La verdadera historia de "Catdog"

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Hola a todos, hoy les voy a contar la verdadera historia detrás del Catdog.

En La Unión Rusa Soviética Socialista, en los años 40's se hacían experimentos biológicos de metabolismo con cabezas de perro, de gato, caballos, etc. También se implementaban anestésicos a animales para que se tuviera la certeza de que era medicamente seguro.

También tenían planeado conseguir un trasplante exitoso entre dos especies diferentes, pero para aquel entonces, ya era bien sabido que era insustentable, pero como ya habían tenido a un perro semi vivo dijeron

"¿Por qué no?"

Y resultó que un científico sueco tenía la respuesta.

Este hombre había sido exiliado de su país por experimentar cruelmente con animales y humanos y fue aceptado por los soviéticos en su nación, gracias a los avances que este había logrado.

Utilizando soluciones salicilidas, que contienen la misma densidad y presión osmótica de la sangre y aislando glóbulos rojos de ambos espécimenes se podría crear una una suspensión que podía servir de sangre sustituta para ambos cuerpos.

También por medio de sondas internas conectadas al tubo grueso digestivo de ambas especies se podía extraer los residuos de las muestras.

Pero para comprobar esto se necesitaba experimentar (según la bitácora de el científico sueco, del cual no sé el nombre) pero no querían arriesgarse a que los vieran adquiriendo más espécimenes ya que temían que espías internacionales los descubrieran así que fraguaron un plan un tanto cruel.

Uno de los hombres que trabajaba con él, le mostró un día a su hija de diez años las instalaciones del lugar (omitiendo los lugares que podrían ser shockeantes para la niña o de vital importancia para la nación).
También se encontraba el hijo del conserje el cual tenía aproximadamente unos doce o trece años que se la pasaba jugando en las bodegas "secretamente" con un gato callejero.

La niña tenía un perro que su madre le había regalado para su cumpleaños, y era, para aquel entonces, todavía un cachorro.

El asistente subió a la niña al coche y le insinuó que podría hacer que dejaran entrar a su mascota, ella encantada aceptó y cuando la llevaba de recorrido "misteriosamente" la cuerda del collar del perro se soltó y corrió como si algo lo llamara. El hombre encerró a su hija en una de las oficinas y se retiró.

Otro hombre entro a la bodega y tomó al gato en presencia del niño el cual se quedo atónito ante la acción del hombre que al salir trancó la puerta.

El niño empezó a llamar a su padre el cual no respondía. Así que el niño buscó una de las salidas internas y empezó a buscar a su padre para irse del lugar. En eso escuchó a la niña y le abrió la puerta para dejarla salir.

Llegaron hasta uno de los laboratorios más grandes del edificio y se escondieron detrás de unos contenedores de aluminio grandes a los que estaba conectada la sonda.

El macabro procedimiento comenzó y el muchacho cubrió los ojos de la niña con ambas manos y este sin pensar mucho se le escapaba el aire y soltaba una o dos blasfemias.

Según la bitácora describía el proceso de la siguiente manera:

"Hemos cortado a ambos espécimenes por la mitad teniendo cuidado de no dañar los órganos internos, también tuvimos cuidado de no dañar la estructura ósea (...)

Se retuercen, aún están semi vivos, se nota que sufren, pobres casi me dan pena.

Ahora procedemos a unir ambas partes superiores del espécimen conectando las espinas dorsales,
eran compatibles, ¡vaya sorpresa! (...)
esto fue debido al ácido úrico que implanté en sus organismos.

Una vez conectada la espina dorsal ya puedo proceder a colocar las sondas (...)

Oh Dios Mío, respiran"

Al chico que presenciaba lo ocurrido le temblaban las manos, no pudo evitar llorar y comenzó y se tiró al suelo, ya no aguantaba lo que estaba viendo, pero al levantar un poco la cabeza, pudo divisar cual era el contenido de los cilindros de aluminio, retiró las manos de
los ojos de la niña y esta, presenció quizá la parte más espeluznante del proceso.

Había un hombre, conectado a las sondas, al parecer era el padre del muchacho y solo ellos podían verlo, los otros científicos lo ignoraban, ya que estaba oculto en los cilindros de aluminio y había una ventana donde se podía ver el rostro del hombre.

El catdog comenzó a moverse y el científico sueco comenzó a gritar SobakaKoshka, SobakaKoshka.

La mirada del SobakaKoshka era perdida, como si tuviera uso de la razón, como que ambas cabezas alguna vez fueron parte de un ser humano, y ambas al mismo tiempo dijeron "Duele, duele, d-duele."

Nadie lo podía creer. El SobakaKoshka hablaba. Pero uno de los científicos le gritó lleno de ira "Maldito, esto no es lo que quería, era un buen hombre." Así que el científico sueco sacó un arma y le disparó en la frente diciendo "Este es mi mayor logro, he hecho lo que Darwin dijo imposible, he desafiado a las leyes de la naturaleza, podre crear ese ser perfecto y nadie me lo arruinar."

Todos callaron, y el muchacho tomó una barra de un metal pesado, mientras la pequeña empezó a gritar del horror que presenciaba. Corrió hacia donde estaba su padre y rompió el cristal.

Catdog reaccionó de forma extraña, empezaron a gruñir las dos cabezas, y su mirada delataba odio y gritaron "¡No Iván, NO!" y empezó a correr de manera torpe hacia el muchacho, saltó a su cara y lo tumbó despellejándolo y comiendo de sus vísceras.

El padre del chico comenzó a gritar de dolor, y el SobakaKoshka decía "No Iván que te hemos hecho" empezó a retorcerse y a chillar mientras el hombre se arrancaba las sondas del cerebro dejando salir cantidades enormes de sangre.

SobakaKoshka empezó a retorcerse y agonizar y chillar de manera que parecía que hablaba por su propia cuenta, y la mirada se le tornó moribunda y los nervios colapsaron de manera que sonreía y se retorcía y expulsaba la suspensión color rojo oscuro por ambas bocas. Mientras el sueco se sacaba el arma y empezó a disparar a todos los presentes por la ira que contenía y por accidente disparó hacia unos tubos que contienen alcohol isobutilico y se empezaba a expandir por todo el laboratorio.

El padre de la niña le dijo que tomara el libro verde de la mesa y que corriera lo más lejos posible.
Mientras detenía al sueco, el conserje sostenía a su hijo despellejado de la cara y con la poca cantidad se sangre que le quedaba le dijo "No importa, nos iremos juntos."

La niña corrió y se salvo, no así los demás que murieron incinerados y solo sobrevivió el libro y la niña, la cual fue encontrada y catalogada como una sobreviviente.

Y cuando la niña le contó la verdad a las autoridades, estos encubrieron el experimento y la obligaron a ir a una clínica de salud mental.

La madre, para evitar esto se la llevó a Estados Unidos donde años más tarde conoció a Peter Hannan mientras hacia investigaciones para una caricatura. Ella le enseñó el libro y él se rió y lo tomó como una broma de mal gusto.

La mujer al llegar a Estados Unidos se cambió el nombre a Sophia Blach y a su hija la llamó Elissabeth Blach.
Elissabeth murió el 27 de octubre de 1998.

Años más tarde Peter Hannan produce una caricatura llamada Catdog (Sobakakoshka) donde el personaje principal son dos hermanos siameses, un perro y un gato, que están unidos por la cadera.

Fue producido para la empresa Nickelodeon contando con 65 episodios.

Realidad o ficción.
Tú decides.

Creepypastas [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora