Capítulo 6

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Después de dejar a Susan en cama, Peter bajó para hablar con Caspian, ambos tenían muchas cosas que decir el uno al otro.

-Perdón por haberte hablado así, solo...solo quería que ella estuviera bien- Peter suspiró y pasó una mano por su cara dejando ver su preocupación por su hermana y lo que había pasado.

-Te entiendo, creo que si tuviera una hermana habría hecho lo mismo que tu- Caspian soltó un suspiro de resignación al entender que no le sería posible hablar con Susan, no por el momento -Solo venía a dejar los trastos de la cena y a darle las gracias a tu madre-

-Ella no está- las palabras de Peter sonaron cortantes, muy frías, cosa que no pasó desapercibida por Caspian.

Caspian soltó un suspiro mirando hacia cualquier parte menos a dónde estaba sentado Peter. Por otro lado Peter no dejaba de ver fijamente a Caspian, después de unos minutos de verlo bien se dio cuenta de una cosa, traía su ropa puesta.

-Esa...es mi camiseta?- lo miró mientras lo señalaba con el dedo.

-Oh, si, tu madre me la prestó, dijo que no te importaría-

-No...supongo que no- el magnífico tensó la mandíbula y apretó los puños en un intento de contener su enojo, entendía por qué su madre la había prestado ropa, pero ¿su camiseta favorita? no quería parecer un niño pequeño, pero más tarde hablaría con su madre -Iré a ver si Susan está bien...¿necesitas algo más?

-¿Podría darme un baño?-

-Claro, sígueme- ambos se levantaron y Peter lo llevó hacia la planta de arriba conduciéndolo al baño -Ahí está- señaló la puerta y esperó a que Caspian entrara.

Como era de suponer, el rey no sabía como usar una ducha común y corriente. Se sintió un poco, o mejor dicho, bastante intimidado pero su orgullo fue más fuerte así que entró al baño sin preguntar cómo era que se usaba. Solo le dio las gracias a Peter y cerró la puerta quedando solo con esa extraña ducha.

Peter tampoco quiso preguntar nada, así que dejó que Caspian investigara por su cuenta el funcionamiento de aquél extraño aparato. Si él se iba a quedar en su casa debería a aprender a usar las cosas.
Entró a la habitación de sus hermanas y vio a Susan con un mejor semblante.

-¿Cómo te sientes?- se sentó a los pies de la cama.

-Bien, tuve un sueño bastante extraño, soñé que Caspian estaba aquí, ¿puedes creerlo?- Susan soltó una pequeña risita.

-Dijiste...¿sueño?- Peter la miró bastante extrañado por lo que había dicho, tocó su coronilla con la palma de su mano y notó que su hermana ardía de fiebre -Llamaré a mamá, tienes mucha fiebre- tomó el móvil de Susan y marcó el número de su madre -No contesta, intentaré bajar la fiebre- salió de la habitación y bajó a la cocina para humedecer un paño, un par de segundos después regresó con Susan y colocó el paño sobre su frente.

-Gracias Pete- Susan cerró sus ojos y soltó un suspiro.

-Descansa- Peter salió de la habitación y volvió a llamar a su madre esperando que contestara.

Mientras el mayor de los Pevensie hacía la llamada, Caspian enfrentaba una batalla con la ducha y vaya que estaba en problemas.
Antes de ducharse decidió investigar cómo era que funcionaba aquel aparato, miraba la ducha con desconfianza, golpeó un poco el tubo intentando sacar algo de agua, pero fue inútil, lo siguiente que intentó fue presionar las llaves del agua y de nuevo no logró nada. Estuvo a punto de resbalarse pero logró sostenerse de las llaves de agua, cuando intentó incorporarse accidentalmente giró una de las llaves logrando obtener algo de agua, pero para su sorpresa era agua fría, así que intentó cerrarla, pero la giró al lado contrario logrando que saliera más agua, mojándose por completo. Batalló con el agua durante un buen rato hasta que encontró la forma de no quemarse con agua hirviendo ni morir de hipotermia. 

Después de la tormentosa experiencia en la ducha logró salir con vida. Al salir de ahí se topó con Peter.

-Gracias por...dejarme usar el baño-  

-No fue nada, si tienes hambre hay comida en la cocina- Sin decir más se dio vuelta y llamó de nuevo a su madre.
Caspian, por su parte bajó a la cocina buscando algo para desayunar. Por fortuna en la mesa encontró un cartón de leche y un par de tostadas en un plato.

Después de varios intentos, Peter logró comunicarse con su madre diciéndole la situación en la que se encontraba Susan y unos minutos más tarde su madre apareció en casa.

Las Crónicas de Narnia: Un nuevo mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora