkook está aquí. Quiere tu número"

In another lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora