🐰(𝟎𝟑)

232 25 10
                                    

Pocas eran las veces en las que le resultaban tediosas las tardes cuando se encontraba completamente solo, como en esta específicamente. Se la pasó en el mueble, recostado y suspirando mientras seguía viendo los Looney Toones y otras series caricaturescas que, en cierto punto, le divertían.

Mejor dicho: lo distraían.

Uno que otro momento salía corriendo dando saltitos al baño para hacer sus necesidades, y en el último viaje, llenó la bañera a una altura apropiada y se dio un bañito caliente, habiendo recordado las palabras de su tío Hongjoong de que debía bañarse adecuadamente con agua tibiesita para que los músculos del cuerpo dejaran de estar tensos y pudiera él mismo relajarse y estar fresco el resto del día.

Cosa que era cierta. Era un buen consejo.

Estando corporalmente aseado y en su cuarto, seleccionó unas cuantas prendas para vestirse y que pudiera dormir con ellas cuando se hiciera la hora de la noche, optando por unos pantaloncillos de algodón cortos de color crema, una franelilla rosada con dibujitos de monos en diferentes posiciones más unas medias rojas hasta un poco más abajo de las pantorrillas. Él se peinó suavemente su cabellera ceniza y con su cepillo especial de serdas suaves cepilló delicadamente sus orejas para que lucieran bonitas y así, su dueño pudiera acariciarlas.

Le gustaba que le acariciaran entre las orejas y directamente estas aún más. Además, sabía que a Seonghwa le gustaba acariciarlas también, pero no sabía el por qué.

Finalizado su labor para verse arregladito y pulcro, se fue otra vez al baño para limpiar los restos de sus pisadas mojadas del piso y una vez terminó, tendió su toalla y salió del cuarto con su ropa sucia en brazos; tenía que lavarla y secarla para después doblarla y acomodarla en su respectivo gavetero.

Siempre un conejito bueno y responsable. Su dueño estaría orgulloso de él.

Cuando acabó de lavar y arreglar su ropa, lo que transcurría en el atardecer, siendo casi un cuarto para las cuatro, se metió en la cocina para preparar su acostumbrado British Tea y unos cuantos Scones como merienda mientras cantaba con ahínco Dalla Dalla de ITZY¹. Se giró sobre sus tobillos para sacar lo necesario de la nevera, uno de los gabinetes y por último, la alacena, obteniendo una jarra con agua, un paquete de leche entera, una ollita y una tetera para echar el té y cremar la leche; usando en el proceso un banquito que Seonghwa le había dado para necesariamente eso, con un adecuado uso de responsabilidad para no lastimarse.

Incluso con el banquito tenía que ser responsable y meticuloso.

Con todo listo pasada una hora y media, organizó la cocina y la limpió, dejándola igual de reluciente que antes cuando su dueño se marchó al trabajo. Salió de la cocina, dirigiéndose a la sala y se sentó en la mullida y suave alfombra, no sin antes haber puesto el plato con los Scones recién horneaditos y su tazita con el British Tea con leche añadida. Apagó el televisor que segundos antes seguía encendido y deslizó el libro que estaba en el mueble a sus espaldas, el cual inició en leerlo hace ya varios días y que le interesó mucho, por lo que acomodándose sobre su lugar, recostó su espalda contra el mueble y reanudó su lectura desde la página por la que se pausó mientras degustaba de su merienda de las tardes.

💛

Se estacionó frente a su vivienda y apagó el motor, retirando las llaves para salir y cerrar las puertas, oprimiendo el botón que aseguraba éstas y jugando con las mismas, lanzándolas al aire y atrapándolas.

𝐂𝐇𝐄𝐎𝐍𝐒𝐀, 𝐂𝐇𝐄𝐎𝐍𝐒𝐀 [RESUBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora