Diana Gilligan

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Elizabeth me preocupaba demasiado.

Nunca salía, de casa.

Sé que es porque su salud no era la mejor, así que una excelente idea llegó a mi.

¡Una fiesta en la piscina de su casa!

Tomé mi móvil y envié la invitación a varias personas de nuestro círculo social.

Antes le avisé a Elizabeth claro.

Soy su mejor amiga, desde la infancia hemos Sido ella y yo contra el mundo, después en la secundaria conocimos a Elaine y nuestro grupo de amigos aumento conforme pasaron los años.

Fue saliendo de la secundaria cuando Elizabeth enfermó.

Eso le impidió ir al bachillerato como cualquier otro joven estudiante

Se que ella podrá salir de esta y regresara a la escuela para vivir nuevas aventuras juntas.

Por eso nunca la dejaré sola. Eso hacen las mejores amigas. Estar juntas en las buenas y en las malas

Termine de invitar a nuestros amigos y metí mis cosas en mi mochila y salí rápido hacia la casa de Eli.

Le ayudaría a hacer los bocadillos y todo lo que se pueda ofrecer.






La invitación de Diana había llegado hasta el móvil de Merlín, quien sonrió de satisfacción.

El destino es una ruleta rusa.

Salió de su habitación con todo lo necesario para la fiesta.

Escanor y Arthur la siguieron como siempre.

En cuanto llegaron a la casa de Elizabeth, Merlín le dió la indicación a Escanor y Arthur de lo que deberían buscar en aquella gran casa.

Merlín era conocida de Diana y Elizabeth así que su presencia ahí, no era de extrañar.

Se tomó una selfie y después la mando al número de Meliodas.

El al abrir el mensaje y ver aquella foto sudo frío.

¿Que hacía Merlín ahí?

En seguida se colocó la ropa y dejo a una pelirroja en la cama desnuda confundida.

Meliodas sin importarle nada subió a su motocicleta y lo más rápido que pudo llegó hasta la casa de Elizabeth

Tardaron un poco en abrir la puerta.

Al entrar buscaba con desesperación a aquella chica de ojos celestes.

Y por fin la encontró.

Se acercó a ella y le tocó el hombro.

Ella lo miró rápido.

Ambos se quedaron viendo mutuamente

Ella vestía un traje de baño, blanco con adornos de rosas rojas.

El vestía una camisa de manga corta y un shorts corto de mezclilla.

El tiempo se congeló para ambos.

Hasta que Meliodas decidió romper el hielo


-¡Hola!-

Saludó lo más tranquilo que pudo

-¡Hola! ¿Que haces aquí?-

Respondió, de la misma manera elizabeth.

-Bueno....-

¿Que debería decirle?

En realidad fue sin pensar en algún pretexto.
Se quedó ahí de pie frente a ella mientras buscaba que explicación darle, pero no sé concentraba como debía, la belleza de Elizabeth era algo que lo distraía demasiado



-¡Hola Meliodas gracias por venir! Yo lo invite Elizabeth espero que no te incomode.-

Merlín llegaba a salvarlo

Ambos miraron hacia ella y la chica de ojos celestes le sonrió.

-¡No hay problema! Ven Meliodas, te llevaré a comer algo de la cocina.-

Le comento con una sonrisa y lo tomó levemente del brazo y él la siguió con un leve sonrojo en las mejillas.

Merlín veía esa escena a lo lejos y sonrió


Así que Meliodas había fallado porque se había fijado en Elizabeth.

Bebió su copa de vino con aquella sonrisa y los siguió muy de cerca.

~ Ladrón de noche ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora