* * *
22 de Febrero.
Estimada Flor:
Simplemente no puedo creerlo, esto es más de lo que soy capaz de procesar, aun creo que es uno de mis tantos delirios.
Casi enloquezco cuando la vi, ahí, donde se supone que iría la mía. Tuve que ir a mi lugar para escribirte.
No tienes nada que agradecer, alegrar tus mañanas es más de lo que podría desear y hacerte sonreír ya es todo un logro.
No quiero que tengas miedo, tal vez deba dejar de decir ese tipo de cosas, eso no es tan importante. Recuerda que nunca terminamos de conocer a las personas, tampoco hay vida suficiente para conocernos a nosotros mismos. Es tanta nuestra inmensidad que el tiempo nos queda corto, no creo que algún día termine de conocerte, Flor.
Sigue siendo egoísta conmigo, por favor, eso es mejor que nada.
Por cierto, no sé de dónde sacaste que no eres suficiente, estás muy equivocada respecto a eso y me sorprendes, no pareces del tipo inseguro.
Me despido, no sin antes decirte que esa blusa azul te hacía lucir demasiado sexy, si mi jefe me despide por babear en mi trabajo, será tu culpa solamente.
Tu jardinero.
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Para mi Flor © ✔️
ChickLit***También puedes escuchar el audiolibro de esta historia en Beek.io*** Flor no sabe absolutamente nada de la vida, solo que es complicada. No le gusta su empleo, no le gusta la relación con sus padres, no le gusta cómo la trata su novio, mucho meno...