Verde en Azul - L.S.

°.* Cap. 1 *.°

Siete años después . . .

Eran las 6:33 de la mañana, primer día de clases en la escuela pre-universitaria. Los rayos solares comenzaba a ponerse sobre los tejados de las casa aledañas del sofisticado vecindario en el que vivía el ojiazul.

Hacia una semana que Louis había regresado de sus vacaciones de verano en Francia, país el cual era costumbre visitar desde que tenía uso de razón por los innumerables negocios de sus padres.

El muchacho y su mejor amigo se encontraban a tempranas horas de la mañana tratando de organizar sus cosas para la escuela, ambos estaban cursando el último año escolar en el prestigiado colegio en el que muchos anhelaban asistir pero por los escasos recursos económicos se les era imposible.

El día había empezado con una discusión entre el ojiazul y su mejor amigo, sobre un tema que casi siempre se repetía entre ellos dos, pero que traía desconcertado al mejor amigo.

—Zayn, carajo —gruñó el ojiazul—. Tú no lo comprendes —.

Caminó en círculos en su habitación, sosteniendo su cabeza con ambas manos mostrando una señal de lo aturdido que estaba.

—Hermano, creo que estás obsesionado con esto —dijo en su defensa mientras alzaba sus hombros.

—Pero... Zayn, tú estabas conmigo, tú también lo vistes —lo señaló con el dedo mirándolo con el entrecejo fruncido.

—Louis, estaba muerto —habló.

—¡No Zayn! ¡Yo sé que está vivo! —exclamó tratando de aguardar las lágrimas.

—Mierda, Louis ya hablamos de esto —dijo molesto.

El ojiazul posó sus manos sobre su rostro, ahogando un chillido recostando su espalda en la lisa pared.

—Es difícil creerlo —suspiró con dificultad—. Yo le prometí que todo estaría bien... Necesito encontrarlo —bajó la mirada con nostalgia.

—Lou, no me gusta verte así, pero ya ha pasado mucho tiempo y no sabemos nada al respecto —dijo angustiado.

—Sabes que seguire buscandolo, lo he estado haciendo durante siete años y no me he cansado de hacerlo —.

—Louis, tú eres mi mejor amigo, el único, y me destroza el alma verte así, yo sé cómo te sientes, ambos estábamos allí... lo vimos todo —un sollozo por parte de su amigo hizo que le quebrara la voz—. Louis, nosotros apenas teníamos 10 años e hicimos lo que pudimos en aquel entonces —.

—Zayn... si está muerto, si quiera necesito saber dónde lo sepultaron —habló entre un agudo sollozo.

—¿En verdad quieres seguir con esto? —preguntó mientras se acercaba a él.

—Lo necesito —su mirada se distorsionó a alterada—. Zayn, ni siquiera sé su nombre —soltó otro llanto.

—No te preocupes te ayudaré y lo sabes, hay nuevo personal administrativo en el hospital, es un conocido de mi familia seguro nos puede ayudar... Lou, vamos a encontrarlo —dijo abrazándolo.

—Gracias, muchas gracias —respondió el abrazo—. Sin ti no sé qué haría Zayn —.

El reconfortante momento fue interrumpido por el golpeteo en la puerta, tomándolos a ambos por sorpresa.

—Louis —llamó la voz del otro lado de la puerta.

—Si papá, ¿Pasa algo? —respondió sin abrir la puerta.

—Tu madre y yo tenemos algo importante que decirte, por favor baja rápido de tu habitación para desayunar —avisó.

—Esta bien... ¿Zayn puede estar ahí también? —preguntó Louis.