| Oʙsᴛᴀ́ᴄᴜʟᴏ ᴅᴇ Dɪᴏs

5 0 0
                                    

Removieron las ropas de Móstoles quien ya no estaba ahí, la Unión de Didaché, confusa, volteó a todas partes, querían saber a donde había ido.

Schroeder: No, no, no, ¡no!, se fue, ¿Tharyad, Ernhardt?

Preguntaba Schroeder para buscar algo de guía, su cara emitía rabia.

Después de ese momento, Tharyad iba a decir algo, cuando de repente se escuchó a lo lejos un gruñido, uno bastante fuerte y potente, todos estaban atónitos, ¿qué sonaba si no eran ellos?

Ernhardt: No voy a preguntar si escucharon eso, porque estoy seguro de que lo hicieron, y estoy seguro de que ya están pensando en algo.

Mientras la Unión platicaba, Móstoles corría muy lejos de ellos, herido y desconcentrado, muy confundido y enojado, muchas emociones, demasiadas cosas que expresar. ,,Tengo que vencerlos, por Dios, tengo que superarlos, pero no podré hacerlo solo..." pensaba Móstoles.

Volviendo a la Unión de Didaché, después de charlar un rato sobre lo que habían escuchado decidieron que  la mejor idea seria seguir hacia donde estaba aquel ruido, por lo que corrieron los tres a toda velocidad, atravesando árboles, pequeñas montañas, ríos, lugares naturales arruinados, no pasó mucho tiempo hasta que...

Schroeder: Esperen, ¿sienten eso?...

Tharyad: El suelo... Concéntrense en el suelo...

Ernhardt: Lo... Lo siento, ¿por qué está retum-?

Antes de que siquiera Ernhardt pudiera terminar la oración, por atrás de una montaña se pintaba ya una figura, parecía un óvalo de lado, fue saliendo poco a poco hasta que, se notó, era una cabeza enorme, la cabeza parecía ser una masa un tanto poco simétrica tratando de parecer algodonada, era una figura antropomórfica de una cabeza sin duda, con un cuello muy ancho y al estar viendo de lado no se apreciaba muy bien el rostro, hasta que...

Schroeder: No, ¿qué?...

Tharyad: Schroeder, Ernhardt, por favor, díganme que estoy simplemente alucinando, lo estoy, ¿verdad?

Todos expresaban terror en sus rostros, estaban completamente fuera de sus almas, Ernhardt no pudo ni hablar. Después de unos segundos, el rostro amorfo volteó directamente a ellos. Parecía traer una máscara rara, pero no, era su rostro, no tenía boca, apenas y se marcaban sus detalles faciales, dos ojos completamente negros, una nariz caída, todo el ser era de color gris, blancoso.

Ernhardt: Hermanos... ¿Qué estoy presenciando?

La figura no hacía algún ruido, pero empezó a moverse hacia la Unión, destruyendo todo a su paso; era algo lenta, pero era enorme, de aproximadamente cuarenta y seis metros de alto, después de unos pocos segundos dió a relucir toda su forma; era un gigante un tanto relleno, no se notaban muchos músculos pero no estaba en mala forma, tenía dos brazos, cada brazo con dos cartílagos grandes saliendo de ellos, dos piernas enormes y parecía estar algo encorvado. 

Schroeder: Santo Dios... Padre, ¿qué está sucediendo?

Schroeder se puso de rodillas, juntó sus manos y sin cerrar sus ojos, teniéndolos completamente abiertos, empezó a rezar en su mente. Todos estaban paralizados...

Ernhardt: ¡NOOO!, NO, NO, NO, NO, ¡NOOO!, ¡¡¡NOOO!!!

Ernhardt empezó a tomar su cabello y estirarlo, estaba entrando en pánico, nadie sabía que estaba pasando, ¿qué es aquella creatura?, se acercaba cada vez mas y mas, verla al rostro era atemorizante, era enorme, sin expresión, sin emoción, parecía no estar viva, parecía que la mera existencia de los apóstoles le era simplemente trivial... ¿Era eso creación de Dios?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 17, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

OʀɪɢɪɴᴀʟsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora