ENREDÓ (parte única ).

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El antiguo héroe número 1 se ha retirado All Might se ha ido dando le pasó a un nuevo símbolo de la paz Endeavor el héroe de las llamas ahora es el nuevo número 1 encargado de proteger a la súper sociedad, trabajo que le sería más fácil si no tuviera una pequeña ave bocona pegado a su hombro las 24 horas del día.

El hombre de cabellera roja se encontraba ahora en la azotea del edificio de su agencia, fumando un cigarrillo y teniendo su mano agarrada a la barandilla sumergido en sus pensamientos dejaba salir el humo de su nariz cerraba sus ojos en un suspiro profundo para intentar relajarse un poco de su ajetreado día el cual era opacado aun mas por un triste y trágico aniversario.

-Que mierda de vida... -pensó para sí mismo mirando al cielo buscando algo de consuelo hasta que pensó que ya era suficiente de perder el tiempo, tiró la colilla y la pisó para después caminar hacia adentro del lugar teniendo sus manos en puño cerrado como siempre fue dirigiéndose a su oficina ignorando a todo aquel que se le ocurriera mirar lo o hablarle, no era un buen día para él y mucho menos para molestar lo.

-Me odio...- dijo para entrar a su oficina y cerrar la puerta detrás de él, sus ojos estaban cansados y fue buscar entre sus cosas un pequeño vaso de cristal y así poder beber un poco de tequila, ahogándose en su soledad y en aquella bebida una vez más sentado en esa solitaria silla de una vacía oficina mirando aquella placa de metal en su escritorio que llevaba su nombre y el título de héroe número 1 quien iba a pensarlo después de tanto tiempo por fin lo había logrado, la meta de su vida pero... ¿a qué precio? aquella era una victoria vacía.

Una vez terminó su trago y algunos guardó el vaso y la botella ya casi vacía, levantándose y arreglando su camisa, no traía puesto su traje de héroe debido a que no lo vio necesario, era su día libre y lo estaba pasando en la oficina, no tenía otro lugar más a dónde ir, su esposa estaba en aquel hospital psiquiátrico se tenían prohibido a si mismo ver la aun para no retrasar su mejoría, aun que siempre le enviaba aquellas flores azules que le gustaban, pronto le darían de alta, sus dos hijos lo odiaban y su hija la única que no le guardaba rencor seguramente estaba en el trabajo, no quería interrumpir su rutina.

-Que día tedioso...-susurrando para sí entre pequeños reclamos caminando por la escaleras bajando las mismas y salir del lugar, era su oportunidad de darse una escapada de todo aquello, mientras caminaba tenía su mano en la barandilla y así evitar caer, algo le faltaba en su día solitario, mirando hacia abajo evitando distraerse más pasó fugazmente el recuerdo de aquel chico de alas carmín que tanto le perturba y le irritaba, ahora se dio cuenta de lo solitaria que estaba su vida cuando no lo tenia pegado a su hombro.

-Maldita sea, de nuevo pensando en ese bastardo...- bufó pero su distracción hizo que casi cayera, más para evitarlo se aferró fuerte a la barandilla y respiró profundo para seguir bajando caminando hacia la recepción donde miró a algunos nuevos estudiantes que comienzan su pasantía en aquel lugar, rodó sus ojos irritado al escuchar las voces y chillidos de aquel extraño grupo de jóvenes que se emocionó al verlo, no tenía nada de especial para recibir admiración y menos sabiendo todo el daño que había hecho, en especial a su familia.

De una manera simple asintió y miró a todos los jóvenes, no tenía ganas de hacer nada más así que decidió tomarse las fotos y sonreír de una manera vacía y mostrar su característica expresión seria no había razón para ser cruel con ellos.

-Espero se la pasen bien en sus prácticas...- fue lo último que dijo antes de que su mirada se posara sobre uno de los jóvenes pasantes aquel chico de cabello negro y complexión delgada era extraño pero de alguna forma le agradó dedicando le una pequeña sonrisa más sincera, luego lo investigaria, ahora estaba volviendo a su camino para ir a las afueras de su agencia necesitaba estar sólo en ese momento, se fue sentándose en una esquina de un callejón cercano detrás de los basureros sacó un nuevo cigarrillo volvió a fumar y así relajarse mientras iba recordando el amargo momento en que perdió a su hijo mayor por su estupidez, las lágrimas amenazaban con salir sin más de sus ojos turquesa.

DESTINO (One Shot) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora