El castaño solo apartaba la mirada algo incómodo, si las miradas matarán seguramente el ya estaría recontra muerto.
Wakiya mantenía ese semblante serio, su mirada clavada en el menor como si estuviera mentalmente recriminando miles de cosas al menor, cruzado de brazos para después lanzar un suspiro y mirar al castaño ahora con un poco de tristeza.
- Aiger, yo se que has hecho todas estas cosas por valt, has demostrado que lo amas porque has llegado hasta las últimas consecuencias para poder hacer que el se fijé en ti, sin embargo, sabes que nada funcionará y la única opción eficaz es que hables con el, y le digas lo que sientes, yo se que te asusta la idea, pero de otra forma no arreglarás tus malentendidos con el-
Aiga Solo se quedó callado, realmente, le aterraba mucho la idea de hablar con valt y decirle sus sentimientos, era algo que jamás estuvo dentro de sus planes, pero wakiya tenía razón, era necesario, valt debía saberlo, y aun si Aiga era rechazado, por lo menos tendría la seguridad de que no se quedó callado y dijo lo que tenía que decir.
- ¿Sabes?, Valt esta allá afuera, quiere hablar contigo, creo que esta es la oportunidad para que aclaren ciertas cosas- dijo wakiya
Al escuchar eso el corazón de aiga latió rápidamente, sus mejillas enrojecieron y se llenó de miedo.
- no por favor, no quiero- el castaño estaba realmente asustado ante la idea.
- lo siento, pero no permitiré que hagas mas estupideces, esta es la solución definitiva - fue todo lo que dijo el rubio para salir de la habitación.
Aiga solo se quedó allí, apanicado, su corazón latía tan fuerte que podía escucharlo, sus manos y pies temblaban.
Su miedo aumento cuando la puerta comenzó a abrirse, el castaño rápidamente se tapo con las sábanas como si de un fantasma se tratase, escuchó pasos aproximandose hasta el, hasta finalmente sentir la mano del mayor quitando las sábanas para encontrarse con unos ojos jasper repletos de lágrimas y una mirada triste.
El peliazul acarició la cabeza de aiga, después tomo lugar en un pequeño asiendo que había junto a la camilla.
- no quieres hablar conmigo ¿Es eso? - pregunto el peliazul.
Aiga solo se sonrojo.
- ¿Que pasa porque....? - el ojicafe fue interrumpido.
- vas a rechazarme ¿cierto?- las lágrimas comenzaron a caer en las sábanas, una tras otra reflejando un profundo dolor y un miedo, el miedo a no ser correspondido, el miedo a que esa persona que quieres solo sienta despreció por ti y por tus sentimientos - no te sientas mal, yo ya sabía que esto pasaría, lo supe todo el tiempo, la verdad no debí ilusionarme tanto - hablo aiger para secar bruscamente sus lágrimas con la manga guante.
- no saques conclusiones aún - hablo molesto valt, después tomo una breve pausa para tranquilizarse - antes que nada, quiero saber, si lo que escuche que dijiste a xander es verdad ¿Te gusto? - la mirada de valt estaba sobre el castaño, el peliazul se sonrojo al hacer esa pregunta, pero el contrario solo mantenía la mirada baja y no lo veía.
Aiger no contestó nada, sólo asintió con la cabeza mientras nuevamente las lágrimas se acumulaban en sus párpados.
- perdoname, perdóname por sentir esto - ante aquellas palabras aiger se encongio escondiendo su rostro en sus rodillas y abrazando sus piernas, en Aquella habitación solo se escuchaban los sollozos del menor.
Valt estaba casi igual, había algo dentro de el, una tristeza profunda de ver al castaño así y todo era su culpa, o al menos así se sentía valt.
- no tienes que disculparte aiger, la verdad... Creo que yo no te he dado ninguna respuesta de la manera apropiada - valt tomo las manos contrarias.
Ante Aquello el castaño alzo la mirada sorprendido y sonrojado, su mirada se cruzó con la del mayor por primera vez en todo el rato que llevaba ahí.
- Aiger, yo acepto tus sentimientos - dijo valt sonriente mirando al menor, ambos estaban sonrojados pero mucho mas el menor.
¿Todo aquello era verdad?, ¿Realmente valt lo estaba aceptando? ¿Era Acaso un sueño?
( Pellizacame wey que estoy soñando, ok no :b)
- pero...¿Porque?- pregunto el castaño con lágrimas dezlisandose por sus mejillas
- porque me di cuenta, de que no me gusta verte así, y quiero ser yo la persona que te haga sonreír y evite que estes triste, al principio tenía miedo, la verdad, saber que yo te gustaba fue algo demásiado repentino - explico el menor rascando su nuca avergonzado - pero, yo también tuve la culpa por no haberte dicho como me sentía-
- y ¿Como te sientes ahora?- pregunto el menor secando sus lágrimas.
- estoy feliz, y lo estoy porque estando contigo podré verte sonreír todo el tiempo - dijo Valt.
- Ya cállate, esto es vergonzoso - grito el menor lanzando su almohada al rostro de Valt.
Sin embargo el peliazul pudo detenerla a tiempo, para después reir avergonzado.
- lo siento - valt bajo la mirada sonrojado.
Al ver al contrario sonrojado Aiga se hecho a reír.
-¿Que es tan gracioso?- pregunto confundido valt.
- tu cara, pareces un gitomate - hablo aiga riéndose, tanto que se tumbo en la cama abrazando su estómago el cual le estaba comenzando a doler de tánto reir.
- OYE, TU TAMBIÉN PARECÍAS UNO HACE RATO - reclamo el peliazul.
Pero aiga simplemente no podía parar de reír.
El castaño se sentó aún riendo, "la risa de aiger puede ser muy contagiosa" pensó en oji café.
Ambos reían, pero se detuvieron cuando el peliazul abrazo al contrario.
Ambos solo disfrutaban de ese momento tan lindo.- gracias por aceptarme- susurro aiger cerrando sus ojos y dando un suspiro.