Dicen que la mayoría de escritores crea historias y realidades abstractas en papel porque nunca tuvieron la valentía de hacerlas realidad, o porque para ellos eran física, intelectual, o economica y humanamente imposibles de realizar. Bueno, yo, como nuevo escritor no me posiciono dentro de la mayoría, ya que todo lo que escribiré en este, mi libro de los recuerdos, es mi historia real, la cual esta llena de cosas sobre las cuales he pensado tanto que mi mente jamás ha podido, ni jamás podrá olvidar, y que se han plasmado de tal manera en mi que cuando las recuerdo, es como si casi en fracción de segundos todas se volvieran una realidad casi palpable, pero existentes en un lugar donde solo yo puedo alcanzarlas. Es increíble que aún hoy esa sensación de hermosura y de electricidad que sentía al pensar en ella se siga apoderando de mi corazón y me siga haciedo estar de acuerdo con la frase "recordar es vivir". Es como si volviera a sentir sus manos sobre las mías, en el mismo instante en el que cierro los ojos, es como si sus labios tocaran los míos con la misma suavidad y dulzura... Es como si pudiera alcanzarla y tocarla sin importar a que distancia me encuentre de ella. Pero bueno, no más rodeos. Mi nombre es Alexander Glass, y estos son los recuerdos que aún siguen vivos en mi:
Recuerdo que un 12 de octubre me encontraba sobre mi cama lanzando mi pelota de hule hacia el techo, tocaba el techo, y caía, tocaba el techo y caía, tocaba el techo y caía... Todo esto sucedía casi en un silencio profundo, y bueno comenzé a pensar en las ventajas y desventajas de vivir en un vencindario tranquilo y retirado los "centros sociales", me imaginaba como en un apartamento en el centro de la ciudad el ruido no me hubiera permitido escuchar el diminuto sonido que era provocado por el endeble impacto de mi pelota de hule con el techo azúl de mi cuarto, pero luego pensé que, posiblemente hubiera estado divirtiendome con mis amigos, o haciendo algo más entretenido o productivo de manera que no me hubiera encontrado tan aburrido como para perder el tiempo de esa manera. Y de un momento a otro, bueno no se cómo, pero llegaron recuerdos a mi mente de lo que hacía tiempo se discutía en uno de los salones de clases dónde, por el grado de madurez que he alcanzado me atrevo a decir, que agraciadamente me encontraba, (luego entenderán todo). Y me puse a pensar que había que estar muy aburrido y poco distraido como para preguntarse ¿Por qué las cosas que suben siempre bajan? ¿Quién es el ser invisible que las atrapa y las lanza hacia abajo? ¿Dónde está la superficie física donde chocan los objetos por lo que tienen que volver hacia abajo? ¿Por qué no puedo simplemente flotar en el aire? Y bueno, creo que así o peor de aburrido estaba Newton cuando descubrió la GRAVEDAD.
Bueno, y en medio de mi superaburrido juego empecé a escuchar el timbre.
"Ding Dong" "Ding Dong"...-¡Mamá!-grité-¡Creo que es Elizabeth!
-¿Puedes recibirlas? ¡Diles que voy en un momento hijo! - se escuchó la voz de mamá, con emoción desde su alcoba-
Imaginé que se vestía o algo.
Bueno, sinceramente mi madre me había dicho de la visita de Elizabeth, pero me preguntaba ¿Por que razón su pregunta fue en plural? ¿A quiénes más se refería mamá? ¿Acaso harían una reunión de mujeres en casa?
Sea lo que sea,no tenía de otra, dejé mi mi pelota, salí de mi cuarto, bajé las escaleras a paso doble y de inmediato abrí la puerta.- ¡Hola Alexander! -dijo Elizabeth con una sonrisota en su cara-.
No saben que placer me dió el haber visto que sólo era Elizabeth...
- ¡Hola Elizabeth! Mamá viene en seguida, puedes pasar y sentarte -dije sonrientemente-.
Realmente, en mis planes estaba dejar a Elizabeth y la comisión de mujeres sentadas en el sofá esperando, hasta que llegase mamá. De todas maneras Elizabeth era como de la casa, y podría manejar la situación, mientras que yo, me iría a mi cuarto, ya que en cuanto mamá llegara, todas comenzarían a hablar de cuan grande estoy, y empezarían los halagos bochornosos, y luego pues vendría lo de siempre: las aburridas conversaciones entre mujeres adultas que a pensar de haberse visto hace una semana, tenían para hablar como si hubiesen tardado 2 años en volverse a ver. Pero ya que era sólo Elizabeth, mis planes cambiaron totalmente.
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El libro de los recuerdos
Fiksi RemajaAlexander Glass un joven adulto de República Dominicana, decide escribir en un libro acerca de los recuerdos que han marcado su vida, y los cuales nunca podrá olvidar, en donde se encuentra su amada Emma, y su historia... ...