Hermanos

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*Narrado por Zeldris*

En cuanto mi padre se marchó, luego de dar sus órdenes noté como mi hermano mayor tomaba su chamarra y se disponía a salir de ahí.

Lo alcanze y lo detuve.

-¿Que pasa hermano?-

Le pregunté un poco preocupado

Meliodas no me contestaba, más bien estaba pensando en algo, y no sabía en qué.

El era muy sobreprotector conmigo, incluso me ocultaba cosas para que yo no tenga que saber de preocupaciones innecesarias como el decía.

Siempre me trató como a un bebé, y más cuando falleció nuestra madre.

El asumió esa responsabilidad conmigo, yo adoraba a mi hermano, pero no me agradaba que el me seguía viendo cómo a un niño de 6 años.

-Porfavor Meliodas, dime, confía en mí. Ya tengo 18, ya no soy un bebé, se ya algunas cosas de la vida. ¿Cómo puedo ayudarte si no me dices lo que ocurre? Los hermanos se deben ayudar mutuamente.-

El no me contestó más bien quedó sorprendido ante mis palabras, me sonrió y me dió un casco.

-Sube, tendremos una plática.-

Sin dudar me coloque el casco y subí rápido a la moto.

Prendió el motor y puso marcha.

Llegamos a un Bar.

Estaciono la moto y entramos.

Saludo a algunas personas ahí, supuse que eran conocidos suyos.

Se acercó a la barra y pidió dos tarros de cerveza.

Yo solo lo miraba, esperando ansioso a qué el me contará que pasaba.

Cuando la bebida llegó, el le dió un largo sorbo.

Me limité a verlo tomar.

Después tomé un poco de aquella bebida amarga.

En cuanto asenté el tarro Meliodas comenzó a hablar por fin

-Detesto vivir así, no quiero ser un ladrón. No quiero seguir las órdenes de papá, pero todo esto lo hago por ti, por nosotros.
Sin embargo está orden que nos dió quizá sea su tumba para el.-

No entendía bien que decía, así que solo estaba ahí sentado, viendo hacia él, esperando que continúe hablando

-Zeldris, la persona que papá quiere exterminar es el padre de Elizabeth. La mujer de la cual me estoy enamorando perdidamente.-

Casi me caía de la silla de tan asombrado que estaba.

Mi hermano estaba siendo muy sincero conmigo.

Sabía quién era Elizabeth, la había visto en persona en dos ocasiones, Merlín hablaba de ella con frecuencia, eran amigas

Bebi de mi cerveza mientras pensaba que debía decirle a mi hermano mayor

-¿Que quieres hacer?-

Me animé a preguntarle luego de varios minutos en silencio

-No tengo idea, es todo un caos. Primero porque sería revelarme contra papá. Aunque no tengo miedo, estoy dispuesto a todo. Segundo, Liz, seguramente me intentará matar, literal, y tercero, sería decirle a Elizabeth quien soy realmente.-

Ahí estaba sentado, escuchando las penas de mi único hermano, sin saber que hacer o decirle. O como ayudarlo, me sentía inútil, pero Meliodas se había sincerado completamente conmigo, algo tenia que decirle

-¿Y si huyes de papá?-

El me miró sorprendido.

Era una excelente idea pero ¿Cómo lo haría?

Pidió otra ronda de cervezas mientras platicábamos algunas opciones para que pueda salirse de ese problema

Pero en todas había siempre una grave consecuencia.

Sin darnos cuenta nos habíamos bebido ya varios tarros. Comenzaba a sentirme mareado y llamé a Ban y Harlequin para que fueran por nosotros.

Meliodas me agradeció el que lo ayudara a pensar las cosas.

El estaba como si no hubiera bebido nada de alcohol.

Pero yo ya me sentía algo mareado.

Meliodas pidió a Ban y Harlequin llevarme a casa ya que el iría a hablar con alguien, le desee suerte y subí en el carro de Harlequin

Apenas llegué a mi cuarto me metí a la ducha, lave mis dientes y el mareo disminuyó bastante, me sentí más alivianado.

Me puse mi pijama y me dispuse a dormir.

~ Ladrón de noche ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora