Capitulo 1

47 10 0
                                    


Oigo el latido de mi corazón mientras voy caminando por el cementerio (hoy es una de esas noches donde no se escuchan ni los grillos o...debería decir ni los muertos)

Sigo el recorrido entre las lápidas buscando una en particular pero a mitad de camino escucho un ruido detrás de mi, miro para todos lados pero me es imposible distinguir algo por la oscuridad.

Vuelvo a escucharlo pero más cerca, entro en pánico y comienzo a correr.
Corro lo más rápido que me permito y consigo llegar al árbol más cercano, me escondo de lo que sea que esté detrás pero es inútil, de repente siento como el filo de una navaja corta mi cuello y...

—Rae—abro los ojos y me pongo una mano en el pecho.

—Mamá.

—¿Otra pesadilla?—me pregunta con calma pero noto preocupación en su rostro.

—La misma de siempre—le digo cansada.

Me siento en el borde de la cama y miro el reloj en mi mesita de noche que marca las 5:32am. No creo que vuelva a dormirme. Me levanto y camino hacia el baño.

—Rae, cariño deberíamos ir...

—¡No!—la interrumpo—mamá sabes que no voy a ir a ninguna clínica a expresarles mis sentimientos a un desconocido.

—Hija pero...—insiste—voy hacia donde está ella y me siento a su lado—Estoy bien mamá—le tomo sus manos—tranquila, en algún momento cesarán y no tendremos que preocuparnos más—le decía mas a mi misma que a ella.

—Nena no es solo por las pesadillas que te quiero llevar a un psicólogo—vuelve.

—No de nuevo a lo mismo, te amo ¿si? pero no puedes obligarme a ir, te prometo que si continúan las pesadillas iremos.

—Esta bien—me responde después de unos segundos—iré a dormir cualquier cosa ya sabes que estoy aquí al lado—me besa la frente y se va a su cuarto.

Me recuesto al respaldar de la cama.

Alcanzo mi móvil y busco un contacto en particular "Paige", le marco, espero que esté despierta porque hablar con ella me hace olvidarme de todo esto—Hola—me responde .

—Paige estás despierta—le pregunto cuando es obvio pero lo hago para cabrearla.

—Amor mío—la oigo decir a través de una música bastante fuerte.

—¡Paige! No puedo creer que estes en una fiesta hoy y a estas horas.

—Cariño—está bastante cursi—hoy es el último día del verano, claro que estoy en una increíble fiesta, muy ebria y rodeada de hombres súper guapos y si, a las 6 de la mañana—ok está borracha—¿Te vienes?

—No—río—tranquila sigue de fiesta, mientras yo trataré de conciliar el sueño.

—¿Paso algo?

—No amiga—la tranquilizó—disfruta tu último día—cuelgo.

Mañana (bueno hoy) será un día interesante.

Al cabo de unos minutos vuelvo a quedarme dormida.

******

Me despierta el sonido de un claxon y veo la hora en mi celular.

¡¡¡NO PUEDE SER !!!

Son las 8:30 am. Llegaré tarde.

Mierda—masculló para mi misma.

Me alisto rápido y bajo las escaleras de mi casa. Seguro que mamá ya se fue a trabajar así que tomó una manzana de la cocina y salgo.

Me encuentro a una Paige somnolienta y con unas ojeras que ni el mejor maquillaje del mundo puede tapar.

—No abras esa boquita para decir un "te lo dije" que tengo una resaca del demonio y ya sobra con los regaños de mi madre para que tú también me vengas con lo mismo—me dice entrando en el asiento del conductor.

—Calma ese mal humor, solo te iba a decir que lo siento por levantarme tarde—en realidad si le iba a decir "te lo dije" pero para que molestarla más de lo que ya está.

—Si como no, se te olvida una cosa.

Le doy un mordisco a mi manzana

—¿Que?

—Que te conozco Rae Harman, mejor que nadie. Me dejaste esperando afuera 10 minutos. Me lo podrías compensar con silencio ¿puede ser?

—Pero si yo no he hablado—le contesto de mala manera.

—Dije silencio.

Ruedo los ojos. Bien.

Llegamos al instituto en cuestión de minutos, por suerte aún no han empezado las clases. Habían re decorado todo, las paredes yacían pintadas de un rojo vino y las lozas blancas del suelo acabado de limpiar parecían resaltar el color de las paredes.

Bajamos del auto y me llego el olor a hierba recién cortada, me fijé en el jardín frontal que estaba más verde que nunca y los estudiantes esparcidos en grupos, seguramente hablando sobre sus aventuras de verano.

Parecía que este año iba a ser tranquilo y maravilloso. Pero lo que no sabía es que detrás de esa fachada habían secretos del pasado enterrados en lo más profundo de este pueblo para resurgir con más fuerza y acabar con todos, lo que no sabía es que los habitantes de ForHell estábamos en constante peligro.

 Pero lo que no sabía es que detrás de esa fachada habían secretos del pasado enterrados en lo más profundo de este pueblo para resurgir con más fuerza y acabar con todos, lo que no sabía es que los habitantes de ForHell estábamos en constante pel...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ForHellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora