Sweet Night 。･:*:･✿ JayWon

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。･:*:･✿ "Nunca quise nada
más de lo que te quise
a ti, pero siempre supe
que iba a perder"

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Era un buen día. Estaba soleado y me gusto caminar desde mi casa al instituto. Fue relajante, sabiendo lo que iba a hacer después.

Y me sentía feliz, no sé porqué. Me sentí valiente por un momento e incluso llegué a pensar que todo saldría bien.

Que iba a llegar, me declararía y podría estar en paz, fuera cual fuera la respuesta. Pero no fue así, vaya sorpresa...

Camine más lento desde que entre al instituto. Solo era la entrada, la profesora me saludo y el maestro titular de nuestro grupo se encargó de revisar mi mochila. Es algo que se hace desde hace algunos años, ya sabes: por si acaso alguien carga drogas o armas. En general, los profesores suelen dejarme pasar sin revisarme; saben que nada de eso me interesa.

Pero hoy fue diferente, desde el ambiente y el sol que parecía haber salido más temprano. Me dio gusto saber que no serías mi único motivo para llorar en cuando vi que Taehyung también llegaba; ese chico... Bueno, no es que lo deteste... Simplemente no puedo estar cerca de él porque no le agrado. Y se acercó, me dio esa usual palmada en el hombro que da con disimulo y fuerza al mismo tiempo, como si solo fuéramos buenos amigos que ya no se hablan ni lo harán. Como lo que somos.

Yo solo me fui. Tomé asiento y tú estabas ahí, también Riki. El tema con ustedes es que llegan temprano: siempre. Él me saludo a la distancia con cierta incomodidad y tú te acercaste a mi lugar, solo porque eres amable.

—Hola Wonie, ¿como estás? —me preguntaste nervioso, como siempre.

Y una vez más, antes de poder responder, un amigo tuyo llegó y te fuiste con él. Bien, no te interesó en realidad. Solo pasabas el rato.

—Estoy cansado —es lo que planeaba responder, si tan solo te hubieras quedado un par de segundos más...

Pronto llegó Sunoo también, y también se fue. Como siempre, me dejó por irse con SungHoon. Esta mañana noté que Riki no dejaba de mirarme, y fue entendible pues ayer por la tarde hice algo extraño. No lo explicará porque me avergüenzo ahora, el punto es que toqué sus manos sin descaro. Toqué la mano de muchas personas, de echo. Era solo un juego.

Toda la mañana pasó rápido en general, asta que dieron las doce y media. Quedaba una sola clase y mi tiempo escurría entre pensamientos que pasaban rápido solo a acelerar mi corazón y se iban. ¡Qué coincidencia! Se nota que pienso en ti.

Y se acabó. Saliste del aula tú primero. Tus amigos te siguieron, pero fui más rápido por un segundo y me paré frente a ti. Estabas radiante.

—¿Podemos hablar? —te pedí; solo porque había visto a Sunoo hacer lo mismo con SungHoon, con sus pequeñas manitas luciendo adorables delante, y me pareció buena idea.

Espera. Creo que me enamoré de Kim SunWoo, fin del diario.

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