Capitulo 2

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Kenzin y Kawa se encontraban en la cocina siendo observados de manera atenta por Sukuna, quien olia y sentía como su estómago gruñía.

- ¿Cuándo estará la comida?—pregunto Sukuna

- ¡Cállate! ¡Estará cuando tenga que estarlo!—gruñó Kawa

- Kawa está aprendiendo a cocinar, Sukuna, se paciente—sonrió Kenzin

Cuando terminaron, Kawa sonreía bastante orgullosa mientras le servía a Sukuna un plato. El plato tenía carne de jabalí en caldo junto a algunos hongos y vegetales.

Sukuna frunció el ceño antes de voltear a ver a Kenzin, quien asintió. Sukuna tocó la carne antes de tomarlo y tratar de morderlo para ser golpeado por Kawa antes de siquiera dar una mordida.

- ¡Debes dar gracias por la comida primero!—regaño Kawa

- Tsk...—Sukuna chasqueo su lengua antes de ver a la más pequeña—gra-gracias... Kawa

- Eh...

Kawa soltó una carcajada antes de sonreír a Sukuna.

- Me refiero a que des gracias por la comida, no a mi... ya sabes, dar gracias de tener un alimento en la mesa—dijo Kawa

- ¿Eh?

Sukuna lucia confundido antes de regresar a ver a Kenzin, quien había dejado otros dos platos en la mesa para Kawa y él.

- Te mostraremos—sonrió Kenzin

Ambos juntaron sus manos en frente de su comida.

- ¡Gracias por la comida!

Abuelo y nieta se miraron con una gran sonrisa para luego ver a Sukuna, que con cierta timidez imitó su acción.

- Gracias por la comida—susurró Sukuna

- ¿Nunca has dado gracias por la comida antes?—preguntó Kawa

- No...

- Bueno... tal vez deberías empezar—dijo Kawa

Abuelo y nieta comenzaron a comer mientras que Sukuna los observaba. Al darse cuenta de que había quedado demasiado tiempo observándolos, decidió comenzar a comer también.

Está delicioso, pensó Sukina observando a ambos.

Cuando terminaron la comida, Kawa se aseguró de levantar todos los platos y comenzar a lavarlos.

Kenzin observaba a Sukuna con una pequeña sonrisa en su rostro.

- Kawa me ha dicho que eres capaz de ver las maldiciones—dijo Kenzin

- Ah... si...

- Te enseñaré junto con Kawa, ambos serán mis alumnos—sonrió Kenzin—me gustaría heredarles todo lo que se de la hechicería antes de pasar al más allá... Kawa en lo particular es bastante rápida aprendiendo, pero no dudo que tú también seas alguien bastante talentoso, Sukuna. Después de todo... algo debió haberlos guiado hacia mi.

Sukuna permaneció en silencio mientras Kawa se sentaba a su lado.

- Abuelo... ¿De verdad pasaremos por todo de nuevo?—preguntó Kawa haciendo una mueca

- Si, pero tranquila. Creo que Sukuna aprenderá de inmediato—respondió Kenzin

- Vale, me vendría bien practicar lo básico también—dijo Kawa

- Por ahora lo mejor será dormir—dijo Kenzin—venga, aquella joven de la maldición de esta mañana nos dio un futon más, asi que pónganse cómodos.

Broken~ Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora