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Ya estacionado fuera de la casa de JiMin, JiMin decide proponerle algo a YoonGi, aunque su conciencia le dijera que no lo hiciera.

— Uhm, ¿le gustaría entrar conmigo? Digo, para tomar un café y tal vez.. Conocernos mejor—

Lo último lo dijo casi en un susurro, bajando su cabeza un poco nervios ante la respuesta del contrario.

Pero YoonGi, por su parte sintió una corriente recorrer todo su cuerpo, ¿gracias a qué? Tal vez, solo tal vez le haya emocionado un poco que el menor le invitará entrar a su casa.

— Está bien, puedo pasar si no te incómoda mi presencia—

— Oh, claro que no me incómoda su presencia, es muy agradable..— sonrió al decir lo último, pues había sido sincero.

— Muy bien, entonces vamos— Una sonrisa leve se dibujó en sus labios y se acercó a JiMin para quitar con cuidado el cinturón de él.

— Gracias..— susurró JiMin, sintiendo sus mejillas teñirse de un color carmesí.

YoonGi asintió y abrió su puerta para salir y dar vuelta al carro para abrirle la puerta al menor, el cual bajo su mirada mientras bajaba del auto, se sentía especial, aunque piense que haya sido algo sin importancia para YoonGi.

Ya al salir del auto juntos, JiMin saco las llaves de su casa y abrió la puerta con sumo cuidado, pues sus manos estaban temblando un poco, debido a los nervios que sentía, lo cual el mayor notó.

- JiMin, ¿te encuentras bien?- un tono de preocupación se escuchó en su voz.

- Uhm, sí, solo es el frío- la verdad si sentía frío, pero la realidad era otra, el estaba nervioso debido a que estaría en su casa, a solas con su jefe, y bueno, para alguien sería normal hacerlo, pues no tiene nada de malo, aún así en el caso de JiMin, el cual fantaseaba con su jefe (aunque no lo quisiera admitir), no era tan tranquilizante.

Cuando logró abrir la puerta dejo que el mayor pasará primero, lo cual YoonGi entendió y lo hizo. Luego entro JiMin, cerrando la puerta tras de él.

- ¿Quieres comer o beber algo?- oh no, esto lo recordaba muy bien, era parte de la fantasía que había tenido anteriormente, y aquello no era nada bueno.

— No, así está bien, gracias— miro sorprendido en dirección a YoonGi, el cual tenía una linda sonrisa dibujada en sus labios delgados, dejando ver sus encías y sus hermosos dientes.

Esto no podía estar pasando, era como un deja vu.

JiMin de acercó a YoonGi de forma algo rápida hasta quedar al frente de él, más precisamente de su rostro.

— Pellizcame.. — el mayor rió por lo que le había dicho el menor, así que en respuesta llevó su dedo índice a la punta de su mentón y levantó este para acercarlo más a su rostro.

— ¿Y si mejor hago otra cosa?— un tono juguetón se coló en su voz grave, haciendo a JiMin sentir escalofríos.

Masoquismo - YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora