Jeankasa One-shots

Winter Alive

ACLARACIÓN IMPORTANTE

Esta historia la escribí para un concurso interno en mi escuela, por lo tanto este one shot será una adaptación de esta misma, este proceso ya lo hice en otro libro de one shots Kacchako, por si lo ven por ahí XD, realmente me gustó mucho la historia así que lo pondré por aquí.

Disfruten :D

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Una mañana de invierno.

-Mi nombre es Mikasa Ackerman, espero que mi audición sea de su agrado.

-Bien, señorita Ackerman, puede comenzar.

Respiré hondo para disipar mis miedos, mis extremidades comenzaron a moverse con delicadeza y elegancia, de mis labios salían palabras entonadas y melodiosas, me sentía libre en un mundo que desde pequeña me condenó al fracaso; ahora más que nunca estaba cerca de la victoria, luego de derramar sangre, sudor y lágrimas lo iba a lograr.

Al terminar mi presentación hice una pequeña reverencia evitando que mi rostro empapado sea visto por el jurado, la adrenalina corría por mi cuerpo como si de electricidad se tratase, los aplausos se hicieron presentes eliminando cualquier rastro de miedo, mi respiración agitada no evitó que una sonrisa se dibujase en mi rostro.

-Bienvenida al show, señorita Ackerman.

-¡Gracias!

No pude aguantar mi llanto lleno de felicidad, estaba entusiasmada y llena de vigorosidad, al fin podría escuchar a mis padres decir cuan orgullosos estaban de mí mientras yo hacía algo que realmente amaba, al fin podría mirar a la cara a los que me dijeron que jamás lograría algo, al fin me sentía completa.

Pero no todo es felicidad, lamentablemente.

Mientras me dirigía a mi hogar, hablaba con mis padres por teléfono dándoles la grandiosa noticia, escuchar a mi madre al borde de las lágrimas, a mi padre riéndose de la emoción, escuchar a mi hermano corriendo por toda la casa saltando de felicidad.

Escuchar un zumbido que me dejó mareada, sentir mi cuerpo entumecido por un previo golpe, ver cada vez más borroso que antes.

Gente, mucha gente, siempre quise estar rodeada por personas que admiraran mi talento y mostrarles que cada uno de nosotros es una preciosa obra de arte.

Pero esta no era la ocasión.

Una lágrima de frustración se deslizó por mi mejilla, nunca cumpliría aquel sueño, todo se acabó.

Me hundía cada vez más en un profundo océano.

Sirenas lejanas, gente murmurando, y la voz de una línea telefónica que gritaba.

El día 19 de junio del año 2011, una joven, con futuro prometedor, fue víctima de la irresponsabilidad de un conductor.

Pero no todo es tristeza, gracias a Dios.

Era una mañana de invierno cuando mis sueños estaban a punto de cumplirse.

Era una mañana de invierno cuando lo perdí todo y dejé de vivir.

Pero también fue una mañana de invierno el día en el que al fin pude sentir algo dentro de mi.

20 de agosto del 2018.

Era un alma andante sin ningún propósito, no sé cuánto tiempo llevaba dando vueltas en el mismo lugar.

Mi cabello azabache no crecía, el toque rosado en mi piel fue reemplazado por eterna palidez.