Masoquismo - YoonMin

Sin control

Ya completamente desnudo el menor, YoonGi acerco sus labios al abdomen de este, recorriendo toda su zona abdominal provocándole cosquillas a JiMin y sacándole unos cuantos jadeos. Subió hasta su pecho, y de allí hacia sus pezones, donde chupó y mordisqueo estos dos, intercalándolos.

JiMin por su parte tenía la vista nublada de excitación, pues, nunca se imagino en esta escena junto a su jefe, ¿o tal vez sí? No lo sabremos.

YoonGi quito su corbata y tomo las muñecas del menor, junto estas y envolvió al rededor la corbata, para luego hacer un nudo y dejar sus muñecas atadas e inmovilizadas. JiMin no dijo nada, en realidad le gustaba ser dominado.

...

— ¿JiMin?— Se escuchó la voz grave del mayor, haciéndolo volver a la realidad en la que se encontraba sentado en el auto, éste último aún sin haber arrancado.

Oh, no, al parecer no tenía control sobre su mente e imagino cosas indebidas con su jefe. se reprendió a sí mismo, pues realmente deseaba tener a su jefe dominandolo, haciéndolo completamente suyo, sólo ellos dos sin nadie que los moleste probándose el uno al otro, robando sus cuerpos como cual tentación, que hacía en su imaginación un caos interior.

Sacudió su cabeza borrando así aquellas fantasías.

— ¿Hmm?— Sintió sus mejillas rojas y evitó cualquier contacto visual para no sentir vergüenza.

YoonGi estaba sorprendido y algo curioso, pues el menor había estado algunos momentos dormido a su parecer, por ese pequeño lapso de tiempo en el que el menor de estaba dormido, YoonGi por su parte observó y escuchó con atención los leves jadeos que el menor dejaba salir de sus labios, aquello se le hizo un poco extraño pero su cuerpo no tardó en reaccionar, ya saben como.

— Te quedaste dormido.. Debes estar muy cansado, te llevaré a casa pronto. — Aclaro su garganta, sabiendo que él mismo se mentía, en realidad deseaba  estar con el, así sea solo observarlo le hacía sentir un mar de sentimientos en su interior.

JiMin asintió con su cabeza, aún perdido en sus pensamientos, imaginando la manera en la que el hombre que estaba a su lado podría azotarlo, o tal vez de las mil manera que podría castigarlo si se portaba mal.