Altagracia
El viaje son alrededor de 10 horas, tengo pensado leer un poco, y también pensar que es lo que quería estudiar realmente. Mi familia es muy pequeña, están mis padres Pedro y Lucía, mi hermano mayor Iván, Max el del medio y yo.
Pero la familia de mi mejor amiga Iara, era muy grande, aunque ella es hija única tenía muchos primos pequeños. Y la verdad, siempre quise muchísimo a los niños, así que tenía pensado estudiar médico pediátrica.
Siempre iba a estar con niños, y es una idea que me fascina, así que eso será.
Poco a poco, fui recordando la conversación que tuve con mis papás sobre mi viaje...
Altagracia: Pero, papá será divertido, además que mejor manera de hacerlo que esta?
Pedro: Altagracia, estarás lejos de nosotros.
Voy a despertar todos lo diad con ganas saber que haces, si comiste o si estás bien.
Estas conciente de eso? - Sabia que mi padre haría eso, ya que quiere que me sienta vulnerable y asi renunciar a esto. Pero no le iba a dar el gusto.
Lucía: Amor, ya está grande. No crees? Además, Altagracia puede cuidarse muy bien sola.
Lo sabe muy bien, gracias a las experiencias.
Altagracia: No me lo recuerdes mamá, por favor.
Pero ves... hasta mamá me tiene más fe que tú.
No seas así, dame una oportunidad. ¿Por favor? - Ya no sabía que hacer para convencerlo, pero mamá siempre me ayudaba.
Pedro: Esta bien, esta bien. Pero tienes que prometer algo...
Altagracia: Gracias papá! Si, lo que sea. - Dije con emoción.
Lucía: Que si algo sale mal, nos vas a llamar...
Pedro: Y... te vas a regresar a México, a trabajar para mí. Necesito a quien dejarle mis empresas, el dia que no esté más en este mundo. Y hasta ahora, tus hermanos no hacen nada para merecerlo.
Altagracia: Esta bien, lo prometo! - No podía fallar, no quería manejar una empresa. Si sabía de números, pero nunca había sido mi fuerte.
Recuerdo que los abracé y salí corriendo a preparar mis cosas, ya que mi boleto lo tenía antes de esa conversación.
Altagracia
No recuerdo en que momento me quedé dormida, pero el viaje se me había hecho tan corto que ni tiempo de leer mis libros tuve. Ya me había inscripto en la universidad de medicina, aunque ellos ahí le llaman facultad.
Siempre se me hizo muy seria esa palabra, pero me tenía que acostumbrar a todo. Así no sería el hazme reír de los demás.
Voz de alerta
Señores pasajeros, bienvenidos al aeropuerto de Ezeiza. Por favor, permanezcan sentados, y con el cinturón de seguridad abrochado hasta que el avión haya parado completamente los motores y la señal luminosa de cinturones se apague.
Altagracia caminó hacia el puesto de atención al cliente, tomo sus pertenencias, pidió un taxi y se dirigió al "Hotel Prince", un hotel 3 estrellas.
Al llegar a la recepción del hotel, la atendió un joven quien le entregó sus llaves, y le indicó los horarios de cada evento dentro del hotel; también le deseo que disfrute mucho su estadía.
Altagracia: Muchas gracias, que tenga buen día.
Al entrar, se encuentra con una habitación bastante amplia, en donde había una mesa pequeña con un precioso florero adornado con rosas blancas, una cama grande y dos mesitas de luz. Un baño con un jacuzzi, ventanas grandes y muebles donde podía guardar hasta pañuelos.
