°.* Prólogo *.°

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Leer escuchando [A heart to hold you - Keane]

Sirenas y crujidos sonaban a los alrededores, sonidos que dificultosamente podía escuchar por el atroz zumbido que atravesaba los oidos del débil cuerpo que yacía a un lado del pavimento, todo pasó en camara lenta tal como si fuera un rodaje cinematográfico en blanco y negro.

El brutal impacto que había recibido sobre la parte superior de la cabeza le dio lugar a una terrible fatiga y dolor de cabeza que sumado a la visión borrosa formaban uno de los duros episodios de la joven vida.

El pequeño niño logró sentir como era recogido del suelo y era conducido hacia un lugar del cual él desconocía, en manos de alguien más grande que él, escuchaba voces a su alrededor, varias voces que no distinguió a quienes pertenecían.

—¡Papá, por favor apúrate! —exclamó la dulce voz de otro niño—. No está respirando —dijo ahogando un chillido.

—Tranquilo hijo, todo va a estar bien —respondió una voz grave.

—Hijo por favor no llores, él va a estar bien —dijo una voz femenina el cual pudo divisar en medio de su somnolencia.

Entre susurros por parte de otra voz que no logró distinguir sostuvo con fuerza la mano de quién lloraba en silencio.

—¡Oh por Dios! Agarró mi mano, aún está conciente —exclamó el pequeño que sollozaba.

—Cariño, ya vamos a llegar... Háblale para que no se duerma —respondió la angustiada voz femenina.

—Resiste, por favor... Todo va a estar bien, te lo prometo —fue lo último que escucho.

El niño que lloraba por el pequeño herido que yacía sobre sus piernas, asió con sus suaves manos en sus rosadas mejillas y por el dulce arrumaco que recibió le dedicó una pequeña sonrisa dejando a la vista sus evidentes hoyuelos. Quiso responder el mimo con sus propias manos pero el sueño se apoderó su adolorido cuerpo. Esto fue lo último que hizo bajo la poca coincidencia que tenía.

Todo se tornó en un silencio candencioso, profundo y suavizador y esto permaneció así por un gran lapso de tiempo. El pequeño niño con tan solo 7 años debatía entre la vida y la muerte, y para empeorar la situación sin la presencia de sus padres.

Cinco meses después de la tragedia, despertó de lo que parecía ser un sueño eterno, todo volvería a tomar color ante sus delicados ojos verdes, el pequeño no lograba recomponer su memoria tras lo ocurrido, solo ponía rememorar los sucesos que acontencieron años atrás, hechos que pasaron antes del accidente. El rizado clínicamente estaba mejor de salud pero a consecuencia del aparatoso accidente automovilístico que sufrió el ojiverde padecía un cuadro amnesia, indefinida ante la vista de los doctores, esto debido a una conmoción cerebral traumática por un gran golpe un la parte superior de su cabeza, provocándole una leve lesión interna.

Por la ausencia de sus padres y la falta de memoria del menor, fue trasladado a un centro de albergue para niños abandonados. El pequeño rizado solo sabía su nombre así que por la escasa información las autoridades policiales se comprometieron a hacerle seguimiento adecuado a su caso pero nunca pudieron darlo por concluido y su caso solo fue archivado.

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El sonido de la hierba moviéndose con el viento impactaba en los oídos del pequeño que permanecía recostado en el regazo, acurrucado en el pecho de aquella mujer que intentaba nulamente sacarlo de los pensamientos que inundaban su cabeza.

Verde en Azul - L.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora