Cap 15 "Mentiras".

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P.O.V _____.

Ver su rostro lleno de preocupación y decepción me hizo sentirme más culpable de lo que ya me encontraba.
Sabía que estuvo mal que le mintiera de esa forma pero era una promesa la cual no podía fallar.

Poco a poco mis ojos se llenaban de lágrimas al notar su agarre aumentar sobre mis hombros.
Solté un quejido y su mirada fija en mis ojos junto a su ceño fruncido no desaparecía en ningún momento.

—Me haces daño. —le hable dolorida.

—¿No pensaste que bailar ahí afuera también te hizo daño? —cuestionó acercando la parte superior de mi cuerpo hacia el suyo de una forma un tanto brusca.

Realmente no lo había pensado... Ni siquiera lo había sentido. Después de tomar esa pastilla todo los dolores en mi cuerpo se fueron. Ahora el único dolor que sentía era el de su agarre y el de mi incesante corazón palpitar con rapidez.

Esta vez si la cague de verdad...

•°•°•°•°•

Unas cuantas horas antes.

Rintarō y yo estábamos desayunando juntos, bastante temprano tenía que admitir. Conversamos de cualquier tema para no crear un ambiente incómodo.
Me alegraba internamente de que el no sacará el tema del baile. Para ser sincera, no tendría ni idea de que responder en ese caso.

Al terminar de comer yo me dispuse a retirar todo lo que utilizamos y lavarlo, mientras Suna buscaba todas sus perteneciente que trajo para pasar el fin de semana cuidándome.
Minutos más tarde estábamos ambos en la estrada de mi casa, el con su bolso colgando de su hombro y yo apoyada en el marco de la puerta.

—Te agradezco demasiado que me hayas cuidado durante estos dos días.

El nego con la cabeza y me miro con una pequeña sonrisa.

—No es nada. Recuerda no hacer movimiento bruscos ni nada de eso. —agregó. —Tus pastillas las deje sobre tu velador.

—Gracias. —le sonreí. —Nos vemos en unos días en el Instituto.

—Nos vemos. —se acercó y dejó un breve beso en mis labio.

Maldición, nunca podré acostumbrarme a esto.

Tomó distancia entre nosotros para así después darse la vuelta y hacer un ademán con mano.

—¡Rintarō! —el se volteo a verme. —Recuerda ir a ver el baile.

El asintió con la cabeza y se giro para así seguir con su rumbo hacia su casa seguramente.
Suspire con ávida y cerré la puerta adentrándome en mi morada, dándome la vuelta para subir a mi cuarto por poco y cayéndome en las escaleras hacia mi destino. Ciertamente corría bastante rápido y eso me iba en contra en mis momentos de emoción.

Me sentía tan entusiasmada que daba saltitos de un lado a otro con una amplia sonrisa en mis labios.
Tan solo al cruzar la puerta de mi habitación, me lancé a mi cama y abrace la almohada con fuerza, apegando mi rostro a las mantas y con la cadera un poco alzada, apoyando mi parte inferior con mis rodillas.

Me mantuve un momento así y de un momento a otro, la idea de que dirá Rintarō por mentirle, me hizo alzar la mirada y apretar la almohada con mis manos.

—Maldición... —susurre con desaliento.

Me levante de mi tálamo y opte por darme un relajante baño para borrar mis pensamiento negativos.
Entre al servicio, me deshice de mi ropa y levante la llave del agua caliente. Deje que la tina se llenará poco a poco y al estar un poco menos de la mitad, me adentre a esta sintiendo la calidez del agua acariciar mis pies y subir por mis piernas.
Tan pronto como el agua llegó hasta el nivel de mis pechos, baje la llave e inmediatamente me hundí disfrutando de las sensaciones de esta.

Miradas Inocentes. (Rintarō Suna x Oc) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora