Cap 3 "El club".

5.6K 480 816
                                    

P.O.V ____.

Mi situación no puede ser más incómoda. El chicos lindo y sexy de mi clase, frente a mi, joder, esto era tan... Extraño, que me revolvía el estómago.

—Hitoshi ____, Suna Rintarō. Suna Rintarō, Hitoshi ____. —nos presentó con una sonrisa Atsumu.

Sonreí de manera nerviosa.
Juro que voy a golpear a Atsumu por esto. Su rostro no demostraba ninguna emoción, era como un cyborg, sin emociones. Al mismo tiempo levantamos nuestras manos, como si el tiempo avanzara más lento y yo deseando que fuera más rápido, tal cual como en las clases. Estrechamos nuestras manos de forma firme pero suave. Sus manos eran grandes y cálidas. Apretaban levemente las mías, como si tuviese miedo de romperla. Su simple y corto tacto me ponía los nervios al 100%.

Nos mantuvimos así durante unos segundos, observandonos incesantemente a los ojos.
Me sentía tan pequeña junto a el, ¿cuanto habrá? Unos 20, 25 centímetros de diferencia en altura.
Yo fui quien separó nuestras manos, disfrutando hasta el último toque de calor que me brindaban. Di un paso atrás alejándome un poco de el, escondiéndome atrás de Atsumu.

—Y-yo me tengo que ir. —le susurre. —Adiós.

Les dije a los tres y me fui corriendo con las mejillas ardiendo. ¡Mierda! Debo de parecer un maldito tomate andante...

Como si el destino estuviera de mi lado, las clases transcurrieron con rapidez. Sentía la mirada de Rintarō fija en mi nuca en casi todo momento, pero decidía ignorarlo por el instante.

Ya era hora de dejar la hoja del club de danza en el gimnasio 3. Guarde todas mis cosas y camine hasta donde por lo que se, estaban los gimnasios del Instituto.

Llegue hasta la entrada y tan solo al dar un paso choque con alguien.

—Lo siento. —me aleje un poco y era un chico un poco más alto que yo de cabello blanco y negro.

—No te preocupes. —habló de manera sería y calmada.

Debo de aprovechar la oportunidad.

—Emm... Disculpa. —le hable.

—¿Si?

—¿Este es el gimnasio 3?

—¿Ya vamos a empezar? —dijo una voz nueva en la conversación.

Rintarō...

—Espérate un poco, no ves que estoy hablando con ella. —lo reprendió el Albino. —No. —Me contestó. —Este es el número 2. El tres es el de enfrenté. —apuntó a mis espaldas.

—Muchas gracias...

—Kita, Shinsuke Kita. —contestó.

—Muchas gracias, Kita-san. —hice una leve reverencia. —M-me tengo que ir, adiós.

—Adiós.

Mire por última vez a Rintarō, sus estrechos y finos ojos puestos en mi. Una sonrisa ladina se formó en sus labios... Y la inquietud me devoraba en ese instante, y juro que casi no me controló para ir hacia el y toquetearlo por todas partes...lo triste es que no se puede sin que me acusen de abuso sexual.

Me di la vuelta y camine despacio pero cualquiera que viera mi rostro, pensaría que estaba hiperventilando. Era algo anormal ver a Rintarō con una sonrisa. En el poco tiempo que llevo aquí (mis cortos dos días) nunca lo he visto con contra expresión que no sea "-_-". Pero fuera de todo eso, se veía lindo.

Entre al gimnasio que correspondía y ya ahí, alguien me habló a mis espaldas o más bien me grito.

—¡Oh! ¡Hola! —una chica, creo que mayor que yo se acercó a mi. —Soy Hana Steel.

Miradas Inocentes. (Rintarō Suna x Oc) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora