León decidió ir a desayunar con su linda Altagracia y sus amigas, luego de haber pasado la peor noche de su vida, lleno de recuerdos y lamentos, porque sabía que le habia fallado a su Ángel y no sabía cómo esconder ese error.
León: Buenos días chicas! ¿Como están? - Dijo él con una hermosa sonrisa, mientras esperaba toparse con la de su amiga.
Tiara: Buenos días León!
Romina: Nosotras bien, pero vos tenes una cara...
Luz: Es como si escondiera algo, ¿no?
León: No, todo está bien - Dijo entre risas.
¿Y Altagracia? No la veo por ninguna parteRomina: Me pidió entrar más tarde, tenía cosas que hacer.
Luz: Pensamos que estaba con vos, pero vemos que no.
León: No se nada de ella, desde que fuimos al planetario. Que fue hace dos semanas, últimamente estoy muy ocupado.
Tiara: Tranquilo, seguro quería terminar de arreglar todo para cuando llegue Iara...
Romina: Pero contamos, ¿que te trae por acá? - Haciendo señas para que sus compañeras se fueran.
León: La verdad, quiero saber algo... - Se lo escuchaba preocupado.
Luz y Tiara fueron acomodar las mesas mientras Romina atendía a León.
Romina: Decime, ¿que pasa?
León: Es que, ¿tenes idea sí Altagracia tiene novio?
Romina: No puedo responderte eso, porque no lo sé.
León: Vamos Romina, debe haber alguien en ese grupo que le guste a Altagracia. - Le decía del otro lado del mostrador.
Tiara: ¿Que grupo León? - Consultó, entrando en la conversación.
León: El de la facultad, se que hace semanas esta de vacaciones. Pero la escuche hablar con Iara una vez intencionalmente.. y ella le gritaba que había un hombre que era todo un galán y que no lo podía negar.
Todas intentaron no sonreír al escucharlo, porque claramente si sabían de por quien sentía algo Altagracia. Ya que, semanas antes, ella les había contado sentía algo por León, pero hasta no descubrir lo que escondía no diría nada, y menos a su amiga Iara, porque a ella si le gustaba el chisme.
Romina: No León, mi amiga no tiene ojos para nadie más que para...
León: ¿Quien es él? - Preguntó mirando a las tres mejores amigas de Altagracia
Luz: Bueno, no podemos traicionar la confianza de Altagracia. - Mientras acomodaba las tazas nuevamente limpias.
León: Por favor, necesito saber! Es más.. voy a contarles algo, pero tienen que prometer que no van a decirle nada a ella.
Las tres se miraron preocupadas, pero prometieron no decir nada y solo invitaron a León a sentarse y prepararon café.
Luz: Y bien.. ¿qué pasa?
Tiara: Más te vale, que no estés dañando a Altagracia porque te vamos a romper la cara.
Luz: Por nuestra amiga, soy capaz de lo que sea!
Romina: Tranquilas, bueno... ya tenes las advertencias León.
Tiara: Ahora habla...
Leon: No voy a contar la historia con detalles, pero... cuando era chiquito con 11 años de edad, perdí a mi mamá. Mi papá, después de enterarse que mi abuelo no lo había nombrado heredero de su empresa, comenzó a envenenar sus comidas.
Mi madre, una mujer joven y hermosa.. con 29 años, murió por culpa de la ambición de mi papá. El trabajo durante 12 años como la mano derecha de mi abuelo, entonces creyó que debía ser el único dueño. - Contaba con algunas lagrimas en los ojos, Romina le dio un abrazo y sonrió al sentir el afecto.